Tanto la Resolución
008610 como el tristemente recordado twit del gobernador Ameliach, una por entrar en batalla y la de la red
social puesta en práctica los primeros meses del año pasado con la finalidad de
reprimir al pueblo y estudiantes que protestaron en la calles de Carabobo que
dejó un saldo rojo de muertes, detenidos y torturados.
Ahora la irracional y
bárbara Resolución del Ministerio de la Defensa autoriza el uso de las armas de
fuego con la idea de controlar las manifestaciones sin necesidad de esperar
órdenes del célebre Cabello, en suma,
ahora existe un procedimiento más expedito.
Sin embargo, muchos
piensan que la medida del mayor general, Vladimir Padrino López, que faculta a
la Fuerza Armada de hacer uso de sus armas es innecesaria, pues de hecho de
tres lustros para acá han tirado, sin consecuencias para ellos, del gatillo de
sus “escudos” letales.
El más lerdo de los
venezolanos se hará la pregunta que si ante la vejación consuetudinaria por las
permanentes colas para adquirir alimentos, medicinas, hasta una simple batería
o cualquier cosa, el pueblo se abstendrá de salir a la calle a reclamar sus
derechos contemplados en la Constitución Nacional por temor de que una bala
legalizada explote en su cabeza, pongamos por caso.
Todo parece indicar que el Gobierno tiene miedo a la oscuridad. Siente más pavor que el compatriota que en un momento dado pudiera verse apuntado por unos de los fusiles traídos de Rusia bajo el pretexto pueril de defenderse del imperio, este es un caos que no se resuelve con pólvora.
Sencillamente se
acabó el dinero a borbollones que compraba conciencia a través de dádivas. Se
marchó del espíritu de los dóciles el apoyo agradecido al Gobierno que de
alguna manera a través de regalías provenientes de los altos precios del
petróleo les ayudaba a llevar las cargas.
Concretando,
probablemente los estudiantes van a salir a las calles a protestar este mes de
febrero contra la escasez, el desabastecimiento, el alto costo para adquirir
alimentos y medicinas. Además de rendirle memoria a quienes el pasado 2014
fueron asesinados, apresados o torturados, asunto que haría hasta cualquier
país indolente.
El Gobierno
pretenderá atemorizar la población, pero le mueve sobre todo la idea de sembrar
violencia porque no tiene dudas de que en las urnas electorales lo enterrarían
irremediablemente. En todas las elecciones que se han llevado a cabo, como los
Consejos Comunales, por ejemplo, en la popular parroquia Miguel Peña de
Valencia, una de las de mayor población del país, de treinta elecciones las
fuerzas democráticas han triunfado en veintinueve de ellas. También venció con
más de 75% de los votos en los Colegios
de Ingenieros, la Universidad de los
Andes y el pasado viernes la sumatoria de los votos de los adversarios del
oficialismo obtuvieron un poco más
13.000 contra solo 240 de los rojos.
Finalmente, en las
manos del gobernador Francisco Ameliach, el mismo que nació en el valenciano
Hospital Central, está evitar más muertes y reivindicarse de alguna manera de
las tragedias que trajo aquel desgraciado twit.
También tendrán su
cuota de responsabilidad los medios de comunicación que oculten las noticias de
lo que se pueda generar de la brutal Resolución del Ministerio de la Defensa.
Será por cierto una muy buena oportunidad para que el empresario José Rodríguez
quien como él mismo ha confesado tiene especial afecto por esta ciudad y su
gente, veremos entonces.
Rafael García Marvez
garciamarvez@gmail.com
@RGarciaMarvez
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