PEDRO CORZO |
Una
de las consecuencias de las decisiones
de los gobiernos de Washington y
La Habana de restablecer relaciones, redundara directamente en el aumento de
turistas estadounidenses a Cuba.
Son
muchos los factores que incidirán en el incremento del flujo de viajeros, pero
no es el tema de este trabajo, el propósito es sugerirle, particularmente a los
estadounidenses que viajen a la isla, que durante su estancia visiten lugares
que no le serán mencionados por los guías, pero a los que ellos pueden acceder
sin violar la ley.
En
La Habana, puede ir a la Iglesia de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre.
Allí fue asesinado el joven católico
Arnaldo Socorro durante una procesión, o
visitar el muelle del qué zarpó el buque español Covandoga con más de un
centenar de sacerdotes expulsados por el gobierno revolucionario.
En
la capital puede caminar por la Quinta Avenida y evocar a las Damas de Blanco.
Mujeres que flor en mano solían ser atacas por turbas manipuladas por el
régimen. Además puede recorrer la ruta que transitó el ataúd en el que
simbólicamente el castrismo sepultó al Diarios de la Marina, a la vez que
desaparecía la libertad de prensa.
En
Pinar del Rio hay lugares de interés. Sandino un área a la que desplazaron a la
fuerza a miles de campesinos con sus familiares. Construyeron pueblos como
López Peña y Briones Monto. Otra opción sería visitar los lugares donde fueron
emplazados los misiles soviéticos con capacidad nuclear cien veces más
poderosos a las bombas detonadas en Hiroshima. El blanco de los misiles fueron
varias de las ciudades más importantes de Estados Unidos.
Matanzas
tiene mucho historia. Una visita obligada,
se puede decir, es la tumba colectiva del cementerio de San José de los
Ramos. En ese lugar reposan los restos sin identificar de más de treinta
guerrilleros, algunos fusilados, otros
muertos en combate.
En
esta provincia ocurrió el crimen del rio
Canimar. Unos jóvenes intentaron secuestrar la embarcación turística XX
Aniversario y para evitarlo, fueron embestido por un buque mayor causando la
muerte de 56 personas.
Las
Villas tiene numerosos lugares históricos. En
La Ceiba, la dictadura masacró con una ametralladora instalada en un
camión a 19 guerrilleros, que llevaban
más de dos años presos sin haber sido enjuiciados.
Después
de viajar un par de horas puede llegar a Santa Clara. Ir al antiguo teatro Abel Santa María, lugar donde
juzgaron a más de un centenar de
personas, la mayoría campesinos. Cinco fueron fusilados, entre ellos, Porfirio Ramírez, presidente de
la Federación Estudiantil Universitaria de la provincia. Nunca fueron
condenados. La voluntad de un esbirro poderoso, hizo la distinción entre la
vida y la muerte.
En
Camagüey, podrá visitar los lugares donde estuvieron los campamentos de las
Unidades Militares de Ayuda a la Producción. Millares de jóvenes desafectos al
castrismo fueron concentrados en despiadados campos de trabajo. Puede pasear
hasta la prisión de Camagüey, donde
inició una huelga de hambre hasta la muerte, el prisionero de conciencia de
Amnistía Internacional, Orlando Zapata Tamayo.
El
Oriente cubano es un punto referencia de la crueldad castrista, inclusive antes
del triunfo de la revolución. Doce días después de la victoria insurreccional,
Raúl Castro ordenó el asesinato en masa de 72 personas. Se abrió una zanja con
una excavadora y los fusilados caían directamente en la fosa común. En esta
región murió Osvaldo Paya Sardinas y
Harold Cepero, todos integran la larga relación de crímenes
de la dictadura.
A
su regreso a occidente tiene la opción de ir a la isla de la Juventud. Puede
visitar las ruinas del Reclusorio Nacional para Varones de Isla de Pinos,
cárcel por la que pasaron en menos de ocho años más de quince mil prisioneros
políticos, una veintena fueron asesinados en un plan de trabajo forzoso en el
que el sadismo de los sicarios se manifestaba sin limitaciones, ejemplificado
en los miles de libras de explosivos situados en los cimientos de los
edificios.
Al
regresa a La Habana visite La Cabaña, conozca los fosos donde cientos fueron
fusilados sin proceso judicial y donde la estrella refulgente era la del
asesino en serie Ernesto Guevara.
Una
visita de gran sentido histórico es a la tumba de Pedro Luis Boitel, líder
estudiantil que murió en una huelga de hambre reclamando sus derechos de preso
político, aunque quizás opte por navegar al punto donde fue hundido el
Remolcador 13 de Marzo, un crimen que
causó la muerte de 41 personas, incluidos diez niños.
Como
habrá podido apreciar hay muchos lugares de extremo interés que puede visitar,
pero sin falsa modestia se le puede asegurar que hay muchos más de los
descritos, algunos que este servidor no conoce.
Pedro
Corzo
pedroc1943@msn.com
@PedroCorzo43
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