MAXIMILIANO DONAT |
En todas las épocas,
regímenes, formas de gobierno y países siempre ha existido la polarización, el
ying y el yang, lo negro y lo blanco, eternamente el ser humano se ha debatido
en una dualidad.
Los grandes
pensadores, maestros, mesías y profetas sin embargo siempre han diseñado
enseñanzas en las cuales debemos dejar de prestarle atención a estas dualidades
y enfocarnos en nuestro yo interno que Es por naturaleza indivisible y no dual.
En el mundo
cotidiano, político y mundano el ser humano ha copiado y repetido esta
dualidad, cada una revestida de la circunstancias de tiempo y acción. Venezuela
por ejemplo ha vivido en una constante dualidad, si nos manteníamos como
colonia española o independencia, decidimos independencia y nació la otra
dualidad seguimos siendo Gran Colombia o somos Venezuela, escogimos ser
Venezuela y nacieron otras dualidades, indudablemente produciendo cambios en lo
externo, lo banal, lo mundano, nunca hubo salvo contadas excepciones (Uslar
Pietri, Renny Ottolina) que buscaron el camino del medio, ese algo que nos hace
a todos iguales ante todos y no es otra cosa que SER CIUDADANO.
El Ciudadano puede
ser republicano o demócrata, chavista o demócrata, adeco o copeyano, de
izquierda o de derecha, monarquista o liberal, pero ante todo un ciudadano es
Ciudadano, y cuando ese venezolano se considera, se cree y se siente ciudadano
está tomando la vía del medio, ese espacio donde todos cabemos, como como dicen
los dualistas “en nuestro proyecto caben todos”, “en el comunismo caben todos”.
En la Europa del
siglo XX nace una concepción político-social llamada Tercera Vía, con el
objetivo de despolarizar a sus países y encontrar el camino de la Unidad a
través del Ciudadano. Indudablemente que la dualidad presentara siempre formas
y circunstancias para mantener la dualidad política en el tapete como espacio
de decisión, cuando la Vía del Medio o Ciudadana es una vía de Acción basada en
reglas de juego claras, sin ambigüedades duales, como lo son los Derechos y
Deberes del Ciudadano.
Hoy día, en nuestro
País, nos han encajonado en un tipo de dualidad creada por las circunstancia de
tiempo e ideológicas entre un “chavismo” y “mud”, para estos componentes de
esta dualidad creada todo aquello fuera de sus límites es contrario a la
existencia de un País de una Patria o Estado.
Sin embargo la
existencia constitucional del Ciudadano define el verdadero camino de la Unidad
de un País, pues sin los ciudadanos este si dejaría de existir y de nada
valdría ser “chavista” o de la “mud” si no se es ciudadano venezolano ante
todo.
Partiendo de esa
unicidad constitucional, los ciudadanos escogiendo el camino del medio, tercera
vía o unidad existencial, llevaremos al punto culminante el desarrollo pleno
del Estado Descentralizado, Federal y de Ciudadanos que nos señala la carta
magna.
Somos entonces los
Ciudadanos, componentes indivisibles de esta Unidad fundamental que es
Venezuela, quienes tenemos los Derechos y Deberes consagrados en la
constitución para hacernos de un verdadero Poder Político que unido a los
derechos económicos, civiles, sociales y de las familias, culturales y
educativos, ambientales, de salud, de trabajo, de vivienda, de alimentación,
sumados a los valores éticos, morales, de honestidad, de justicia con los que
los Ciudadanos podemos construir ese puente que Una a esas dualidades creadas
por factores con interés polarizador y divisor, dualidad creada con un solo
objetivo, de mantener cuotas de poder sobre los ciudadanos convirtiéndolos en
objetos electorales y no como lo que somos Sujetos de Derecho y Deberes
constitucionales.
El ciudadano dómine,
es la clave para una nueva distribución del poder político, debemos cambiar el
paradigma de País presidencial, donde solo
una persona detenta un poder ilimitado, pues es conocido que este cuando
es ilimitado es inestable.
Los Ciudadanos
debemos generar las circunstancias que permitan se cumpla el artículo 6 de la
CRBV que nos describe como una Republica que tendrá un gobierno democrático,
participativo, electivo, descentralizado, alternativo, responsable, pluralista
y de mandatos revocables.
Este solo lo podemos
alcanzar si transitamos el camino del medio, el camino del Ciudadano, como una
tercera vía para que los ciudadanos de los 335 municipios y 23 estados tengamos
el poder político para generar decisiones y controlar gobernantes a todo nivel,
el poder económico o acceso al capital de las riquezas petroleras para generar
riquezas y el poder educativo e investigativo para generar los conocimientos
necesarios para alcanzar el desarrollo socio tecnológico y productivo que nos
catapulte a ser un País de Ciudadanos de Primer Mundo.
Establecer estos
nuevos modelos de eficiencia y eficacia desarrollados por un ciudadano
emprendedor, involucran cambios profundos en los anquilosados y vetustos
modelos de Estado que hasta ahora han regido al País, que solo podemos alcanzar
con la participación de ciudadanos domine, no partidistas, no polarizados y
organizados que conformen la nueva Asamblea Nacional, donde podamos influir y
tomar decisiones que involucren el nuevo modelo ( plasmado en la constitución,
y nunca cumplido) de Estado Descentralizado con gestiones publicas eficientes y
eficaces en todos sus niveles, municipal, regional y nacional.
El nuevo modelo de
País está en nuestras manos, solo nosotros podemos romper paradigmas y
polarizaciones, Los Ciudadanos Domine somos la verdadera Unidad, somos el
camino del medio o la tercera vía ciudadana.
Maximiliano Donat
Coordinador Nacional DeCiDo Ong Ciudadana
@DCdomine
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