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Se estima que el 2015 será un año crucial
para el futuro de la paz en Colombia. El gobierno pretende firmar un acuerdo
con los narcoterroristas dándoles todas las concesiones, inclusive las que
erosionan la soberanía y la seguridad de
la república, y refrendarlos en un engaño ( como todas las acciones de Santos)
preguntándole al soberano si quiere la paz ¿quién va a decir que no? en las
elecciones legislativas de octubre. Las Farc en mi parecer no están interesadas
en lograr la paz, por lo que retardará
hasta el infinito las discusiones para no llegar a ningún acuerdo.
Frente ante esta incertidumbre, es lógico que
los círculos políticos discutan sobre cómo actuar frente a las alternativas de con buena fe colaborar
con el engendro que el farcsantismo pretende imponerle al país, o ser una voz
de alerta que clame contra las pretensiones de éste. Obviamente en el Centro
Democrático también se dio esta discusión, y como siempre, el presidente Uribe
cerró el debate con unas sabias precisiones que queremos comentar en este
artículo.
Comienza el presidente Uribe por reafirmar la
certeza de “la falta de control por
parte del Gobierno en el proceso de La Habana como lo acreditan los anuncios
recientes de la agrupación terrorista Farc. Más aún, la cesión sin
contraprestación debilita de modo creciente la autoridad del Gobierno en el
diálogo”. Siempre hemos señalado que el gran error del gobierno Santos es haber
negociado con los narcoterroristas de las Farc sin imponerles condiciones
mínimas que dieran prueba de la intención de paz de esos criminales de lesa
humanidad. Uribe hace énfasis en este error indicando el agravante de que esto
hace mella en la autoridad del Gobierno. Considero que el no hacer el gobierno
esas condiciones mínimas, es el punto focal del rechazo del Centro Democrático
a los diálogos de La Habana sintetizado en la frase” sí a la paz, pero sin
impunidad”.
En relación con el show mediático establecido por las Farc con
su falso cese unilateral de hostilidades, el presidente Uribe es tajante en rechazarlo porque ”Esto
constituye una nueva humillación a los soldados y policías al ponerlos de igual
a igual con el terrorismo. Además, el terrorismo en el pasado se valió de
oportunidades semejantes para fortalecer su capacidad criminal”. Agrego que lo
que está sucediendo es algo inaudito, que constituye una dramática traición a
la Patria, el cese unilateral de fuego, pero por parte del Estado¡
Lo anterior dicho lo recalca el presidente
Uribe cuando indica “En ausencia de esta
condición, lo que tenemos es un escalamiento de la intimidación terrorista, que
le impone al Gobierno la parálisis de acciones en su contra como requisito para
suspender el asesinato de colombianos”.
El presidente Uribe hace una proposición
respecto a la refrendación de los supuestos acuerdos:”Un Órgano Legislativo
Transitorio, de elección popular, con la previa y verificada entrega de armas y
desmovilización de la FARC, sin la posibilidad de que participen responsables
de crímenes atroces, podría ser un mecanismo para la discusión, aprobación,
rechazo o modificación de los acuerdos de La Habana”. Aun no se ha abierto el
debate sobre esta propuesta, pero creo que será uno de los pivotes del debate
político este año, aunque insisto que no habrá posibilidad de ésta o cualquier
otra forma de refrendación de los acuerdos, pues sencillamente no los habrá
porque ese es el interés de los narcoterroristas de las Farc. Pero es bueno el
discutir previsivamente como lo hace Uribe con esta proposición.
Finalmente me complace que el presidente
Uribe coincida con mi planteamiento desde hace cuatro años : “Tengo este
dilema: a ratos pienso que el terrorismo prepara la amenaza de la violencia y
la seducción de la paz para elegir un Presidente en 2018 que haga la transición
hacia el Gobierno del totalitarismo en 2022; a ratos pienso que el actual
Presidente quiere ser, él mismo, el tránsito que le permita a Farc, con
cualquier velo, instalar su Gobierno en 2018”. Esta amenaza es lo que llamo el
farcsantismo, y le advierto al presidente Uribe
que el punto clave para la realización de este proyecto es el fraude
electoral, realizado a través de los diferentes mecanismos incorporados en lo que se llama comúnmente el
voto electrónico, que va desde la biometría, pasando por el acto mismo de votar, la totalización y la
transmisión de los resultados. Ya es historia cómo el Foro de Sao Paulo utiliza
el fraude para la entronización de gobiernos adeptos a su ideología
castrochavista, en consecuencia el tratar de impedirlo debe ser una de las
tareas primordiales del Centro Democrático.
Alberto
López Núñez
alopezn62@hotmail.com
@alopeznunez
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