BIENVENIDOS AMIGOS PUES OTRA VENEZUELA ES POSIBLE. LUCHEMOS POR LA DEMOCRACIA LIBERAL

LA LIBERTAD, SANCHO, ES UNO DE LOS MÁS PRECIOSOS DONES QUE A LOS HOMBRES DIERON LOS CIELOS; CON ELLA NO PUEDEN IGUALARSE LOS TESOROS QUE ENCIERRAN LA TIERRA Y EL MAR: POR LA LIBERTAD, ASÍ COMO POR LA HONRA, SE PUEDE Y DEBE AVENTURAR LA VIDA. (MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA) ¡VENEZUELA SOMOS TODOS! NO DEFENDEMOS POSICIONES PARTIDISTAS. ESTAMOS CON LA AUTENTICA UNIDAD DE LA ALTERNATIVA DEMOCRATICA

viernes, 12 de diciembre de 2014

JOSÉ RAFAEL AVENDAÑO TIMAURY, DICIEMBRE NO ES S0LAMENTE NAVIDAD

JOSÉ RAFAEL AVENDAÑO TIMAURY
La navidad es sinónimo de fe y esperanza. El 25 de diciembre es la fecha que más se conmemora y se celebra mundialmente. Ha trascendido el aspecto religioso y se ha convertido en un periplo festivo que comienza a prepararse a partir del mes de noviembre y culmina el día de los Reyes Magos. Cada país tiene sus propias particularidades y las formas de conmemoración son diversas. Quien escribe es católico y hombre de fe, pero también con ideales democráticos y republicanos consolidados.

   El siglo XX en nuestro país siempre estuvo inmerso en acontecimientos importantes que sucedieron y gestaron en el mes de diciembre, cuyas resultas fueron definitorias en la historia patria.
   El 19 de diciembre de 1908 se fracturó el compadrazgo cierto entre dos hombres que produjo un cisma político que ejerció una influencia definitiva en la forma de practicar el mando y ejercer la política. Los 27 años de ejercicio del poder omnímodo gomecista significó la instauración de un caudillo único nacional y la erradicación de los viejos caudillos autónomos regionales. Gómez unificó al país desde el punto de vista político, geográfico y militar. Cipriano Castro salió de Venezuela para no regresar jamás y falleció en el exilio en 1924. Aunque las causas de los acontecimientos se fraguaron en otros tiempos, fue diciembre el mes que alumbró las transformaciones.
   El 17 de diciembre de 1935 murió en su cama Juan Vicente Gómez, luego de ejercer autocráticamente el mando en Venezuela. Con esa muerte –algunos historiadores se atreven a decir que el siglo XX comenzó en Venezuela en diciembre de 1935- comenzaron a gestarse diversos hechos que se emprendieron en octubre de 1945 y terminaron en noviembre de 1948. Luego comenzó una era de más de nueve años, todos turbulentos y con modalidades diversas que culminaron en enero de 1958.
   El 15 de diciembre de 1957 Pérez Jiménez –haciendo uso arbitrario de la Constitución Nacional, como lo hace en la actualidad el régimen que nos desgobierna- practicó un recurso político que no tenía rango constitucional ni legal. Convocó un plebiscito para eludir la celebración de elecciones nacionales para elegir nuevo presidente. Como suele suceder, quienes gobiernan piensan que tienen endosada a perpetuidad la facultad eterna de mandar, celebraron un fraudulento proceso electoral cuyas resultas fueron las cínicamente previstas: que la inmensa “mayoría” de los venezolanos deseaban la continuidad del presidente, que lo aclamaban y que no era necesario efectuar las elecciones generales establecidas en la Carta Magna de entonces. Para ello, no necesitaron ni la intervención del inútil y espurio Congreso Nacional, ni las interpretaciones acomodaticias por parte del más alto Tribunal de la época.
   Mientras, los venezolanos se preparaban a conmemorar las festividades navideñas y “la procesión iba por dentro”. En millares de mentes bullían ideas para el cambio político. Atrás quedaban nueve años de luchas, muertos y exiliados. La Pastoral del 1° mayo de 1957 y la huelga universitaria del 21 de noviembre habían encendido con más vigor los deseos de cambio de gobierno. Ese 24 y 31 de diciembre los militares dignos, al alimón con civiles resueltos, estaban gestando lo que comenzó el 1° de enero y culminó el 23. Aquel diciembre de 1957 significó para el país el comienzo de una serie de hechos importantísimos -entre ellos la unidad plena de la oposición, a través de la Junta Patriótica- para el derrocamiento de la dictadura militar y la consolidación de la democracia.
   Fueron 41 años de hechos positivos y negativos y quienes tuvieron bajo su responsabilidad la conducción de los destinos de la república no quisieron o no pudieron darle al régimen democrático una profundidad mayor y necesaria en el área social. Esto era perentorio para que la consolidación real de la etapa democrática se afincara en pilotes sociales más sólidos para hacerla perdurable.
   El 5 de diciembre de 1998 significó para los compatriotas el comienzo de una nueva etapa donde la mayoría esperaba que la república retomara el rumbo, para ese entonces signado por corruptelas y desigualdades sociales.  Los cambios eran necesarios efectuarlos no solamente desde el punto de vista democrático formal. Ya que a pesar de sus imperfecciones, el sistema era susceptible de enmienda porque el país estaba suficientemente maduro para emprender nuevas metas políticas y sociales que eran compartidas por la mayoría. Hoy, a 16 años de aquellos hechos, nos encontramos sumergidos en una Crisis Nacional –política, social y económica- sin precedente alguno a punto de implosionar.
   En diciembre de 2014, por primera vez en el siglo XXI, se anuncian eventos insoslayables para solventar la crisis. La única vía es afrontarlos por intermedio de lo establecido en la Constitución Nacional, a través de los nuevos poderes públicos a conformar -CNE, TSJ en sus Salas Constitucional, Electoral y Penal, Contraloría General de la República, Fiscalía General de la República y Defensoría del Pueblo- ajustados todos de acuerdo al espíritu, propósito y razón de la misma, para así ejercer a plenitud todos los recursos democráticos, o dar el paso incierto hacia el abismo, también por vía legal incruenta -con el riesgo latente y no deseado de que se convierta en cruenta- para restaurar la vigencia plena de la Carta Magna, a tenor de lo establecido en el artículo 350 constitucional como camino también legítimo y democrático.
   Si las previsiones establecidas en la Constitución se cumplen -solo así, de esta y única manera- tendremos un Poder Legislativo a elegir con rango de incuestionable legitimidad, adquirida al igual de todos los demás Poderes Públicos que deben ser necesariamente relegitimados en lo que queda de diciembre, o más tardar en enero para que sus atribuciones sean ejercidas a cabalidad como garantes del pleno estado de derecho.
¡Libertad para todos los presos políticos en esta Navidad!
¡No a la participación de la oposición en las elecciones parlamentarias, con primarias o sin ellas, si los poderes públicos nacionales siguen conformados de igual manera a lo actual!
José Rafael Avendaño Timaury
cheye@cantv.net
@CheyeJR

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, DIARIO DE OPINIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, ACTUALIDAD INTERNACIONAL, OPINIÓN, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, REPUBLICANISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA,ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

1 comentario :

Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.