ISAAC VILLAMIZAR |
Los
genios que dirigen la educación universitaria ministerial aprobaron que a
partir del 2015 el índice académico de los bachilleres de primero a cuarto año,
para ingresar a la universidad, sólo tendrá la ponderación del 50%, cuando
antes valía el 95%. Según el ministro de Educación Universitaria, esto será un
“perfeccionamiento” del Sistema Nacional de Ingreso.
Según
su impecable criterio, “hay unos exámenes de admisión que excluyen a un poco de
gente”, por eso “serán eliminados en el 2015”.
Para
estos expertos ilustrados, con relación al 30% que valdrá la condición
socioeconómica, “favorecer por medio de una escala al que esté en condiciones
desventajosas es importante en el tipo de sociedad que estamos construyendo”.
Para el régimen, los hijos de la clase media trabajadora, luchadora, “burgueses
que alcanzaron la excelencia académica”, no merecen estudiar en universidades
públicas. Es decir, son castigados por ser magníficos estudiantes, pero tienen
el pecado de haberse preparado en un colegio privado y vivir en una
urbanización.
La
verdad es que este gobierno inepto quiere mantener a los jóvenes en la ignorancia,
esclavitud ideológica y oscuridad mental. Solo para enunciar los países con
mejores sistemas de educación en el mundo, y lo que hacen para llegar a altos
niveles de formación, citemos los que encabezan los estudios serios de la
Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, OCDE, que promueve
políticas que mejoren el bienestar social en el mundo.
Finlandia,
que está en la vanguardia, considera la carrera de profesor como una de las más
prestigiosas y solo cerca del 10 % de los aspirantes logran ingresar a
estudiarla en la universidad. Es una de las tres profesiones mejor pagadas, con
un ingreso muy selectivo y con condiciones laborales muy adecuadas en términos
lectivos. La educación parte de los 7 años, no hay mediciones estandarizadas y
no se aplican evaluaciones sino hasta el quinto año. En Corea del Sur, con
universidades de exclusiva formación pedagógica, desde 1995 se abolió la
intervención directa del Ministerio de Educación. Las TIC son altamente usadas
en el aula y se ha diversificado la cantidad de ramas que pueden tomar los
alumnos, permitiendo que puedan optar dentro de una determinada área, como un
idioma dentro de varios que se ofrecen. En Singapur el sueldo de los profesores
está definido por ley a la escala de un ingeniero y el 30% de los mejores
alumnos son los que postulan a pedagogía. En Japón el profesor es la clave del
éxito de un sistema educacional cuyos alumnos destacan a nivel internacional,
sobre todo en ciencias y matemáticas.
Los
docentes, profesionales con la mejor remuneración, desarrollan un trabajo en
equipo constante en sus horas no lectivas, a partir de las observaciones de sus
clases y de la reflexión respecto a ellas. Estas horas no lectivas también las
aprovechan para su desarrollo personal y para hacer acompañamiento y ser
mentores de nuevos profesores. Ni hablar de Canadá, en el cual el 95% de los
alumnos canadienses asisten al sistema público gratuito, que se caracteriza por
solo permitir la docencia a profesores certificados y seguir un plan de
formación estandarizado. Los gobiernos provinciales están a cargo de la
educación, pero son administrados por comisiones escolares. En Holanda, gracias
a la libertad curricular, los colegios pueden elegir qué enseñar y cómo hacerlo
dentro de ciertos marcos.
Estas
son las potencias educativas en el mundo. Diametralmente opuestas al sistema
venezolano que pretende convertir alumnos brillantes en imbéciles. Me rebelo
ante tanta estupidez gubernamental. Como diría el escritor Javier Marías, este
gobierno aún “tiene capacidad para sorprender, como todos los imbéciles
mayúsculos”.
Isaac
Villamizar
isaacvil@yahoo.com
@isaacabogado
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