“Vamos
a expropiarlo todo”, pensó un sujeto con barba vestido de populismo: y así fue.
A principio de los 60s expropiaron (robaron) la gran empresa y finalizaron en
1968 cuando le quitaron hasta la máquina de cortar césped a los jardineros.
Los hoteles como el
Hilton Habana pasaron a ser controlados por el Estado, al igual que cadenas de
supermercados, tiendas, empresas constructoras, farmacias, canales de
televisión y radio, fábricas de todo tipo… La industria nacional barrió con
todo el potencial y la iniciativa individual y convirtió al Estado (que
en Cuba es lo mismo que Gobierno) en el único inversor y
planificador de la economía cubana.
“Vamos a quitarle
las empresas a la burguesía”, decía el mismo hombre con barba hablando por un
micrófono a válvulas U47 (el mismo que usaba Frank Sinatra) escuchándose de
fondo los aplausos de un pueblo embriagado y enardecido por el nacionalismo ardiente.
Claro, esas palabras maquilladas de carisma sonaban muy bonito. Pero… ¿cómo iba
a financiar el Gobierno cubano toda esa empresa en pleno desarrollo? Jamás lo
dijo.
Los siquitrillados
(término que usaban los comunistas de la época para humillar a los burgueses y
no tan burgueses que fueron despojados de sus bienes) jamás recibieron un
centavo como indemnización. Les robaron absolutamente todo: casas,
carros, negocios; incluso hasta la ciudadanía cubana cuando
emigraban.
Pero… ¿qué ocurrió
con todo lo que se expropió?
Almacenes
mayoristas, la cervecería Hatuey, empresas de transporte, tostaderos de café,
fábricas de dulce en conserva, la Molinera Oriental, la fábrica de cementos
Titán, por mencionar algunos ejemplos, desaparecieron al poco tiempo. No sería
lo único que degeneraría:
· En 1958 existía una relación de 1 autobús
cada 300 habitantes. Hoy en día, la relación es de 1 autobús
cada 25,000 habitantes.
· En 1958 existían 6 millones de cabezas de
ganado. Hoy se cuentan 1,8 millones.
· En 1958 circulaban en Cuba un total de 18
periódicos diarios nacionales, hoy sólo circulan 3 (con el mismo
editor de noticias).
· El salario mínimo de un trabajador agrícola en 1958
era de 3 dólares de la época al día. Cuba era el séptimo país en el
mundo y el segundo en el continente con mejor política salarial. Hoy el salario
mínimo en Cuba es de 41 centavos de dólar al día.
Durante los años,
el sueldo mínimo percibido por la clase obrera se redujo a pocos
centavos al día y desapareció la clase adinerada capaz de invertir, financiar o
contribuir con impuestos al presupuesto nacional. Al Gobierno, al tener la
totalidad de la economía cubana bajo su control y al ser tan bajo el poder
adquisitivo de la población cubana, le fue imposible poder mantener la
industria y reinvertir para el desarrollo de la misma. Las “gratuidades” le
permitían a la población acceder a ciertos servicios, pero al ser gratuitos el
Estado no recuperaba la inversión y por lo tanto, a medida que pasaban los
años, el presupuesto disponible iba menguando y la calidad de los servicios
empeoraban; algunos, incluso desaparecieron.
La piscina pública
que vemos en la foto fue expropiada en 1968 y comenzó a ser de acceso gratuito.
Justo ese mismo año dejó de funcionar como piscina. Hoy es utilizada como campo
de fútbol por los niños y jóvenes de la localidad.
La revolución
cubana ha sido tan fuerte que convirtió una piscina olímpica en campo de
fútbol.
Al ver,
el Estado cubano, que mantener su total control sobre la gran, mediana y
pequeña economía resultaba una tarea ingente, comenzó a eliminar empresas,
fábricas, e industria en general, reduciendo a un mínimo la cantidad de
empresas por rama productiva. Por ejemplo, de 19 distintas empresas
productoras de leche que tenía Camaguey, eliminaron 18 y dejaron solamente una,
incorporando a los trabajadores de las 18 empresas eliminadas en la
sobreviviente. Así ocurrió con la mayoría de los sectores de la
economía nacional, reduciéndose al mínimo y quedando en abandono mucho de lo
que se expropió.
A principios de los
90s, con la crisis posterior al derrumbe de la URSS, Cuba se vio
sin la ayuda solidaria y desinteresada de los rusos, y comprobó que era un país
ineficiente con una capacidad productiva insuficiente para mantenerse.
El antiguo
hotel Hilton Habana, hoy Habana Libre, ícono habanero de
céntrica ubicación en la esquina 23 y L, fue decomisado por el Gobierno cubano
quien, décadas después, incapaz de gestionarlo de manera eficiente se vio
obligado a entregarle la administración a una cadena trasnacional (Tryp,
perteneciente a Meliá). Lo mismo ocurrió con los hoteles de Varadero y de los
cayos. Otros muchos no sobrevivieron, como el Hotel Packard, el Hotel New York
o el Hotel Regina. Hoy han desaparecido en su totalidad o quedan ruinas fantasmagóricas.
El Hotel Packard
fue “expropiado” (sin indemnización) hace medio siglo. ¡Hubo una Revolución!
(click para ampliar)
Las destilerías del
ron Havana Club, pertenecientes a la familia Arechabala, fueron
nacionalizadas por el Gobierno cubano en 1960. Años después, en 1993, el mismo
Gobierno le entregó la gestión de toda la cadena de suministros de Havana Club
a la empresa francesa Pernod Ricard, segunda mayor firma fabricante de
licores en el mundo.
La historia nos
enseña que es mala idea hacer algo sin prever las repercusiones. Antes de haber
apoyado a alguien que habla bonito y utiliza palabras como “pobres,
derechos, libertad, imperialismo, injerencismo, conspiración, soberanía,
pueblo…” debimos haber asumido nuestro papel de ciudadanos responsables y haber
demandado en blanco y negro los detalles de cada proyecto, estrategia y
política.
Después de 56 años de
esto que llaman “socialismo y comunismo”, el presupuesto público anual en Cuba
no es transparente. Ningún mortal común tiene acceso a saber el detalle de cómo
y cuánto gasta el Gobierno cubano en educación, salud, armas, propaganda
política… o cuánto simplemente desaparece mágicamente de nuestras arcas.
Tampoco sabemos a dónde va el dinero que se recauda en turismo, en remesas, en
exportación de servicios médicos…
El mismo señor
barbudo de mirada estremecedora de hace medio siglo, hoy con menos pelos
en la barba pero muchos hijos, nietos y sobrinos, que son los que controlan la
producción: desde la papa, la zafra azucarera hasta el efectivo ingresado a
Cuba por concepto de turismo, mientras pagan a la fuerza de trabajo los
salarios más bajos de todo el continente. A eso le llaman “Patria” y “Socialismo
Invicto”; yo desde mi modesta opinión, le llamo la Cuba usurpada.
El Hotel New York
fue expropiado por Castro en 1960. Véanlo hoy después de una REVOLUCIÓN.
Hotel Regina,
expropiado por Castro hace medio siglo. Véanlo unos días antes de su total
demolición
Juan
Antonio Muller
juaam226@gmail.com
@cambicha
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