“La gota de sangre mala, dura hasta la séptima generación” Dicho irlandés.
Venezuela vive la peor tragedia
de su historia. La soberanía alimentaria que nos vendió la revolución, no hizo
más dependiente que nunca. El socialismo productivo resultó una oferta
engañosa. Liquidaron el aparato productivo y el sector agroindustrial está
desolado. Luego de 16 años de desgobierno no hay alimentos, insumos básicos y
para colmo de males, no hay medicinas. Es el legado del “Mitómano eterno”.
El país cuenta con las reservas
petroleras más grandes del mundo. En estos 16 de robolución, ingresó al tesoro
público, la más gigantesca y fabulosa suma de dólares, jamás soñada, por
república alguna en el globo terráqueo. Los resultados de la “administración”
de esos recursos no pudieron ser más nefasta. La salvaje corrupción que se
desató, desde el llamado “Plan Bolívar 200”, pasando los $25 mil millones que
se robaron de CADIVI, hasta el día hoy, tienen al país saqueado, arruinado y en
ruinas. Es el legado del “Mitómano eterno”.
El daño y desastre que vive la
patria, no tiene posibilidad de ser revertido por los actuales gobernantes. Es
más para recuperar la noción de patria en orden y progreso, costará, a las
nuevas generaciones, muchas décadas. La pérdida de valores, la decadencia en la
calidad de la educación y la desatada violencia criminal, surgida al amparo de
la más insólita impunidad, nos colocan en una situación dramática. El
chavomadurismo responsable, no es la solución. Es el problema. Nos espera
sangre, sudor y lágrimas como consecuencia del abismo en que nos metió la mal
llamada revolución. Es el legado del “Mitómano eterno”.
Es tan desastrosa la situación
que vive el país y, tan sombrío el panorama, que después de disfrutar de
altísimos precios petroleros, que se fueron por la cloaca de la corrupción y el
despilfarro, estos empiezan a bajar dramáticamente y, la gripe nos agarró sin
pañuelos. El llamado FONDEN, donde supuestamente se ahorraría, para tener un
colchón, que amortiguara, el impacto de una posible caída de los precios del
petróleo, es una caja negra y según los entendidos, también esa fabulosa
riqueza, se la despalillaron. No hay dónde caer muertos. Es una tragedia global
la que vive el país. El legado del “Mitómano eterno”.
Estamos mal y, con este gobierno
definitivamente, vamos peor. El país viene en caída libre, sin paracaídas y no
hay un cojincito para que nos salve de un fatal impacto. La única manera de
detener el estrepitoso golpe, es cambiar al gobierno y el modelo económico. No
hay otra manera de revertir la catástrofe, que significa para el país, el
legado del mitómano eterno.
José “Cheo” Salazar
sjose307@gmail.com
@Cheotigre
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