Indistintamente de la naturaleza y las
intringulidades que rodean la muerte de Serra, 
que esperamos no quede como el otro crimen reciente de  Otaiza, que el país no supo que paso en ese
asesinato.   
Y sin contraernos a volver a
oír   las opiniones  políticas irresponsablemente  emitidas 
sobre este nuevo caso que involucra a 
altos  funcionarios del
régimen,  dadas otra vez por  la jerarquía gubernamental   de que “lo mato la oligarquía canalla ”,
según Diosdado,  o, el  “fascismo máyamero” según Maduro, y  otras más de este estilo,  para citar dos como las más resaltantes,  sin que los cuerpos policiales evalúen  el hecho y 
los móviles   que rodearon  la muerte 
de Serra, y le hablen al país de lo que rodeo ese crimen. 
Seguramente el
régimen se dará cuenta  y tienen que
admitir que aparte de la histórica tragedia económica que  vivimos los venezolanos y a la cual no  están en capacidad de darle   repuesta, y que  tiende a implosionar idefefectiblemente con
las consecuencias que  saben que va a tener
para ellos.  
Tienen  paralelamente 
otra similar y dramática  entre
manos, que es  la gravedad de la
situación delincuencial y de crimen que azota 
despiadadamente el país, realidad  
que sin la menor duda  no es más
que una expresión estructural  sociológica
de la tragedia global que vive el país y del caos en que está convertida
Venezuela. 
Todo  en medio de una
impunidad absoluta y de una   anarquía  social sin precedentes, realidad que  tratan de ocultar, lo  que les agrava la situación, mas no le dan
solución a nada. Criminalidad que tiene 
colocado a Venezuela  en los
índices internacionales como uno de los países más peligros del mundo junto  a México y Colombia. Y cuyos resultados en
materia  criminal se traduce cuando cada
fin de semana  los  medios de comunicación informan los
cientos  de cadáveres que llegan hasta
400 muertos semanales en todo el país  de
venezolanos  casi en su totalidad menores
de 30 años, que  caen  asesinados. 
Pero lo más trágico de este
drama,  es que al Sr. Rodríguez Torres
solo se ocurre decir que esa carnicería semanal que ocurre  indetenible e increscendo  para justificar esa matanza, y ante el
absoluto  fracaso  de su 
preventivo-represivo plan Patria Segura.  Decir que  esos muertos son
producto de “enfrentamientos entre hampones”. Por Dios señor ministro Rodríguez
Torres,  ¿a que país cree usted que le
está hablando  y a quien le dice
eso?.  
Usted le tengo, indiferente de su
formación castrense como un individuo formado cultural y universitariamente. Y
usted, tanto como yo y como otros  
venezolanos   que  estudiamos históricamente día a día  la grave 
realidad nacional, que esta anarquía y caos global que impera en el
país  es de  orden socio-económico y cultural y de
carácter estructural y de inoperatividad e ineficiencia del régimen para
abordarlo, y luego, de la  impunidad
judicial frente al crimen organizado: 
Droga,  alcohol, desempleo,
incultura, promiscuidad y violencia 
familiar, corrupción e ineficiencia gubernamental,  
Esa es la verdadera razón señor ministro, no
es represivo,  y estoy seguro que Ud.
esta conmigo claro  en ello. Hasta allí
no más, dejémoslo así. Alea jacta est
Jose
Eduardo Guzman Perez
guarauno2000@gmail.com
@guzmanperez1
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