Para lograr un equilibrio
responsable entre libertad e igualdad en una verdadera sociedad democrática, es
necesaria la voluntad política compartida que garantice lealmente y sin cortapisas la libertad de
prensa, de modo que haya tanto un cabal reconocimiento de la libertad de
expresión y de opinión como un resguardo del derecho de la sociedad venezolana
a informarse debidamente
Este es un derecho
fundamental del público: ser informado, considerado como parte de un acto de
justicia: el dar a nuestra sociedad venezolana una correcta percepción de sí
misma, al tiempo que se permite a cada persona tener una adecuada integración
al entorno que lo rodea.
Con la adecuada
información de los medios cada persona tiene más opciones donde elegir, lo que
aumenta, consecuentemente, la libertad social. Así, la libertad de información,
opinión o libertad de prensa puede sustentar tanto una libertad de expresión
para todos los ciudadanos que leen las columnas de opinión o a los
articulistas, como también el respaldo más profundo de un derecho a la
información.
Eso significa no
solamente asumir el valor de la libertad de expresión u opinión individual sino el valor de la expresión
medido también en términos de beneficio público. Es trascender una
interpretación de libertad puramente individualista, para llevarla también a
nivel de institución social, a través del reconocimiento de un derecho.
¿Existirá en muchos diarios de nuestro país este llamado derecho a la información y a la opinión? ¿Y vale la pena reconocerlo? Antes que nada es necesario establecer que la libertad de expresión y de opinión es el primer fundamento de un régimen que sea auténticamente democrático.
Toda persona debe,
al menos en teoría, tener el pleno derecho de expresar libremente sus
opiniones, recoger la información que estime conveniente, y darla a conocer en
los diarios. Pero si se sigue esa línea de pensamiento hasta sus extremos, la
existencia de cualquier medio informativo en la medida en que limita la
expresión de algunos (nadie puede exigir que una empresa publique algo), sería
una limitante de la libertad de expresión, así entendida.
Aun cuando se
sustente en el derecho de propiedad de sus periódicos. Uno de los desafíos del Estado democrático
moderno, por supuesto no el venezolano radica, entonces, precisamente en
asegurar a sus ciudadanos que reciban la máxima información posible. Y eso
puede ser por vía de garantizar a todos y todas las expresiones de sus
opiniones, ser fuente informativa y acceder a otras.
Pero también por
regular una profesión periodística entendiendo que a quien informe
profesionalmente puede tomársele cuenta de sus acciones, especialmente desde
perspectivas legales y éticas. La profesión informativa se constituye, así, en
torno al deber de informar.
En 1985, en un
simposio sobre La verdad y la prensa, seis periodistas norteamericanos
analizaron la relación entre prensa y gobierno; allí uno de ellos, Francés
Fitzgerald, señaló: « el público tiene derecho a saber, equivale a afirmar que
el gobierno tiene el deber de permitir que las personas reciban la información
que necesitan como ciudadanos de una democracia».
Y hago esta cita,
por lo que ha venido sucediendo en Maracay con la muerte de 8 personas en el
Hospital Central, donde se censuran las opiniones del r Sarmiento, Presidente
del Colegio Médico del Estado Aragua y el Gobernador El Aisammi desmiente lo
que sucede en la entidad.
En síntesis, y para
efectos de los medios, la relación entre democracia y libertad tiene:• un
ámbito general que es acrecentar la libertad de todos y cada uno de los
hombres, • una libertad más específica que se basa en ésa más general: la
libertad de expresión y de prensa.
• Y finalmente ella
deriva en el establecimiento del derecho a la información y de su subsecuente
deber de informar, como una garantía mayor de la libertad de expresión y como
manifestación de un objetivo valórico de la libertad de prensa.
Porque lo que no
puede suceder nunca es que el concepto de libertad del hombre se asocie a una
gracia otorgada por la autoridad, y la libertad de expresión termine por
convertirse, como sucedió en algún momento en Grecia, en «permiso para la
libertad de palabra». La libertad de prensa es el concepto que traspasa a las
empresas parte del poder individual de la libertad de expresión.
Esto es legítimo,
si se resguardan los intereses del público, o sea los intereses de los hombres,
más aún de cada hombre. No lo es si solamente genera un grupo de poder.
Por esta razón,
desarrollar el derecho de la información es -en síntesis- proteger la
importancia general del principio de libertad de expresión y opinión e
introducir en la pseudo-democracia venezolana el verdadero concepto de deber de
informar y de opinar.
Zenair Brito Caballero
britozenair@gmail.com
@zenairbrito
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