Para
los trabajadores debería ser un lujo tener en su país a un obrero como
presidente de la república, al contar al mismo tiempo con alguien capaz de
sentir el esfuerzo humano y el sudor de la gota gorda, para obtener un salario
suficiente, lograr sustentar su familia y enfrentar los avatares de la vida
diaria.
De
hecho son contados con los dedos de la mano la lista de mandatarios electos
democráticamente, cuyos genes provienen del proletariado, siendo uno de los más
renombrados Lech Walesa obrero electricista de los astilleros del Gdansk, y el
caso latinoamericano de Lula Da Silva, obrero metalúrgico del ABC zona industrial
de Sao Paulo. Del resto de presidentes obreros la lista es larga y proveniente
de las filas de los partidos comunistas de la Europa del Este, cuyo origen era
la disciplina impuesta desde el Kremlin
a los gobiernos títeres del Pacto de Varsovia.
En
los casos citados inicialmente el dirigente de Solidaridad logró conquistar la
libertad y la democracia, no sólo para Polonia, su acción marcó desde las
huelgas de los astilleros en 1980 el inicio del derrumbe de todo el bloque
soviético, el segundo, dirigente del PT determinó en su gestión desde 2003 la
recomposición de la estructura social de Brasil, más allá de las críticas a su gestión.
En nuestro caso, el que llegara en autobús a Miraflores en abril 2013 por obra y gracia del CNE, ha desarrollado una gestión carente de las expectativas creadas en la campaña electoral a los trabajadores, a tal extremo que jamás se había destruido tanto el salario, el empleo y los contratos colectivos como ningún mandatario nacional que lo antecediera, incluyendo a su mentor quien lo catapultara como candidato presidencial en diciembre 2012.
Incluso
si vamos a los presidentes civiles del siglo XX, contra quienes hemos tenido
divergencias en diversos aspectos de sus gestiónes, cada uno impulsó medidas sociales destacables
en beneficio de los trabajadores.. En materia de empleo Rómulo Betancourt con
el plan de sustitución de importaciones y la construcción de Ciudad Guayana; En
referencia al gobierno de Raúl Leoni se
aprobó la vigente Ley del Seguro Social Obligatorio, en el caso de Carlos
Andrés Pérez resalta la Ley de Despidos Injustificados y la creación de los
fideicomisos y el de Rafael Caldera las dos leyes del trabajo (1936,1990)
Hasta
su predecesor Teniente Coronel Hugo Chávez, a partir del texto constitucional
estableció el monto de la pensión del Seguro Social al nivel del Salario Mínimo,
impulsó las misiones como política social de emergencia, y el DLOTTT que
promovió derechos progresivos individuales y manifiestamente represivos en los
derechos colectivos.
Entre
tanto el autocalificado presidente obrero en 18 meses de gestión se olvidó de
su origen obrero, con el lamentable saldo resumido en persecución policial a los obreros de SIDOR,
incumplimiento a 2.000.000 de trabajadores públicos con el contrato Marco,
represión militar a los trabajadores de PETROCASA. En definitiva sobradas
razones para concluir que no hay peor cuña que la del mismo palo.
Froilan
Barrios
fbarriosnieves@gmail.com
@froilanbarrios
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