Otra vez el gobierno humanista y obrerista de
Nicolás Maduro, mete la mano en el bolsillo de los venezolanos para sacarle el
poco dinero que gana. El vicepresidente para el área económica, ministro de
petróleo, presidente de PDVSA y novio de la madrina, Rafael Ramírez, anuncia
otra devaluación disfrazada llamándola unificación de los tipos de cambio
existente con relación al dólar. Este tipo con una cara bien dura dijo que el
país ya no aguanta las tasas cambiarias de Recadi, Sicad I y Sicad II; como si
eso lo hubiesen inventado los extraterrestres o los mismos demonios del
Imperio. No mi llave, esa vaina la inventaron ustedes para hacer grandes
negocios con la venta de dólares en el mercado paralelo.
El Vice y Superministro, no solo anuncia la
unificación cambiaria que en la práctica es una devaluación, sino que también
dice que implementaran medidas fiscales que
significan cobrar mas impuestos, y las justifica diciendo que es para
sanear la economía, lo cual no es otra cosa que meter la mano en el bolsillo de
los venezolanos y generar mas hambre para el pueblo, especialmente a la clase
que dejó de ser media hace bastante
tiempo y los que el gobierno obrerista y humanista califica como su
pueblo, que son los pobres.
No hay que olvidar que cuando Hugo Chávez
llegó al poder en 1999, el dólar costaba 460 bolívares de los viejos que
significan 50 mil bolívares de los viejos. Igualmente Chávez impuso un severo
control de cambio con penas de cárcel para quienes no justificaran tener
dólares en su poder, exactamente lo mismo que hizo Fidel Castro en Cuba, y en
vista que la inflación producto de las devaluaciones seguiría en ascenso,
Chávez inventó el cuento del bolívar fuerte y le quitó tres ceros a la moneda
para los venezolanos no vieran tan altos los precios de los productos.
En ese
mismo orden, Chávez empeñado en acabar con la empresa privada estimuló
las importaciones de alimentos de otros países y creó a RECADI para vender
dólares a 2,30 bolívares fuertes, lo cual significaban 2300 bolívares de los
viejos. Esto evidentemente generó una gran corrupción donde muchos enchufaos
del gobierno con empresas de maletín solicitaban dólares para traer alimentos y
no los traían o los traían podridos. En 2010 aparecieron miles de toneladas de
alimentos podridos en varias estados del país y hasta la fecha no hay ni un
solo preso por esta estafa a la nación.
Producto del mal manejo y el desastre fiscal,
el régimen llevó el dólar a 4,30 bolívares fuertes, que en la práctica eran
4300 mil bolívares de los viejos, manteniendo algunos alimentos de primera
necesidad en 2,30. Luego vino el Sicab I que llevó el dólar a 10 bolívares
fuertes, o sea 10 mil bolívares de los viejos y por último el Sicad II a 50 mil
bolivares. Con estas devaluaciones ya el bolívar no era fuerte sino raquítico y
los enchufaos siguen haciendo negocios con las empresas de maletín, al extremo
que según Jorge Giordanni, en 2012 empresas de maletín recibieron 22 mil
millones de dólares y tampoco hay nadie preso ni investigado.
Otra de las pruebas de que el bolívar no es
tan fuerte como lo pintó Hugo Chávez, es que en 1999 cuando la mal llamada
revolución llegó al poder, con un bolívar de los viejos se compraban 7 pesos
colombianos y después de 15 años hay que poner 30 bolívares de los que el
gobierno llama fuerte para comprar un peso, o sea 30 mil bolívares de los
viejos. Esas son las “maravillas y el progreso” que ha traído la revolución
inventada por el difunto presidente Hugo
Chávez y que hoy sus seguidores defienden con gritos y golpes de pecho.
En conclusión, hoy vivimos la inflación mas
alta de Latinoamérica y la tercera del mundo, con escasez donde cuando
preguntamos por algún producto, la respuesta es no hay.
Gerónimo
Figueroa Figuera
geron2ff@hotmail.com
@lodicetodo
CNP:569
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