Disculpen,
no se trata ni de Boudou, ni del mundial. Es de terror.
El
viernes 13 (dicen que trae mala suerte y quizás sea cierto; vislumbrar la
verdad puede no ser agradable), en www.informadorpúblico.com Guillermo
Cherasny escribió:
“En
2004, a poco más de diez meses de iniciado el gobierno de Néstor Kirchner, el
entonces ministro de defensa José Pampuro, asesorado por agencias
gubernamentales americanas, elaboró un estudio para radarizar la frontera norte
del país, con un costo cercano a los 50 millones de dólares, y también propuso
una ley de derribo muy similar a la que se sancionó en el Brasil, donde también
intervino el Departamento de Estado y la DEA.
Pero
cuando el ministro le llevó el plan a Kirchner, éste lo habría felicitado por
el trabajo diciéndole que estaba muy bien hecho pero que no podía aprobarlo
porque tenía un compromiso con Evo Morales, ya presidente de Bolivia, en
momentos en los que estaba renegociando la provisión de gas natural del
altiplano.”
De
ser verdad, y parecería serlo por los resultados, para permitir la fiesta
populista que suma votos y resta posibilidades de crecimiento real, el gobierno
K decidió subsidiar el gas, que Argentina tiene, y mucho.
No
se les permitió a las empresas concesionarias subir las tarifas de a poco,
después de la terrible devaluación de la salida de la convertibilidad. Ende,
las empresas no exploraron nuevas posibilidades y se fueron gastando las
reservas conocidas.
Con
la bonanza internacional el país creció. El gas empezó a escasear. Se lo dejó
de exportar a Chile y a Uruguay. Igual faltó. El gobierno tuvo que salir a
comprarle gas, primero a Evo y luego el gas licuado de Dubai, más caro.
El
gas comprado a Bolivia salió particularmente caro. No sólo caro en US$ que no
tenemos, ha salido mucho más caro ya que
nos hemos convertido en un narco país, considerado así por las Naciones Unidas.
Algunos
pocos datos de ONUDD (Oficina Naciones Unidas contra la Droga y el Delito)
2013: Argentina es el 3° exportador de cocaína en América después de Brasil y
Colombia. Argentina es el 2° consumidor de cocaína después de EEUU en América y
el 2° de marihuana. Según la DEA, Argentina está exportando alrededor de
70.000tn de cocaína por año a Europa.
Desde
2010, Argentina no da información sobre drogas ni a la ONU, ni a la DEA (que ha
dejado sólo un (1) hombre en el país. Se manejan por las noticias de los
medios. Algunos ejemplos de noticias locales, nunca desmentidas.
Entre
Bolivia y Argentina hay 750 pasos clandestinos (si se conocen dejan de ser
clandestinos, ¿cómo y por qué siguen existiendo?). Entre Paraguay y Argentina
existen 60 pasos clandestinos, se repite la pregunta. En el norte del país
existen 1500 pistas de aterrizaje clandestinas. Cansa repetir la pregunta.
En
los últimos años se han instalado en el país 6 cárteles y tenemos uno, “Los
Monos” en Rosario, made in Argentina.
Mejicanos que desde Buenos Aires envían cocaína a Europa. Colombianos en
el NEA; a Salvador Mazza la llaman “La Juárez Argentina”.
Bolivianos
en Liniers produciendo cocaína. Peruanos en la villa 11-14. Paraguayos en Villa
Soldati y dominicanos en Constitución. Hace pocos días detuvieron a una banda
narco a 4 cuadras del departamento central de policía de CABA.
Las
fronteras no existen, están dibujadas para que las estudien los chicos en las
escuelas; el cielo no tiene ley de derribo que tienen casi todos los países
latinoamericanos; hasta Bolivia tiene un proyecto de ley en el congreso.
Migraciones
al no tener a los narcos detectados con delitos en territorio nacional, los
deja entrar sin problemas. Mientras
México, Colombia y Perú tienen políticas agresivas y exitosas enfrentando a los
narcos, estos se corren a la Argentina, paraíso de expertos en mirar hacia otro
lado.
O
mirar y ver y dejar hacer. O no sólo dejar hacer, sino también colaborar.
Después de todo es un negocio altamente redituable. Y Argentina con sus muy
buenos laboratorios es el país ideal para las drogas sintéticas. Y si los
chicos se mueren de sobredosis, o se convierten en verdaderos zombis, o salen a
robar y matar para pagarse la droga, son daños colaterales, que no estaban en
los presupuestos de los que desde
arriba, por acción o por omisión, forman parte de este entramado mortal.
Si
a Néstor K, hombre astuto y astuto político, no se le ocurrió que iba a suceder
lo que pasó con respecto a la droga, entrando por el norte del país, no era tan
astuto ni como político, ni como hombre. En ese caso habría sido sólo un
gobernante ansioso por solucionar un problema creado por él, para aumentar su
popularidad y desconocer el más que previsible futuro. Sería imperdonable.
Si
Néstor K, hombre astuto y astuto político, imaginó la posibilidad de lo que
podría suceder al no aceptar el excelente plan de Pampuro para defender
nuestras fronteras y nuestro pueblo de la droga, y en pos de la fiesta
populista decidió restarle importancia, sería imperdonable.
Si
Néstor K, hombre astuto y astuto político, sabía lo que iba a suceder y no le
importó, porque interfería con la fiesta populista que necesitaba para aumentar
su todavía escaso nivel de votos y de poder, aunque el castellano sea muy rico
en vocablos, las palabras no alcanzarían para descalificarlo.
Simplemente,
no tendría perdón.
Malu
Kikuchi
maluki@fibertel.com.ar
@malukikuchi
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