BIENVENIDOS AMIGOS PUES OTRA VENEZUELA ES POSIBLE. LUCHEMOS POR LA DEMOCRACIA LIBERAL

LA LIBERTAD, SANCHO, ES UNO DE LOS MÁS PRECIOSOS DONES QUE A LOS HOMBRES DIERON LOS CIELOS; CON ELLA NO PUEDEN IGUALARSE LOS TESOROS QUE ENCIERRAN LA TIERRA Y EL MAR: POR LA LIBERTAD, ASÍ COMO POR LA HONRA, SE PUEDE Y DEBE AVENTURAR LA VIDA. (MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA) ¡VENEZUELA SOMOS TODOS! NO DEFENDEMOS POSICIONES PARTIDISTAS. ESTAMOS CON LA AUTENTICA UNIDAD DE LA ALTERNATIVA DEMOCRATICA

martes, 29 de abril de 2014

ENRIQUE MELÉNDEZ, LA MERCADOMANÍA

         Ya en el medio venezolano se comienza a temer por un mayo bien precario; lo peor, nada bueno se vislumbra en el horizonte, habida cuenta de que, con motivo de la espiral inflacionaria; que ha registrado 4,1% para el mes de marzo, la más alta del mundo, dígase de paso, el gobierno ha sacado a relucir el peregrino argumento de que este resultado es consecuencia de la guerra económica.
    

  Como decimos en criollo: se hacen los pendejos. Claro, porque darse cuenta significa reparar, y es aquí donde se tranca el serrucho; puesto que ese paso exige un cambio en la política, sobre todo, económica, y de cuya teoría adolece esta gente. Aparte de que ellos están pensando más en sus bolsillos; antes que asumir una responsabilidad política frente al país, en lo que atañe a la administración de sus recursos; que es aquí donde les brota el espíritu inescrupuloso.
         Es decir, todo cambio en la política económica exige la salida de esta gente; habida cuenta de la carencia de un instrumental teórico en el equipo, al respecto; como se ha demostrado a lo largo de estos quince años; cuando se ha dilapidado la mayor renta, que país alguno haya podido obtener; sin que nos haya podido quedar nada. En nada se ha visto traducida, que no sea para exacerbar el espíritu de mendicidad de nuestro pueblo, y despertar prejuicios ancestrales de nuestra sociedad; a los fines de, mediante una guerra fraticida que nos mantiene ocupados los unos contra los otros, prolongar su estadía en el poder. Piénsese, en ese sentido, en Pérez Jiménez, quien comenzó a desarrollar nuestra infraestructura vial, sobre todo, y eso siendo su gobierno una dictadura; obra que la continuaron los gobiernos democráticos. Aquí lo que ha quedado es el puro rancho; porque, además de la destrucción de toda la ingeniería institucional del país, también se han venido deteriorando todas estas obras de vialidad por falta de mantenimiento o cultura de mantenimiento. Uno de los más grandes anacronismos políticos, que se hayan visto en nuestra historia.
         Tómese en cuenta, por otra parte, que ese 4,1% de inflación no es sino un maquillaje en los numeritos del BCV: ¿cuánto vale en el mercado informal un litro de Mazeite? Hay gente que está dispuesta a pagar 100 bolívares por un litro de esta marca, cuando su precio regulado es diez bolívares. He allí mercancía que ha salido, lo más probable, de un Mercal o un Pedeval; pues gracias a estas distorsiones económicas, hay mucho venezolano que medra de este modo. Precisamente, la figura del intermediario; al cual, supuestamente, persigue este gobierno, y entonces lo termina tolerando en el mercado informal.
A esta se añade esa otra distorsión, de reciente aparición también en el mercado, y es que ahora no se consigue sino una leche de búfala, en lugar de res; sólo que esta vale 30 bolívares o más; que debería, por cierto, costar por debajo de lo que está regulada la de res, ya que siendo de búfala constituiría una novedad en el mercado, y tendría que expenderse a un precio llamativo, a los fines de ir formando su nicho comercial. Así que con este empaque se vende a 30. Igual sucede con la harina de maíz; que ahora viene con una mezcla de harina de arroz y de afrecho, y así vale más. Pero este es un marcador inflacionario también, y que el gobierno no lo toma en cuenta a la hora de hacer sus mediciones del costo de la vida.
         Porque si nosotros partimos de los dos extremos, es decir, del precio regulado de la leche, 7 bolívares; al que se vende la leche de búfala, y tomamos una media, entre los dos, ya al BCV aquí no le daría 4,1% en el reglón leche, para el caso de la inflación, sino un 14%. He allí algo además que sucede en las narices de la Superintendencia de Costos y Precios Justos; demostrándose, en ese sentido, que la política de los controles termina generando una serie de distorsiones de este calibre; y que viene a ser, como decía, una gran hipocresía por parte de un gobierno que, no es que no quiera admitir la realidad, sino que no quiere soltar el ñemeo.
         Ya Merentes había ofrecido sus disculpas de antemano; cuando hace unos días preparó el terreno, diciendo que la inflación y el desempeño económico no los veía muy bien; razón por la cual se decía que ese era el misterio del Banco Central de Venezuela de no revelar el resultado, muy entrado ya el mes de abril, tanto el relativo a la inflación; como el relativo al PIB primer trimestre de 2014, que también correspondía hacerlo; finalmente, se ha sabido lo de la inflación, mas no así lo del otro, y que se supone que viene muy negativo, porque lo tienen bien escondido.
         Eso, sin tomar en cuenta el problema en sí de la escasez; que no es un marcador de la inflación; pero que, no sólo incide en la misma, sino que también es la que propicia toda esta serie de vicios en nuestra economía; producto, se repite de la política de los controles; porque aquí interviene la escabrosa parte del mundillo del control de cambios; de donde parte todo el entramado de circunstancias, digamos así, que nos han llevado hasta esta explosiva situación que observamos hoy en día o a punto de efervescencia.
         En estas condiciones uno observa que el mercado constituye un organismo, al que le ha cundido una especie de lepra, y que le va carcomiendo sus entrañas. Esas colas a las puertas de los supermercados; aparte de las que hay que hacer para pagar en las cajas, son síntomas de una enfermedad de consumo. El otro día me contaba un señor en la cola de un banco que había tenido que sacrificar tres paquetes de Harina Pan; porque les habían caído coquitos. ¿Cuántos meses tendrían en la despensa de su casa? Entre tanto, esos tres paquetes los necesitaba el señor, que vende arepas frente a un ambulatorio; un señor que no tuvo el tiempo, que sí tuvo este señor, para hacer la cola, el día que adquirió los mismos; así uno ve que este modelo de socialismo es hasta injusto, en ese sentido.
Enrique Melendez O.
melendezo.enrique@yahoo.com
@emelendezo

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, ACTUALIDAD INTERNACIONAL, OPINIÓN, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, REPUBLICANISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA,ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

No hay comentarios :

Publicar un comentario

Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.