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lunes, 7 de abril de 2014

ALBERTO JIMÉNEZ URE, EL ABOMINABLE DERECHO AL ULTRAJE DE FUNCIONARIADO

«Desde mis días de infante, pubertad y adolescencia hasta alcanzar mi primera mayoría de edad, siempre sospeché que me aguardaba una que sería obscura a causa de la Filosofía»
En el curso del 2014 he releído, efusivo, dos libros que de Jacques MARITAIN me iluminarían durante mi primera mayoría de edad: esa que todos alcanzamos a los 21 años, porque a mi actual la defino Edad Obscura (1) y no «tercera». Uno de ellos es El orden de los conceptos (2) y el otro Filosofía Moral (3). Mi necesidad de retomar el juicio matirainiano se debe a la insólita -y en concierto- defensa, que muchos hacen a favor del abominable «Derecho al Ultraje de Funcionariado» hoy en boga en Latinoamérica y otros lugares del Mundo.
Luego de recibir un dudoso de legitimidad «mandato», algunos «gobernantes»  han cambiado la bitácora de navegación de los barcos a los cuales se les confirió la responsabilidad de capitanear. Estaban informados que tenían al frente un mar agitado, es cierto, pero no infalible. Sin esperar que las aguas sosegaran, ellos eligieron conducir sus naciones hacia donde había alerta internacional de «tsunamis»: pero, no sin antes resguardarse junto con la cúpula de buró-ratas en distantes y seguros puestos de control. Los avances de la Tecnología Comunicacional les permiten ser imbéciles «sin parecerlo», ser déspotas pero «transfiriéndoles» sus actos criminales a millones de inocentes e ingenuas víctimas.
Escribió MARITAIN: «[…] El lógico, que considera ante todo el término y la proposición desde el punto de vista de su uso en el razonamiento, se aferra, sobre todo, a la división del término en sujeto (S) y predicado (Pr.) […]» (3). Quienes juzgamos los acaecimientos conforme a (términos) conceptos que aprendimos respecto a lo que es el Ser Humano, sus percepciones, representación y voluntad, no admitimos la perversión de los sentidos como parte del orden de los conceptos que da forma a la Conciencia Universal del Bien. Semejante fusión sólo satisfaría a los desalmados que propugnan, torcidamente, que el «Derecho al Ultraje de Funcionariado» es irrecusable por ser cometido por representantes de la «institucionalidad». Somos lógicos, y -por ello- para nosotros hay un individuo (sujeto) que predica para ser «infractor» o «salvador». Inflige o beneficia, según los casos, pero sus actos no son difusos.
Luce similar a la trama de una de mis novelas premonitorias, pero, en esta realidad y tiempo advierto que hay un evidente desorden en los conceptos que la iniquidad difunde para sostener el «Derecho al Ultraje de Funcionariado» que soberbios exhiben mandatarios con sus cortes de bufones y mercenarios de antiquísima estirpe leguleya. La Conciencia Universal del Bien bebe de la pócima de Jacques MARITAIN: «[…] Si este estado de anulación de toda zozobra, si esta calma y serenidad en las que el alma permanece vacía de toda ansiedad de deseo y de toda clase de temor, si esta ataraxia es el cumplimiento supremo de la vida humana […]» (4)
La imperturbabilidad del Ser Humano ante el protagonismo y malicia de obcecados violadores que (con espurio poder)  provocan tribulaciones al mundo no es cómplice: indica que prosigue de pie, sin letalidad valiente, sosteniéndose con los principios morales que le han permitido permanecer impoluto en el interior de las fauces de las bestias que al cabo derrota.
Notas.-
(1) Aun cuando los epilogismos que fraguamos cuando ya somos conscientes [es decir, adeptos de la Filosofía] no sean necesariamente hipócritas o lesivos, no impedirá que fermenten hasta culminar embriagándonos y convirtiéndonos en criaturas delirantes u oníricas.
(2) MARITAIN, Jacques: El orden de los Conceptos.- Edición del «Club de Lectores», Buenos Aires, Argentina, 1967.
(3) MARITAIN, Jacques: Filosofía Moral. «Ediciones Morata», Madrid, España, 1962.
(4) p. 79 de El Orden de los Conceptos.
(5) P. 94 de Filosofía Moral.   
Alberto Jiménez Ure
jimenezure@hotmail.com
@jurescritor

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