El
régimen muestra su esencia: no habrá tregua para quien disienta, ni paz para
quien no se le someta
Conozco
a Iván en Paraguaná; tiene esa candidez de nuestra gente de la costa y un
brillo de agudeza en la mirada. Transmite el orgullo de quien le apasiona su
trabajo. El suyo no es sencillo; le corresponde defender a los trabajadores
petroleros del estado Falcón, en una Pdvsa que desconoce por igual los
contratos colectivos y la seguridad industrial. En agosto de 2012 su voz se
alza firme ante la tragedia de Amuay; no hay amenaza que lo doblegue exigiendo
respuestas.
Hace
una semana Iván la obtuvo: por "presiones" de Pdvsa y a pesar de su
fuero sindical, la fiscal laboral de Falcón ordenó su despido, acusándolo de
difamación; es decir, de "faltarle el respeto" a los altos gerentes
de la empresa. El régimen, que horas antes ofreció diálogo para gobernar, muestra
su esencia: no habrá tregua para quien disienta, ni paz para quien no se le
someta. Tampoco le basta con la obediencia, quiere el fervor.
En
nuestra desgarrada Venezuela, todos queremos paz y tranquilidad. Y, desde
luego, preferimos transitar desde esta dictadura corrupta hasta la democracia
sin cruenta confrontación. Pero, tras 15 años de lucha y resistencia, hemos
comprobado que el régimen no está dispuesto a compartir el poder; menos aún a
dejarlo por las buenas.
Nuestra
generación política ha asumido la responsabilidad de convocar y liderar un gran
movimiento de ciudadanos libres por la restauración de la democracia. A quienes
-aferrados al poder- lo han utilizado para entregarle la soberanía nacional al
régimen cubano, debemos enfrentarlos, en el plano de las ideas como en el de la
defensa de nuestros derechos en fábricas, universidades, oficinas públicas,
Asamblea Nacional, y en la calle.
La energía de un país en efervescencia por la
escasez, inflación, desempleo, inseguridad, la agonía de la salud y los cortes
de luz y agua, debemos canalizarla, en acción y protesta política, hacia la
única solución: el cambio de régimen.
En este fin de año deseamos paz. Pero sabemos que paz sin libertad es sumisión. Esto lo tienen muy claro dos Iván: uno a quien pretenden convertir en otra víctima de Amuay; y el otro, con 9 años tras las rejas.
mariacorinam@mariacorina.com
@mariacorinaYA
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Tienes toda la razón, Maria Corina. Estos bandidos no entienden de derechos ni de respetos, solo entienden de atropellos y abusos!
ResponderEliminarSigue adelante, bella dama, Venezuela necesita de ti, hoy más que nunca!!! Que Dios te siga bendiciendo y te proteja!!!
"No habrá paz para quien no se someta". Si eso que dice usted es verdad, ¿dónde está el "bravo pueblo?". Razón tenía Churchill cuando dijo: "La democracia sirve, entre otras cosas, para que cada pueblo tenga el gobierno que se merece". (ramis4@hotmail.com)
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