Un Análisis
objetivo, permite esperar resultados electorales favorables el 8 de diciembre.
Es verdad que años de estulticia, de promoción del odio, de violaciones a la constitución y leyes de la república, de
un proceso de destrucción nacional adelantado con sevicia, son capaces de
inocular pesimismo.
Una cotidianidad signada por el absoluto deterioro de la
calidad de vida, por la imposición de la mediocridad, por el reinado de la delincuencia, la indolencia, la incapacidad y corrupción de
los “gobernantes”, produce en muchos ciudadanos una sensación de impotencia.
Y
no es menos cierto que quien no haya militado políticamente, puede ser víctima
del derrotismo causado por los reveses que puedan producirse durante la
confrontación entre el sector democrático de la sociedad y un gobierno con
pretensiones dictatoriales. De esas actitudes se alimenta el régimen. Necesita
una ciudadanía desmovilizada, pesimista, que piense, y esto es lo más grave,
que no hay nada que hacer.
En política, sola la persistencia diaria en la
lucha, la confrontación en todos los escenarios, y la justa valoración de los
hechos que la acompañan, hacen posible la construcción de una opción exitosa.
Cada día la realidad demuestra de manera contundente la magnitud de los
disparates que constituyen el legado del “gigante destructor”, incapaz -al
igual que sus herederos- de entender la historia y empeñado en reeditar la aberración comunista que solo dejo muerte y
miseria en el mundo. Este régimen fracaso, basta estar medio informado para ver
el crecimiento de la inconformidad y el desaliento, así como el cada vez más extendido convencimiento de estar
padeciendo una estafa colosal que ha arruinado al país.
De manera que
objetivamente sobran razones para ser optimistas, y el reto es que cada
ciudadano, en vez de rumiar el
latiguillo “aquí nadie hace nada”, o pensar en abstenerse como hicieron muchos
en las elecciones para gobernadores, regalándoselas al gobierno, se asuma como
factor clave en el trabajo por el triunfo de la opción democrática. La política
es un asunto tan complejo que hasta el azar juega su papel.
El “gran
destructor” ya no existe, y parte de su legado es un liderazgo aún más mediocre
que no puede seguir encandilando con mentiras y ocultar el fracaso. Lo demás
corre por cuenta nuestra.
No confundir la impugnación hecha por Capriles, con
el “robo” del voto emitido (lo cual es simplemente imposible), y entender que
si a pesar de las triquiñuelas puestas en práctica antes y el mismo día de las
elecciones, salimos en masa a votar, esa diferencia de 1.5% que fue en
definitiva la supuesta ventaja obtenida por Maduro, puede y debe ser revertida
por una avalancha de votos imposible de escamotear.
En política los deseos no
sustituyen la realidad. Cuando un pueblo se decide a cambiar, ni siquiera una
dictadura como la de Pinochet lo puede vencer. Aquel que ha pensado abstenerse,
o esta pesimista, tiene tiempo para reflexionar. El 8 de diciembre podemos
iniciar un camino que impida seis años más de esta tragedia. ¿Hay una propuesta
más concreta y posible?.
Freddy
Núñez.
freddy ignacio nuñez martinez
EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,
Con qué ligereza etiquetan todo. Quizás con la misma que les lleva a seguir las decisiones unilaterales tomadas por la MUD. Será por esas cosas que los llaman "los chavistas opositores", o sea el que no está conmigo, está en mi contra. ¡Qué barbaridad! ¿Se da Ud. cuenta que son los que han comenzado (sin darse cuenta, por eso de darles el beneficio de la duda) una campaña de desunión?
ResponderEliminar