"Llegará
un día en que nuestros hijos, llenos de vergüenza, recordarán estos días
extraños en los que la honestidad más simple era calificada de coraje".
Yevgeny Yevtushenko (1932- ), poeta ruso, pedagogo, cineasta.La joven ministra
del Deporte, Alejandra Benítez, hizo esta semana una denuncia que revela la
forma como funcionarios públicos y protegidos del Gobierno roban al país
aprovechando las divisas de Cadivi, utilizando los propios mecanismos
implantados por el órgano controlador.
No
sabemos si la joven esgrimista quiere lavarse las manos en el caso, o quiere
emprender su propia campaña anticorrupción o jugó posición adelantada por
inocencia política.La bella Alejandra denunció que le habían falsificado la
firma en más de 60 carpetas de Cadivi, por lo cual deportistas del
automovilismo y el motociclismo (deportes por lo visto prioritarios para la
revolución) obtenían enormes cantidades de divisas preferenciales por encima de
sus reales necesidades, falsificando informes y premios para luego revender
esos dólares en el mercado negro y obtener ganancias. Benítez reveló que
"eran pilotos con mucha notoriedad, que pagaban equipos de prensa para
tener una exposición permanente y poder justificar las cifras tan elevadas de
sus solicitudes". Dijo que uno de esos pilotos llegó a recibir nada menos
que 66 millones de dólares. Pero después de hacer estas graves acusaciones, la
Ministra se negó a dar los nombres de los involucrados, porque había que
"respetarlos como atletas". Pero, ¿será que no menciona los nombres
porque son chavistas como ella?
Porque
vistas experiencias anteriores, si se hubiera tratado de un estafador de
oposición ya hubiesen hecho una cadena nacional para exponerlo. Esa es la
diferencia que divide a los venezolanos. Por supuesto que la Ministra
denunciante no tocó ni por asomo el caso del alto funcionario de su ministerio
que fue capturado en Bulgaria tratando de ingresar una maleta con 407.000 euros
en efectivo. Pudo sacar esa cantidad en un país que tiene un control de cambios
estricto, en un país donde se persigue y se trata de delincuente a quien vende
un cupito de 3.000 dólares que además paga, nadie se lo regala.
Sin
querer, la Ministra deportista asomó a la vista pública el modus operandi de la
corrupción gubernamental. Y esta es la forma en que se hacen negocios grandes
en los organismos públicos, con peticiones a Cadivi para gastos, importaciones,
compras. El guiso es grande y el Gobierno ha recibido un mazazo con la
declaración de la Ministra. Mientras Cadivi ha iniciado un proceso de
persecución, criminalización y juicios contra quienes usan sus 3.000 miserables
dólares anuales (los cupos viajeros representan apenas el 3% de las
asignaciones de Cadivi), los rojitos saquean las divisas con complicidad interna,
gente que agarra su mordida en este desfalco, que se hace de la vista gorda a
cambio de su parte, que falsifica documentos que son aceptados por otro
funcionario que sabe que son falsificados.
El
"cadivismo" que quiere combatir Maduro lo practican los suyos.
Creeremos en la honestidad de su propósito cuando deje de gastar tiempo y
dinero persiguiendo a las sardinas y se dedique a los tiburones que navegan
como clanes a su alrededor. Pero eso lo llevaría a enfrentarse con los capos
del negocio, con los carteles de uniformados y civiles que están
multimillonarios a costillas de la destrucción de Venezuela.
Se
han devorado en 14 años 1.8 billones de dólares, mientras que en los 40 años
anteriores se dispuso de 1.6 billones de dólares. Y jamás Venezuela había estado
en tan malas condiciones. Y es que la fórmula económica de la revolución es
mágica para destruir: Centralizar todo el poder, anular la propiedad, rechazar
las responsabilidades, intervenir el proceso productivo, apropiarse de todas
las divisas, prohibir y amenazar hasta que te obedezcan o no te enfrenten por
miedo, gastar más de lo que ingresas, endeudarse hasta el infinito, pagar con
dádivas el apoyo internacional, destruir la institucionalidad, acomodar las
leyes al antojo, controlar precios y cambio, fulminar a la oposición y a los
medios críticos.
En
fin, invertir solo en revolución y así entretener a los pendejos que creen que
la están haciendo, mientras los enchufados roban a placer. El Presidente que
ganó con una estrecha y dudosa diferencia debió por prudencia conectarse
mediante el diálogo y la tolerancia con la mayoría del país que lo adversa. Su
primer intento fue una mueca para luego mostrar su verdadera cara de radical
castrista, más chavista que el propio finado. Y con una gran diferencia de
inteligencia y agallas.
Ahora
tiene el estanque alborotado. Los tiburones le agarraron el gusto a los
billetes verdes y hay una red de mafias que van a luchar entre sí por defender
lo mal habido. El Presidente está cada vez más débil ante el maremoto que agita
la corriente revolucionaria y la grave crisis económica y social que sacude al
país. El poder se tambalea ante una situación que es incapaz de controlar; la
ineficiencia y la corrupción anulan cualquier posibilidad de salvación. Solo
hay reservas líquidas internacionales para una semana de importaciones, en
puertas de unas elecciones y de la Navidad ¿Tendremos alguna de las dos?
Cuestión de muy poco tiempo para saberlo.
AQUÍ
ENTRE NOS*
Las
12 horas del apagón del pasado sábado en Valencia no solo causaron pérdidas en
más de 10.000 comercios y múltiples daños en equipos eléctricos tanto
comerciales como residenciales, sino que colmó la paciencia de los valencianos
que ya sufren esta situación casi diariamente, sin que se vean signos de mejora
en el suministro regular de energía. El asunto es ya de dimensiones mayores:
Daños graves en semáforos, plataformas de Internet y sistemas automatizados,
quema masiva de grandes refrigeradores industriales y comerciales, así como en
sistemas de aire acondicionado. Valencia, cada vez más deteriorada, con un
alcalde preso por corrupción, problemas en la calidad y cantidad de agua, en el
llenado de gas doméstico, full de basura, con una inseguridad terrible, las
calles llenas de huecos y policías acostados, ya está al borde de un estallido
furioso. La protesta brota en cada rincón de la ciudad y no hay quien dé la
cara para asumir una responsabilidad o dar una respuesta de este caos. *De
repente surgen respiraderos donde asomar la nariz y disfrutar el otro país: La
Feria Internacional del Libro de la Universidad de Carabobo ha sido un oasis
placentero de intelectualidad, cultura y humanismo. Escritores, historiadores,
cineastas, de España -país al cual se dedicó esta edición- y Venezuela,
presencia de grandes editoriales y sobre todo unos conversatorios y foros de
alta factura, hacen de Filuc un orgullo para esta agobiada ciudad. Merecidas
felicitaciones al Comité Organizador presidido por la profesora Rosa María
Tovar.*Andrés Izarra nunca deja de sorprendernos con su temeraria ignorancia.
Ahora es Ministro del Turismo y como tal ha declarado, con motivo de celebrarse
en Mérida la Feria Internacional de Turismo de Venezuela 2013, que esa hermosa
ciudad andina recibirá nada menos que 200.000 visitantes, entre el 24 y 27 de
octubre. Para poner los números en perspectiva, Fitur, la feria de turismo más
importante del mundo, que se celebra todos los años en Madrid, recibió este año
120.000 visitantes (ver www.fituronline.com) más las 90 mil personas que
trabajaron en la feria, llegaron a un total de 210 mil. Y están felices, esa
cifra es alentadora porque crecieron 1,6% en relación al año pasado. Esa es
gente seria, que cuenta bien.*Qué más quisiéramos que Mérida movilizara tal cantidad
de turistas, aunque fuese con esa ocasión una vez al año. Pero el Ministro no
considera que Mérida tiene un solo vuelo diario, que es una aventura ir por
carretera hasta allá, que no hay hoteles suficientes ni para alojar la décima
parte de esos 200.000 turistas que espera Izarra. No les digo la calculadora,
es que no sabe manejar ni un ábaco.*El turismo es una mesa de tres patas:
Atractivos (naturales o creados), infraestructura y seguridad. Cuando falla
alguno de estos tres elementos, el turista se retira. Venir a Venezuela es un
riesgo que toman los turistas contraviniendo las alertas internacionales de
prevención acerca de la inseguridad del país. No mencionemos casos, porque
todos sabemos lo que sucede acá. Hablemos de la infraestructura: Hoteles
decadentes o carísimos, carreteras intransitables, aviones del año de
Maricastaña, aeropuertos inseguros, apagones y fallas de agua, precios caros y
con un control de cambio asaltador. Nada alentador para venir aquí. La tercera
pata, esa sí que la tenemos: Una belleza natural esplendorosa en cada rincón de
este país. Los que se arriesgan a sortear todas las dificultades por mirar el
Salto Ángel, jamás se van decepcionados. Pero ¿cuántos turistas recibe
Venezuela? Unos 782.000 en el año 2012 y buena parte de ellos por razones de
negocios. ¿Cuántos turistas recibe una pequeña isla como República Dominicana?
5 millones al año. Esto debe dar que pensar a Izarra y a cualquiera que lleve
la cartera de Turismo: Mientras aquí no se den garantías de seguridad, buena
infraestructura y facilidades, solo tendremos un grupo de aventureros que se
arriesgan a venir contra toda sensatez. Lo demás es demagogia para crédulos.
Hasta el próximo miércoles.
Charitorojas2010@hotmail.com
Twitter:@charitorojas
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