SUSANA MORFFE, ¿SEREMOS COMO SIRIA?, ENTRE CIELO Y TIERA,

"El que siembra para sí mismo, de sí mismo cosechará corrupción...”  Gálatas 6:8

Partir del supuesto negado de que en Venezuela vamos a librar una batalla campal como la de Siria, sería una ligereza interpretativa, pero  no queda la menor duda que no estamos muy lejos de un estallido social de proporciones mucho más violentas que las del histórico “Caracazo”.

Poco a poco se ha ido abonando el terreno para el descontento general por la violencia en las calles, la corrupción (que se incrementaría con una Ley Habilitante) los beneficios otorgados a los más allegados al régimen, (incluido los parentales) y el asalto constante de que son objetos todos los venezolanos y extranjeros que hacen vida en el país.

A modo de ejemplo, los taxistas están en la mira de los delincuentes porque les roban las piezas de sus vehículos, debido a que no se consiguen repuestos. Hace pocos días tuvimos que despedir a un amigo mexicano que vivió en la isla por 18 años. Se fue a su país porque en nueve meses recientes, resultó victima del hampa, lo robaron tres veces y en uno de los asaltos lo amordazaron en su vivienda, junto a su esposa a punta de pistola. Así, en cada calle, esquina, en taxis o bus, la indignación de la gente va en aumento y se habla muy mal de ellos (los amigos del gobierno) porque guardan silencio y los tildan de “lambucios”. Se observa a funcionarios del gobierno que se han hecho de propiedades en la isla de Margarita que van desde hoteles, centros comerciales y algo más. Todo, con estrictos fines de lucro del capitalismo más brutal y descarado.

El conflicto interno en Siria comenzó con la violencia callejera y represión  por parte del presidente Bachar al Asad, contra los activistas que exigían prosperidad económica, y libertades políticas y civiles. Esto desencadenó un levantamiento nacional y finalmente una guerra civil contra los rebeldes armados, de los cuales muchos habían desertado de las fuerzas armadas, así lo reseñan los medios internacionales. “En enero de 2011, la revolución en Túnez marcó el inicio de la llamada Primavera Árabe. El levantamiento exitoso de Túnez inspiró una inestabilidad similar en los países a lo largo del norte de África y Medio Oriente que, como Túnez, experimentaban un desempleo elevado, corrupción y represión política de parte de dictadores.”

La historia es larga y muy similar a la de Egipto. Toda esa región oriental debemos seguirla  con atención porque al igual que en Venezuela, han ocurrido infiltraciones de todo tipo. El conflicto sirio se ha cobrado la vida de muchas personas, la violencia ha seguido en aumento por todo ese país, y finalmente, devino el ataque con armas químicas que ha sido el tema principal en la Asamblea General de la  Organización de Naciones Unidas.

En Venezuela, la historia de sus batallas y conquistas, ha sido tergiversada a modo de conveniencia política, no por eso podríamos dudar que los favoritismos, las exclusiones y persecuciones políticas, han sido una constante en el país, sobretodo, cuando se prolongan las manecillas del reloj en el poder permanente. Salir del fondo de la crisis actual es  razón suficiente para entender que estamos en las condiciones de Siria, con sus respetadas diferencias.

Sincronizar el antes y el después, sujetado a una actualidad que esparce aristas muy complejas, es prescindible de tomar en cuenta, como aquella advertencia que lanzó el mandatario nacional en el año 2006: “Si a Venezuela la llegan a agredir, nosotros haremos lo que hacen los iraquíes; no nos quedaría más alternativa, volaremos nuestros propios campos petroleros…” Si recordamos los hechos finales, ahora nos tenemos que preguntar, quién cómo y cuándo.

Susana Morffe

@susanamorffe

www.desdelaisla.hazblog.com

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,