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martes, 27 de agosto de 2013

ENRIQUE MELÉNDEZ, LA VERDAD ES LA IDEOLOGÍA, CASO GLOBOVISION,

         Ciertamente, lo que vimos fue el efecto dominó; luego de la salida de Chúo Torrealba de Globovisión, y que fue lo que degeneró de inmediato en la avalancha de renuncias de las figuras más prominentes de esta planta televisora; desde Leopoldo Castillo, hasta la Rodríguez, la Párraga, la Lavaud, la Mujica; quienes lo llenan a uno de orgullo, el hecho de ser colegas de ellas, habida cuenta de que han puesto, por encima de una posición privilegiada que, seguramente, no era mal remunerada en el canal de noticias, los principios éticos de nuestra profesión.
        
De cajón, me dije yo cuando trascendió que Leopoldo Castillo había renunciado al programa bandera, por excelencia, de Globovisión, como era el famoso Aló Ciudadano; cuya conducción, digamos de paso, la había ejercido por años,  estamos ante una nueva Venezuela. He allí el caso de un Estado; donde existe libertad de expresión, pero la que comienza a caer en desuso; porque la estrategia aquí es endógena. Es decir, aquí la posesión de un medio se llevó a cabo, no de una manera arrebatada, como ocurrió en el caso de RCTV, sino como si se tratara de una gangrena, que cunde en la estructura de un medio, y poco a poco se va apoderando de la misma. Es una guerra que le ha ganado este gobierno autoritarista a este sagrado principio, que se estableció en la primera declaración de los derechos humanos; con la vista gorda de la sociedad civil, y que está como hipnotizada, en trance de abulia; casi dijéramos que sufrimos de ese síndrome, que se conoce como el de Estocolmo, y el que consiste en llevarse a las mil maravillas con el secuestrador.
         -¿Total, para qué seguir viendo a ese Leopoldo Castillo, cuando este era un hombre, que no sabía sino  prorrumpir en bramidos, como cosa muy espectacular suya? O ¿Para qué continuar viendo a esa Chúo Torrealba, que no hace sino envenenar a la gente con el asunto de la miseria de los barrios, que es como jurungar a la “merde”?- He aquí lo que se conoce como una posición apática e indiferente, y en la que es terrible caer, teniendo por gobierno a estos pillos que creen que gobernar es asunto de romper cintas en las puertas de las obras recién terminadas, y el caso más patético, en ese sentido, lo hemos visto con Nicolasote inaugurando dos veces el Metro Cable de Petare.
         Porque ante la imposibilidad de ejecutarlo esta gente, y la que hoy en día se ve desenmascarada, si tomamos en cuenta que ya no encuentra como ocultar su fracaso; aunque sin dejarse de esas inmensas apetencias de poder, que la obstinan, de modo que lo que queda es aplastar toda forma de disidencia; por mínima que sea, como era el caso de Globovisión, un canal local, puesto que no pasaba de Caracas y de Valencia; si recordamos que a la planta televisora se le cercenó el derecho a la cobertura a nivel nacional; pero que hacía más bulla que la cabuya, como reza el dicho popular, ya que esta presión hizo que mucha gente se plegara a un servicio de televisión por cable, y así sintonizar aquella señal de Globovisión. He allí una hazaña periodística muy exitosa, sobre todo, desde el punto de vista económico, teniendo presente que hasta las cableteras participaron, a ese respecto, de los dividendos de este proyecto noticioso; aparte de su referencia profesional, que fue lo más importante, y que es lo que lleva a mis colegas a poner, por encima de la posición de la que gozan en este canal, a propósito de la renuncia en masa que hemos visto llevar a cabo de su parte, con un comunicado aclaratorio, del mismo, y lo que se traduce en la lucha por el derecho a la información.
         Así, a una gran referencia informativa, refugio de víctimas desamparadas; como fue el caso de la propia Lina Ron, que una vez tuvo que valerse de este medio, para denunciar una situación de atropello de la que fue objeto; primero, se le pone de rodillas con la salida de Alberto Federico Ravell, con su respectivo efecto dominó, a nivel de sus accionistas, en el sentido de que uno tras otro fueron cediendo sus acciones; aquí ya no por reacción espontánea, como fue el caso de Castillo y compañía, sino por el chantaje y el soborno, y lo que es peor, con el dinero de los venezolanos; luego, se le obliga a cambiar la línea editorial, sin importar las consecuencias que eso puede traer para la audiencia.
         En estas condiciones, uno puede considerar que esta gente actúa con el mismo primitivismo, con el que Rafael Caldera llegó al gobierno en el año de 1994, esto es, quebrando al Banco Latino, sin que midiera las consecuencias de su acto. Porque aquí, luego de la salida de esta gente de Globovisión, lo que queda es chatarra, y que más nadie querrá ver; cuando menos acuerda se van sus anunciantes. Muy poco será lo que le quede de vida. Es decir, la misma mentalidad de miseria calderista, tomada por el sectarismo y la venganza política.
         Porque al mismo tiempo, tú desmantelas también una escuela de profesionalismo; que mucho bien le hacía al país, a pesar de que este Castillo me parecía un sujeto de malas pulgas, aunque con esa pedantería suya a lo francés, lo prefiero a él, que al “francesito” que tienen ahí en el Canal 8, muy jalabolas, además de muy falta de honor, sobre todo, porque, aun cuando se lanzó para la alcaldía de Maracaibo, continúa con el programa que, precisamente, le hacía competencia a Castillo en el horario vespertino, y dice que si alguien es tan arrecho, para mandarle a cerrar el mismo, ley electoral de por medio, que se lo vayan a hacer en su cara.
         Hacía ver Ludovico Silva en sus libros que una cosa era ideología y otra la ciencia marxista; esto es, el marxismo, a su juicio, era la mayor verdad de la historia, y que es con la mentalidad con la que nos gobierna esta gente. Son los poseedores de la verdad, y esa será la verdad que ahora veamos; lo que la historia demostró que sí era ideología.

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1 comentario :

  1. ¿Por qué no se refiere el autor a sus colegas masculinos como "el" (Castillo ) pero sí como "la" (Lavaud, Rodríguez,etc...)a sus colegas de sexo femenino. Pobreza de lenguaje que minimiza la valía, el pundonor, la competencia y la valentía de buena parte -y parte buena- de sus colegas?
    mariyarnozh@yahoo.com

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