La Diplomacia Presidencial ha venido
adquiriendo en los países del mundo un
espacio prominente, pero ésta solo puede
tener consecuencias positivas,
si es el resultado de actos realizados en base a una política de
Estado con el concurso de
profesionales, cuya misión –entre
otras- es evitar contradicciones entre los actos de
gobierno suscritos y las posiciones que se asuman a posteriori.
Resultaba
positivo constatar que en la agenda de Miraflores se incluyeron visitas a Francia, Italia y
Portugal, porque parecía mostrar
que el Gobierno Bolivariano quería dejar
de lado el habitual peregrinaje
a Cuba
y las visitas reiteradas a Nicaragua, Bolivia, Ecuador, Argentina y otros aliados del ALBA , hasta el punto de
escuchar a Maduro declarar entusiasta a
la salida del Palacio del Eliseo que existe una “relación estratégica” con
Francia, mientras que durante la visita
a Portugal llamó la atención la euforia
al declarar el aporte de los Lusitanos a
quienes encargó la construcción de la autopista Caracas-Maiquetía, y otras expresiones similares en Italia.
La
relación “estratégica” anunciada duró muy pocos días, ya que a raíz del espectáculo formado por Correa, Evo Morales, Kirchner y los
países del ALBA en la defensa del ex espía de la CIA Edward Snowden , Caracas desenterró el “hacha de la guerra” en contra
del “colonialismo y del
imperialismo” amenazando a los mismo países visitados, hasta el punto de asumir una posición aun más critica que la
propia Bolivia, supuestamente agraviada por el hecho de que los países europeos
aplicaron estrictas medidas de soberanía por considerar que el ciudadano
Snowden podría estar viajando en el avión Presidencial de ese país.
Efectos parecidos se dan en el ámbito de las
declaraciones Presidenciales en relación al deseo de normalizar relaciones con
Washington: Se nombra al diputado Calixto Ortega como Encargado de Negocios con
el fin de que proceda a elevar la representación diplomática a nivel de
Embajadores; o se propicia la reunión de
los Cancilleres de Venezuela y Estados Unidos en Guatemala para normalizar las
relaciones entre los dos países; para
luego volver a lanzar la peregrina acusación de que se investigue si ese país ha inoculado el cáncer del ex mandatario, o denunciar al más alto nivel sobre
la existencia de planes para envenenar a altos funcionarios del
Gobierno, o la denuncia sobre la
existencia de 16 aviones de combate en las bases militares norteamericanas de
Colombia comprados por la oposición para derrocar al Gobierno, y por supuesto
acusando a los Estados Unidos de haber obligado a Francia, Italia y Portugal a
asumir una posición que cae estrictamente en el campo de la soberana decisión
de esos países de autorizar o no el sobrevuelo del avión Boliviano.
Resulta oportuno llamarle la atención a los
responsables de la actual Diplomacia “Bolivariana” exhortándolos a la reflexión. Ha llegado el momento en
que debe sustituirse la actuación internacional agresiva, por una relación internacional de Estado, que se fundamente en los intereses
de todos los Venezolanos y que permita conducir el ámbito de la cooperación
Sur-Sur al igual que los acuerdos Norte-Sur,
basados en una diplomacia sostenible y coherente con el concurso de los
diferentes actores del país, y no solo reflejar
las posiciones del partido de Gobierno en la promoción de una “guerra
fría” que no tiene ninguna viabilidad en el Siglo XXI.
milosalcalay@yahoo.com
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Excelente artículo, mis respetos a Milos Alcalay.
ResponderEliminarMay de la Vega
maydelavega37@gmail.com
Apreciado señor Embajador Dr. Milos Arcalay, mis recuerdos sobre lo compartido en la ciudad de Brasilia, además de mis saludos.
ResponderEliminarRafael Alfonso Coronel.
racoro.coronel105@gmail.com
coronel_973@hotmail.com