Un militar que parece un guerrillero, un
individuo que nadie sabe donde hizo carrera diplomática, un funcionario que
desconoce la realidad alimenticia en el país, son los personajes de la gran
mentira que existe en la granja llamada Venezuela. Cada quien, póngale nombre,
porque poco importa su identidad para narrar la actuación de cada uno.
Las exclamaciones necias y panfletarias del
gobierno que los venezolanos escuchan día a día: “Me quieren inocular un
veneno”, “están conspirando contra la patria desde afuera”, “los opositores son
asesinos”, o “están buscando aliados en otros países”. Otros cuando hablan
desearíamos que se callaran. Todo para ocultar los verdaderos problemas
sociales que padece el país: inseguridad, escasez, desempleo y abandono total
de la producción.
La forma y el contenido de la actual manera
de gobernar esta en decadencia y hacerlo mejor resulta imposible cuando no se
tiene el conocimiento, la visión y preparación para conducir a la nación, como
lo demanda la Constitución de la República. La única manera de gobernar que
aparentan conocer, es la caída inexorable por agotamiento o lo que en medicina
se llama la Ortotanasia: Consiste en dejar morir a tiempo sin emplear medios
desproporcionados y extraordinarios para el mantenimiento de la vida.
La práctica de usar la “cortina de humo” es
común cuando se quiere ocultar por ejemplo que no hay papel higiénico,
mantequilla, harina pan y de trigo, medicinas, divisas. También, cuando se
intimida la labor de los periodistas, cuando se persigue a los políticos o
ciudadanos opositores y cuando silencian a los medios de comunicación.
De modo que decir que en el país, los
ciudadanos comen hasta cuatro veces al día, que el suministro de alimento está
controlado y que hay verdadera libertad de expresión, sumado a negar que no existan
presos políticos, es una soberana mentira que produce efectos contrarios para
los que no pregonan la verdad. También se contradicen al decir que la oposición
busca aliados, cuando en el actual régimen han hecho lo mismo, incluida, con
lazos cercanos, a la guerrilla y otros grupos cuestionados por la sociedad
decente.
Dejemos pues que los descabellados hechos,
acciones y expresiones se dirijan a lo que por Ortotanasia tendrá que suceder.
Aquello de que la lengua es castigo del cuerpo, no es una frase común o manida,
es una sabia verdad que nos recuerda que tenemos dos oídos, dos ojos y una
lengua, ¿por qué será?
www.desdelaisla.hazblog.com
@susanamorffe
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