Nelson Mandela es uno de los hombres esenciales de nuestra época. Su nombre se vincula al de los grandes forjadores del mundo moderno: Gandhi, Roosevelt, Churchill, King.
Nelson Mandela es uno de los hombres esenciales de nuestra época. Su nombre se vincula al de los grandes forjadores del mundo moderno: Gandhi, Roosevelt, Churchill, King, defensores eminentes de la humanidad, de los derechos y de la libertad.
Abogado opuesto a la desigualdad de los negros en Sudáfrica, participó en numerosas causas en defensa de ellos, enfrentando un sistema de leyes injustas, de despojo y discriminación, que condenaba a la represión y la pobreza por creencias de dominio racial.
Mandela se destacó como líder político y uno de los más activos impulsores de las reformas. Su postura era decididamente a favor del desmantelamiento del “apartheid”, así como de todas las medidas racistas, reclamando la igualdad legal, la justa distribución de las riquezas y el cese de las expropiaciones contra las mayorías oprimidas.
Adquirió progresiva relevancia como uno de los líderes del African National Congress (Gandhi, por su parte, había fundado en 1894 el Congreso Nacional Hindú) y su vida se desenvolvió entre el terrible dilema de “obedecer la ley y obedecer a nuestra conciencia”, como señalaba. Optó por esta última, lo que le deparó persecuciones y condenas.
Durante 20 años en la cárcel de Robben Island, fue objeto de aislamiento y tuvo que realizar trabajos forzados, y, sin embargo, siguió creyendo en la existencia de una nación multirracial, en la cual no pretendía la expulsión de los blancos ya que, como indicaba: “Son de aquí; éste es su hogar”.
Una vez liberado de prisión, reconocido por su gran autoridad política y moral, al haber alcanzado la presidencia de la República, Mandela no desató innobles sentimientos de venganza y de odio, de violencia y desquite contra sus enemigos, sino, por el contrario, logró integrar a su nación, fortalecer la democracia, dictar leyes de reconocimiento e igualdad, asegurar la convivencia en paz de sus conciudadanos, obra singular que le sitúa en el nivel de los grandes estadistas, esos capaces de transformar su tiempo y realizar el porvenir.
Mandela es un demócrata auténtico. Opuesto al sistema comunista, ha sostenido siempre su apego a las libertades políticas y al ejercicio de elecciones democráticas. Su concepto político lo expresó al señalar: “Estábamos inspirados por la idea de una república democrática en la cual todos los sudafricanos gozaran de derechos humanos sin la menor discriminación; en la cual africanos y no africanos pudieran vivir en paz, compartiendo una nacionalidad común y una lealtad común a este país…”. Su concepto de democracia y de igualdad adquiere particular relieve al requerir: “una constitución que garantice derechos democráticos a todos los sectores de la población”, la cual era necesaria y posible no obstante la injusticia que existió en su país.
Mandela es el artífice de la nueva Sudáfrica, es el líder que transformó a su nación sin destruir la unidad y la paz. Una misma patria para todos los hombres es su legado eterno contra todo egoísmo, contra toda exclusión, contra todo sistema que impida y arrebate: ¡igualdad, democracia, derechos, libertad...!
jose felix diaz bermudez
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