La quimera oficial se está desvaneciendo La
crisis está socavando las bases del gobierno ilegítimo.
Estamos despojando de
futuro a las nuevas generaciones, no hay
manera de que la política económica incentive las inversiones, y, pese a la
evidencia de su fracaso, esa política permanece intacta, no hay voluntad de
cambio, está creciendo el resentimiento en la ciudadanía. La falta de liderazgo
oficial capaz está minando las bases del gobierno, la protesta popular se
manifiesta a diario en todo el país.
La desigualdad social persiste, no se
vislumbra reducción de la pobreza, los programas para combatir el
desabastecimiento alimentario y mejorar la calidad de vida, brillan por su
ausencia. No hay políticas claras para asegurar la sostenibilidad
socioeconómica del país y reducir la inseguridad social, no hay fomento para la
inversión privada y la productividad, se prefiere la economía de puerto. El
gobierno carece de solvencia y eficacia, la ineptitud y la incertidumbre nos
ahoga. El reciente “tour de compras” por el sur, deja claramente expuesto que
el centro del debate político del gobierno seguirá huérfano de una agenda
política real y se ha convertido en un símbolo paradigmático del deterioro de
la imagen de Maduro y su cohorte en el mundo. Es momento de impulsar un diálogo
sincero para avanzar sobre un desarrollo sostenible y que todos seamos parte de
la solución y no del problema, dejar de lado el odio, el resentimiento y la
venganza, apartar los intereses políticos y privilegiar los intereses patrios,
es la única manera de consolidar el desarrollo pacífico del país, no es
militarizando a la sociedad como vamos tener paz y bienestar.
El proceso de militarización del país resulta
preocupante en extremo y exige una reflexión seria de la sociedad,
especialmente por la intervención cubana sobre nuestra soberanía. El “Plan
Patria Segura” tiene como objetivo acosar e intimidar a los ciudadanos, cuando
no eliminar a la oposición y a la protesta social, lo que implica un estado de
sitio de facto con las correspondientes violaciones a los derechos humanos.
La
militarización, es una falsa solución a los problemas de inseguridad y calidad de
vida, es el manifiesto fracaso del gobierno y sus órganos de seguridad ante la
delincuencia desbandada y la ingobernabilidad.
Los argumentos para la militarización y el
autoritarismo centran su justificación en la expansión de la inseguridad
ciudadana, sin tomar en cuenta los ingentes problemas de la sociedad que a su
vez alimentan la delincuencia y se ha creado lo que podríamos llamar una
“crisis humanitaria”, por cuanto la
ineptitud y la violencia oficial sólo ha promovido el delito, el empobrecimiento
masivo de la sociedad, la destrucción del aparato productivo y de las fuentes
de trabajo, el ataque indiscriminado a los derechos humanos y la incertidumbre
sobre las expectativas de un país mejor; todo está dirigido a criminalizar el
disenso político, al ataque sistemático a la población en general. La
militarización es el recurso de los gobiernos ilegítimos y de sus ofertas sin
contenido, se apuesta al desgarramiento del tejido social opositor,
mientras se nos impone una guerra
solapada de baja intensidad con la anuencia del “Bajo” Mando Militar, el miedo se apodera de nuestras vidas, la
barbarie se han impuesto como “estilo de gobernar” ante la ausencia total de
capacidades democráticas.
ffacchinb@gmail.com
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