Sabemos
dónde viven, con quiénes andan, cómo caminan, si miran hacia abajo para
esconder la cara o miran hacia arriba para buscar a Dios. Los conocemos como la
palma de la mano. Prácticamente son nuestros vecinos, porque viven en nuestro
mismo municipio. Los haremos alcaldes y concejales por un voto de conciencia;
entendámoslo bien, porque nadie nos va a venir a engañar con “pajaritos
preñaos”. Nos podrán decir que éste es bueno porque es compadre de fulano,
compañero de mengano o se rompe las venas por zutano; ¡No!, ahora vamos a votar
por el candidato que haya sido buen ciudadano, buen vecino, buena madre o buen
padre de familia. Hombres o mujeres capaces y de buena intención para manejar
los bienes públicos, que nos hagan sentirnos orgullosos de ellos por su
sencillez y por su honradez, que nos hagan sentirnos dignos de vivir donde
convivimos. Por ellos vamos a votar.
Todos
habrán de postularse entre el 11 y el 15 del próximo mes de abril. La oposición
ya seleccionó sus candidatos a alcaldes, sólo le falta los aspirantes a
concejales. El oficialismo los elegirá igualmente en elecciones primarias en
este mismo mes de febrero. Vamos a elegir 335 alcaldes, 2.435 concejales, 69
representantes indígenas y dos alcaldes metropolitanos. Será una gran jornada
anunciada para el 14 de julio, donde según el CNE, esperan la participación de
unos 40 mil postulados en total. Estas cifras nos revelan la magnitud del
evento, pero lo más importante no está en la globalidad de la elección, sino en
la particularidad de la decisión que tomemos en cada Municipio. Nos interesa
nuestro municipio, elegir a los nuestros y allí está lo importante de este
proceso electoral. Ahora nos toca decidir por el poder que está más cercano a
nosotros.
Es
conveniente que recordemos que en las elecciones para gobernadores y diputados
de los consejos legislativos, la abstención superó al 50 por ciento. Esa fue
una gran irresponsabilidad de nuestra parte. Me cuentan algunos amigos que de
ese porcentaje, muchos de ellos estaban para la fecha en Miami, Orlando o en
Aruba. Otros se habían ido de vacaciones para otras partes de Venezuela. Y
ahora me comentan que estas nuevas elecciones también coinciden con el tiempo
de vacaciones. Yo respeto sus opiniones, pero me niego a aceptar que el poco
interés que se está observando por las elecciones en Venezuela, sea una
conducta de deslealtad con la patria. Más bien, pienso que a las campañas
electorales les falta fuelle, presión, originalidad, creatividad y sobre todo,
decisión para la victoria. Ahora, esto crea un compromiso entre nosotros,
porque no debemos dejar solo a nuestro candidato. Él o ella requieren de
nuestro apoyo, de nuestra solidaridad y de nuestra responsabilidad con el
Municipio. Seamos justos con nuestra conciencia, actuemos como líderes y no
como borregos, para después no culpar a las vacaciones de nuestra
irresponsabilidad como ciudadanos.
Disculpen
ustedes si hay otras motivaciones que nos impiden ir a votar mayoritariamente,
porque es posible que las haya, por eso les dije al comienzo que ahora es
necesario que estemos conscientes de la necesidad de luchar por la elección de
hombres y mujeres dignos para nuestro Municipio y que nos hagan sentirnos
orgullosos de ellos o de ellas, pero también el Municipio desea sentirse
orgulloso de sus conciudadanos, al saber que hay un interés colectivo por
embellecer sus ciudades, sus poblaciones, sus parroquias, y elevar la calidad
de vida de sus habitantes. ¡Votemos por los nuestros!
leninvalero1@hotmail.com
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