Lo único que podemos agradecer comenzando el
año 2013 es que estamos vivos, al menos los que no hemos sido arrastrados por
la ola de la inseguridad, y al poder observar el panorama político que se
mantiene en el país, no queda sino reflexionar y pedir al Todopoderoso
fortaleza por lo que pueda ocurrir cuando se nos escapa de las manos, lo que
por la justicia Divina se deberá decidir sobre el destino de Venezuela.
Sobre esta reflexión iniciamos un nuevo
periodo de comentarios y opiniones del acontecer diario. Cerrando y abriendo
ciclos. El mes de diciembre no estuvo a la altura de la alegría contagiosa que
caracteriza a estas fiestas. No obstante, montados en el primer mes del año
2013, los venezolanos deseamos estabilidad en todos los aspectos.
Ahora luce necesario que se destape la olla
de rumores y nos aboquemos a solucionar tantos y graves problemas que mantienen
al país como una comiquita frente al resto del mundo: El año pasado fueron
secuestradas 4.000 personas y otra cifra escandalosa da cuenta de los
asesinatos en el territorio venezolano a finales de año. Estados Unidos dice
con justa razón que los venezolanos resuelvan sus problemas. Ese país como
ningún otro no debe ni puede inmiscuirse en asuntos internos.
Lamentablemente una de las forma de
solucionar los problemas es, por ejemplo, acordando que República Dominicana le
pague con caraotas el petróleo que les enviamos, siendo el principal recurso que sostiene la economía
del país.
Entretanto, como poca cosa se bambolea la
Constitución de la República y las
promesas para decretar amnistía se quedaron en el tintero, así como la
incertidumbre en todo lo relacionado con la vulnerable gobernabilidad.
Nuestras islas de Margarita y Coche esperan
un cambio armonioso, de la mano del nuevo equipo que tiene bajo su
responsabilidad las riendas de un estado que se ha quedado patéticamente
contaminado ambiental y políticamente. Juega un rol protagónico el silencio
ante las palabras de un liderazgo que causa frustración. Sin embargo, los
alaridos que salen del alma retumban en Venezuela pidiendo una reconciliación nacional. Bien
dice el proverbio chino que
“El Gran Arquitecto del Universo hizo al hombre con dos orejas y una boca; para que escuche el doble de lo que habla”.
En este inicio de año, todos queremos
destapar al 2013 a la luz de la maltratada Constitución, para que a lo largo de
los próximos meses, cada habitante de este país, pueda ver y palpar los
cambios, sin dejar de recordar que lo pasado ha huido, lo que esperamos está
ausente, pero el presente es nuestro.
susana.morffe@gmail.com
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