La Resolución 058 engrana con el
último postulado del "plazo Giordani" de tres décadas en el que los
pobres tendrán que seguir siendo pobres hasta lograr el pretendido "cambio
cultural" revolucionario; alcanzar ese objetivo se lleva en los cuernos
tres generaciones: "los adultos se resisten y se aferran al pasado; los
jóvenes la viven y se acostumbran, y los niños la aprenden y la hacen
suya"...
Por lo tanto, la Resolución es un mecanismo destinado a encauzar la mente de toda una generación en la línea del pensamiento único tal como lo expone la declaración ideológica del régimen en el Proyecto Nacional Simón Bolívar, con el cual, según la ley y contrariando la Constitución ─paradojas de este gobiernúculo─, debe tener correspondencia.
En la década de los setenta vivimos el movimiento Renovación
Universitaria, resonancia del célebre y
frustrado Mayo del 68 de París. Fue una de las tantas llamas de la hoguera
contestataria que conmovió buena parte del mundo al mediar el siglo pasado.
La palabra clave del lenguaje
de esos días fue cuestionamiento, una forma culta proveniente del francés mise
en question, con el significado de someter a interrogatorio, indagar y
similares; todo el sistema universitario debía ser cuestionado; siendo profesor
de Psicología Social debí encarar dicho procedimiento a esa asignatura por mis
alumnos.
El objetivo formal consistía en
evaluar la importancia de cada asignatura en la formación académica; no
obstante, todos sabíamos que en el trasfondo, lo pretendido no era otra cosa
que condenar las materias que tuvieran algún tufo funcionalista-estructuralista
y darle aprobación a las de orientación netamente marxista.
La sesión comenzó con este
planteamiento de uno de los bachilleres participantes: "Profesor, ¿qué es
eso de Psicología Social?" Sintiéndome invadido por el espíritu socrático,
la asumí como una pregunta retórica, siguiendo el conocido ejemplo: ¿Puedo
comer champiñones?, cuya respuesta según el método socrático sería: ¿Acaso los
champiñones no son comestibles; de modo que la reboté al grupo: "¿Puede
alguno de ustedes responder esa pregunta?" El silencio fue sepulcral;
finalmente, otro menos alienado que los demás tomó la palabra y dijo:
"¡Pero, compañeros!, ¿cómo vamos a cuestionar algo de lo que no tenemos la
menor idea qué es?"; se dejo sentir en el aula un rumor de aprobación con
el que llegamos de una vez por todas a
la reducción por el absurdo pretendida por el método citado. Entonces sin más
preámbulos inicié la clase.
Después de algunos años el
torbellino cesó, aunque no sin dejar serias erosiones; entre ellas, la nueva
institución de los Consejos de Escuela, todavía vigente, que constriñó
radicalmente la autoridad de los directores; su configuración me recuerda vivamente
la de los Consejos Educativos impuestos inconsultamente a las escuelas por la deleznable Resolución 058.
La Resolución, en su artículo 4,
redactado según el ridículo y antiacadémico estilo adoptado por el chavismo,
reza: "El Consejo Educativo está conformado por padres, madres,
representantes, responsables, estudiantes, docentes, trabajadores y
trabajadoras administrativos, obreros y obreras de las instituciones
educativas... También podrán formar parte de la comunidad educativa las personas
naturales y jurídicas, voceros y voceras de las diferentes organizaciones
comunitarias vinculadas con las instituciones educativas"... Asimismo
determina, entre otras aberraciones, que los directivos de las instituciones
educativas tendrán un (1) solo voto en la toma de decisiones y la creación de
un inconcebible montón de comités, sin olvidar las indispensables asambleas...
Es difícil entender qué carajo tienen
que ver un eficiente trabajador de mantenimiento, o un competente empleado
administrativo, o un líder comunitario que no terminó la primaria, en la toma
de decisiones pedagógicas; a ninguna persona sensata ignara en el asunto se le
ocurriría dar su opinión sobre la forma en que un plomero, pongamos por caso,
ensambla una cañería; ¿por qué hacerlo intervenir, entonces, en una discusión académica sobre la
heurística de la enseñanza de una ciencia como podría ser la Historia? La
respuesta es, sencillamente, por demagogia, un componente que regurgita en la Resolución 058, destinada a terminar
con la calidad de la educación en Venezuela.
Y las secuelas de la Renovación
Universitaria también viene a mi mente al leer una de las apreciaciones sobre
la Resolución del documento Ante las amenazas a la educación libre y
democrática: "Autoridades sin autoridad, asambleísmo atosigante sólo para
complacer una idea errada hasta el absurdo del concepto de participación,
múltiples comités chocando unos con otros y volcánica imposición de una
intención ideológica que las comunidades educativas no van a aceptar"...
(FENASOPADRES y otras organizaciones.)
La Resolución 058 engrana con el
último postulado del "plazo Giordani" de tres décadas en el que los
pobres tendrán que seguir siendo pobres hasta lograr el pretendido "cambio
cultural" revolucionario; alcanzar ese objetivo se lleva en los cuernos
tres generaciones: "los adultos se resisten y se aferran al pasado; los
jóvenes la viven y se acostumbran, y los niños la aprenden y la hacen
suya"... Por lo tanto, la Resolución es un mecanismo destinado a encauzar la mente de toda una
generación en la línea del pensamiento único tal como lo expone la declaración
ideológica del régimen en el Proyecto Nacional Simón Bolívar, con el cual,
según la ley y contrariando la Constitución ─paradojas de este gobiernúculo─,
debe tener correspondencia. Otro de los mecanismos, por cuanto mediante la
imposición del igualitarismo, de modelos de conducta colectivista y otros
recursos, la Resolución viene a reforzar la misma intención de indoctrinación
comunista de los programas de enseñanza escolar estandarizados, impuestos por
el despacho de educación.
Hasta ahora los venezolano hemos sido
pusilánimes en la defensa de nuestros derechos ante los atropellos del
autócrata; pero ahora otra vez se trata de nuestros hijos. De modo que ha
llegado el momento de rescatar aquel excelente lema ¡CON MIS HIJOS NO TE METAS!
¿O es que, en lugar de formados como hombres libres, preferimos verlos como
"pioneritos" automatizados con sus pañuelos rojos al cuello,
levantando al unísono los bracitos, gritando a coro: "¡Heil
Hugo!"?
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