Los
indecisos son venezolanos tan angustiados como
nosotros por la tragedia que significa para Venezuela el régimen de Hugo
Chávez.
Es
posible que esa categoría que aparece en todas las encuestas contenga una
ardorosa voluntad de cambio y un explicable temor a hacerla pública en tiempos
donde el poder se ejerce con la violencia del chantaje y la amenaza.
Sentado
frente al ordenador pienso en estos 14 años -casi tres gobiernos anteriores- y
se agolpan en mi mente sin orden o concierto, innumerables disparates y
felonías que han destruido al país y han degradado la vida cotidiana de los
ciudadanos.
Un
presidente que miente permanentemente, y gobierna al margen de la Constitución
y las leyes, contando con el respaldo de las “instituciones del estado”, esas
que la señora del tsj con absoluta impudicia llama “las instituciones del
presidente”.
El
origen de esta desgracia es el sangriento golpe de estado que Hugo Chávez dio
el 4 de febrero de 1992, violando la Constitución Nacional y su juramento
militar. Todas las razones esgrimidas para justificarlo son hoy mil veces
peores.
El
tiempo se ha encargado de demostrarnos que nada bueno podía salir de ese acto
aventurero e irresponsable.
La
ciudadanía sobrevive a una cotidianidad peligrosa, decadente, cargada de odio y
sin futuro.
El
hampa impone un toque de queda que dura 24 horas, y que dejo el año 2011 una
cosecha de casi 19 mil homicidios.
El
gobierno estimula el caos y la anarquía vulnerando en todas sus formas el
respeto al estado de derecho con lo cual crea condiciones para que cualquier
tipo de violencia sea posible.
Hay
grupos paramilitares como la piedrita, tupamaros, carapaicas, fbl y algunos
otros denunciados públicamente y que actúan como comandos, con absoluta
impunidad, con apoyo del gobierno.
Existen
confesiones públicas de Chávez de apoyo a los grupos narcoterroristas
colombianos que mantienen la frontera asolada, cobran vacuna, secuestran y
asesinan hasta a miembros de la fuerza armada.
Las
leyes son utilizadas para reprimir a los opositores del régimen, a quienes
confiscan empresas, o meten presos sin ningún respeto por los derechos humanos.
Cuanto
disparate se ejecuta, se hace en nombre del socialismo. Ese fetiche ha servido para regalar el
petróleo a muchos países y cobrarles ese
bozal de arepas en votos en los organismos internacionales.
De
igual manera ha servido para hacer ricos a empresarios en otros países,
mientras se destruye la capacidad productiva nacional y se importa más de 70%
de lo que consume el venezolano.
Ha
servido incluso para importar obreros de otros países que no se ponen
fastidiosos con esa pendejada de contratos colectivos, que tanto le molesta a
este gobierno “obrerista”.
Sí,
hay indecisos pero no son ni ciegos ni
sordos, están claros que debemos sacar a estos farsantes para comenzar a
reconstruir el país.
Hablaran
con su voto el 7 de Octubre. La avalancha de votos que llevara a Capriles a la
Presidencia, no será una sorpresa.
EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.