El
presidente venezolano Hugo Chávez podría tener dificultades en desconocer una
victoria de la oposición en los comicios de octubre debido a que la mayoría de
sus aliados en América Latina se verían obligados a darle la espalda, dijo el
viernes un panel de expertos.
Los
expositores, que hablaron durante un foro organizado la Asociación de
Periodistas Venezolanos en el Extranjero (Apevex), resaltaron que el chavismo
está de salida en la arena internacional y que el desacato de la voluntad
popular durante las elecciones terminaría por disipar la poca aura de legitimidad
democrática que le queda.
“Si
Chávez no acepta una derrota, ese sería el derrumbe de Chávez y de todo el
chavismo”, dijo Guillermo Lousteau, presidente del Interamerican Institute for
Democracy, al añadir que serían muchos países dentro del ALBA que no podrían
respaldarle.
“Si uno
mira el mediano plazo, Chávez está en retirada. Chávez no es el mismo de hace
cinco años. No tiene la plata, y los efectos de su mal gobierno en Venezuela se
ven”, sostuvo.
Los
venezolanos tienen previsto acudir a las urnas el 7 de octubre para participar
en unos comicios considerados como históricos por muchos analistas, debido a
los planes anunciados por Chávez de profundizar su revolución socialista
durante un nuevo periodo de seis años.
El
mandatario, quien ya lleva 14 años en el poder, ahora enfrenta a una oposición
mejor organizada, liderada por un joven aspirante a la presidencia que parece
estar robándole votos dentro de sus propias bases populares.
El
analista Esteban Gerbasi dijo durante el foro Las Elecciones Presidenciales de
Venezuela y su impacto en Latinoamérica, que la contienda electoral se muestra
actualmente bastante reñida, con las últimas encuestas mostrando que el
opositor Henrique Capriles y Chávez se encuentran dentro del renglón del empate
técnico.
Gerbasi
explicó que un segmento significativo del chavismo en realidad no acompañan al
mandatario en sus intenciones de radicalizar la revolución bolivariana con
planes que involucran un mayor control del gobierno central sobre la economía y
la arquitectura política del Estado.
Según
los planes esbozados por el mismo Chávez, la próxima etapa de la revolución
bolivariana contempla la desarticulación del Estado Federal, con el
desmantelamiento de las alcaldías y las gobernaciones.
“Chávez
va directo a un estado comunal, basado en una célula que es la comuna, que
reporta directamente al presidente de la república, en una línea casi prusiana,
que implica la informalidad en la distribución de recursos y del poder político
y social en Venezuela”, explicó Gerbasi.
Una
victoria de Chávez también implicaría un incremento de la ya considerable
injerencia extranjera en Venezuela, país donde La Habana y Pekín ya ejercen
considerable influencia.
Según
Gerbasi, gran parte de las decisiones económicas tomadas en Venezuela son
impartidas directamente por China, país que le ha brindado a Chávez miles de
millones de dólares en financiamiento bajo esquemas de venta de petróleo a
futuro.
“Bajo
los acuerdos del Fondo Chino, hemos visto como funcionarios chinos de segunda y
de tercera le han dicho a altos funcionarios del gobierno chavista que es lo
que tienen que hacer”, sostuvo Gerbasi.
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