Chávez es, por mucho, el
Presidente más mentiroso que hemos tenido en Venezuela, y mire que los hemos
tenido reñidos con la verdad. Aquí “se acabó el pan de piquito”, como decimos
los caraqueños; el actual Presidente no tiene escrúpulos de ninguna naturaleza,
miente sin sonrojarse ni pensarlo, olvidando lo que antes había dicho. Chávez
está plenamente descubierto; quien quiera votar por la mentira y darle un nuevo
mandato para completar veinte años continuos de engaños desde la presidencia,
que lo haga, pero que luego no diga que no lo sabía. Ahora camina con bastón y
andadera, quien trata de seguir engañando sobre su enfermedad, que nadie sabe
si realmente es tal o no, ni cuál su magnitud.
El pasado domingo 17 culminó la
habilitación del Presidente para violar la Constitución como le viniera en
gana, y no la peló. Cuarenta y seis leyes nos lanzó por el pecho, ninguna de
ellas consultada con el pueblo, como ordena la Constitución inspirada en la
participación protagónica de los ciudadanos.
La Habilitante fechada el 17 de
diciembre de 2010, luego de electa una nueva Asamblea Nacional, tuvo como
justificativo “atender la emergencia ocasionada por las lluvias” pocos días
antes. De las lluvias se olvidó, también de los damnificados, muchos de los
cuales todavía siguen en albergues escuchando la promesa reiterada: pronto
tendrán su techo propio. De las víctimas
de las lluvias no se acordó, pero lo que sí hubo fue lluvia de leyes
inconstitucionales.
Miente el Presidente al hablar
de Poder Legislativo referido a la A.N., ya que él ha dispuesto de cuatro leyes
habilitantes (1999, 2001, 2007 y 2010), que le han permitido aprobar con su
solo dedo más de 200 leyes nacionales. Entonces ¿quién tiene el Poder
Legislativo, la facultad de legislar?
Instalada en enero de 2011 la
nueva Asamblea Nacional, el Presidente Chávez en otro arranque de mentiras
dijo “estoy dispuesto a devolver la Ley
Habilitante a la Asamblea”, lo que se constituyó en otro engaño; legisló en
todas las materias, dos de ellas particularmente graves porque son de reserva
legal y no podían sancionarse por la vía de Decreto-Ley, sino que requieren
sanción parlamentaria como es el caso de la Ley Orgánica del Trabajo y la del
Código Orgánico Procesal Penal. El abuso y arbitrariedad del Presidente han
sido posibles por la complacencia sumisa y arrastrada del TSJ genuflexo, cuyos
magistrados son incapaces de decirle no al Presidente, lo que los ha llevado a
declarar tales adefesios como avenidos a la Constitución.
Una de las más recientes
mentiras de Chávez va junto con la amenaza de que solicitará a la Asamblea
Nacional que lo habilite nuevamente para legislar por Decreto, cuando bien sabe
que no cuenta con la mayoría calificada que la Constitución exige. Reza el 203
constitucional: “Son leyes habilitantes las sancionadas por la Asamblea
Nacional por las tres quintas partes de sus integrantes, a fin de establecer
las directrices, propósitos y marco de las materias que se delegan al
Presidente o Presidenta de la República, con rango y valor de ley”. Pida
habilitación Presidente, no amenace, pídala para que se lleve una buena tunda.
Las mentiras presidenciales dan
como para ser reseñadas en numerosos volúmenes, lo que me obliga a escribir
varios artículos sobre el tema. Los venezolanos debemos saber con exactitud que
nos gobierna la falsedad, el engaño. Que
nadie vote bajo premisa falsa el 7 de octubre, que nadie le prorrogue el
mandato por seis años más -para totalizar veinte- desconociendo que lo que nos ofrece es
“profundizar los logros de estos primeros años”, entiéndase agrandar las
mentiras. No al continuismo.
@pacianopadron
E-Mail: pacianopadron@gmail.com
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¿Porqué no se puede opinar en esta página? ¿acaso no responde a un valuarte ideológico de la "libertad"?
ResponderEliminarHe tratado de dejar un comentario en la publicación "Est..., son tus creencias". En la que solo sugiero que no se falte el respeto al pueblo, ninguneándolo con palabras irrespetuosas. Despotricándo contra el pluralismo -que debiera ser propiedad de los pueblos libres- Pensar diferente no da lugar a nadie a llamarlo "Estúp.. o Parásit".
ResponderEliminarPublico aquí, porque parece que aquí porque en la otra no me permite. Daniel; desde Formosa Argentina
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