Argentina continua su ofensiva político-diplomática en torno al reclamo territorial sobre las Islas Malvinas y la negativa de Gran Bretaña sobre el tema, se retoma la internacionacionalización del conflicto y para ello la viuda Fernández de Kirchner con no pocos problemas internos, ha realizado un periplo por los diferentes foros internacionales, la Cumbre de las Américas y más recientemente la Cumbre del G-20, negándose a conversar con los habitantes de las islas y hablando de autodeterminación, eso sí, de la boca para afuera.
En esta diatriba nuestro gobierno, en el pasado tomó partido cuando apoyó el esfuerzo bélico de Argentina y desde la llegada al poder de Hugo Chávez declarándose Malvinense. Varias preguntas surgen a modo de reflexión y habida cuenta del estruendoso silencio que en materia de delimitaciones y reclamaciones territoriales tiene el gobierno del Presidente Hugo Chávez:
¿Dónde está la declaración venezolanista en la Reclamación de los 150.000kms2 aproximadamente de la Guayana Esequiba y cuyo destino descansa en manos de buenos oficiantes de las Naciones Unidas sin que medie un acto de ratificación de soberanía y no exista ni siquiera una comunicación terrestre con el territorio en disputa?
¿Cuándo el gobierno instará a los Estados del Caribe Oriental, integrantes del CARICOM, beneficiarios de Petrocaribe y algunos del Alba a reconocer nuestra soberanía jurisdicción y delimitaciones hechas por Venezuela con base al mar territorial, zona contigua y plataforma continental sobre la Isla de Aves y en consecuencia retiren su petitorio de las Naciones Unidas?.
Venezuela posee 916.490 kms2 de superficie de los cuales 2.816kms son costas y ello nos relaciona con 16 países en el mar Caribe, las rutas de navegación aérea y marítima desde el continente al Norte transitan nuestros dominios y los blancos vitales de la nación (Refinerías, Zonas Industriales y sistemas de defensa) se encuentran expuestos precisamente hacia el mar, así debemos patrullar eficientemente nuestros 555.000kms de Zona Económica Exclusiva, ejercer labores de vigilancia y resguardo en la zona contigua y proteger adecuadamente el mar territorial sin las perturbaciones.
En este contexto es mandatorio es recordar que, tenemos problemas de delimitación olvidados por la Cancillería y la Dirección de Fronteras (si es que aún existe) tanto en áreas marinas y submarinas como territoriales pendientes por resolver, en nuestra fachada marítima oriental (Isla de Aves), en la occidental (con Colombia) y hacia el sureste con (Guyana). Otras naciones aprovechan las debilidades derivadas de la ausencia de una política seria, real y efectiva sobre el territorio. Advertí que tendríamos sorpresas, se veía venir y así ocurrió.
En septiembre de 2011, la República Cooperativa de Guyana eleva ante la Comisión de Límites de Plataforma Continental su solicitud de ampliación de Plataforma Continental de 200 a 350 millas marinas, lo que configura un acto hostil contra su “hermano socialista venezolano”, en la petición, no consultan a Venezuela, solo “notifican”, desconocen el Acuerdo de Ginebra, y omiten deliberadamente la reclamación venezolana al afirmar que sobre la pretendida ampliación no existen litigios pendientes. La ofensiva guyanesa no paró allí y activaron varias estrategias simultáneamente, obtuvieron el respaldo absoluto del CARICOM, lograron que la ONU no desestimara la petición sino que ordenará la creación de un sub-grupo de trabajo y contrataron como abogado defensor a un mexicano que había sido el asesor legal de la Comisión de Limites. Tres frentes: diplomático, político y jurídico.
Venezuela se paralizó y sólo la acción firme y decidida de la opinión pública, de académicos, embajadores y políticos exigiendo respuesta, obligó al gobierno primero a insultar a los defensores de la integridad territorial y luego casi a punto de vencerse el plazo a objetar la pretensión de Guyana en la ONU.
El gobierno de Hugo Chávez ha permitido con su discurso y acciones que se vulneren las posiciones venezolanas, la inacción diplomática, el silencio ante las pretensiones de Barbados y Guyana de desconocer el Tratado de Límites con Trinidad y Tobago, y la nula presión sobre los albistas y petrocaribeños en cuanto a Isla de Aves, son muestras de abandono y configuran la aquiescencia en torno a una materia de interés vital. Que no vengan después a quejarse si opera el stoppel y la Comisión de Limites acepta como válidos los argumentos de Guyana con el aval además de un CARICOM que voltea la cara a Venezuela y abre los brazos a su hermano guyanés.
El silencio oficial en torno al status de estas reclamaciones legítimas de Venezuela preocupa ya que por desconocimiento, inacción, alianzas extra regionales, amistad, ideología, o sencillamente ignorancia puede darse al traste con uno de los elementos esenciales a nuestra Nación: El Territorio.
Antes de rasgarse las vestiduras por los reclamos territoriales de otros países, le exijo al Gobierno que defienda la integridad territorial de nuestra Patria conforme lo mandan los artículos 10 y 11 de la Constitución Nacional, de lo contrario las improvisaciones y las equivocaciones se contarán en kilómetros y millas marinas, aquí o se actúa conforme al interés nacional o se mandan a hacer nuevos mapas. Eso sí asuman el costo y réstenle 550.000kms al Norte y 150.000kms al oriente ¿o no?.
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