Mientras escribo, oigo a Chávez
en una cadena de tres horas, en cada inflexión afirma contundente: “El problema
es el capitalismo, que roba, explota, destruye… un sistema que sólo le interesa
hacer más ricos a los ricos”.
Decido apostar a sus palabras,
hojeo la Encuesta de Hogares por Muestreo, el instrumento estadístico más
importante en el mundo, ¿a ver que nos dice? Según informa, en Venezuela
tenemos muchos pobres, gentes en la clase D y E, que habitan en barrios sin
servicios, en viviendas inacabadas, carentes de servicios comunitarios. También
tenemos mucha gente con dificultades para acceder a un ingreso que les permita
vivir adecuadamente, esto por falta de educación o preparación para el trabajo
y/o por falta de oportunidades. Existen muy pocas empresas, la oportunidad más
fácil es el empleo público improductivo (sin ningún futuro, pues casi siempre
funciona como mecanismo de afiliación política).También dice que la población
sin actividad económica es alrededor de 7 millones de personas y que los
informales se acercan a los 6 millones.
Si esto es así, entonces
tendremos dos bandos en nuestra sociedad: los que trabajan en el gobierno y/o
empresas formales y por ende son contribuyentes (cerca de 6 millones) y el
resto, es decir aquellos que hay que sostener, que no pagan impuestos (12
millones de personas); súmele a esto el desempleo (según cifras oficiales 1
millón doscientas mil personas). La verdad es que el resultado es desalentador.
Entonces ¿el problema será el capitalismo, como dice Chávez?
Veamos qué ha hecho Chávez para
resolver el problema, según él, creado por el capitalismo .La impresión a
priori es que durante estos últimos trece años este gobierno ha ignorado
totalmente la pobreza como tema social, económico y cultural, su visión de la
pobreza se reduce a un campo de proselitismo político. Funda Mercal como
mecanismo de redistribución de alimentos baratos, pero lo nutre con
importaciones, no lo convierte en un espacio de crecimiento, de fomento de la
producción de alimentos, propicio para el surgimiento de nuevas empresas
proveedoras y para la generación de empleos. La revolución se conforma con
importar los alimentos de Brasil, Nicaragua, Ecuador, los verdaderos ganadores
del proyecto Mercal.
La salud y la educación se las
entrega a un país completamente en crisis como es Cuba, traen médicos o
funcionarios de allá, se pelean con nuestras universidades, provocan un éxodo
terrible de nuestros jóvenes graduados, abandonan la red de ambulatorios (más
de 4.000) y nuestra excelente infraestructura hospitalaria. Sustituyen la red
de salud por unos cuchitriles de 20 mts2 en los barrios. Peleados con los
médicos, abandonados los hospitales y ambulatorios ¿Qué clase de salud podemos
tener?
En cuanto a la posibilidad de
que las familias venezolanas tengan mejores ingresos, esto se convierte en otra
gran estafa, una de las grandes vías para dejar de ser pobres es que existan
más y mejores empleos y cada vez menos población dependiente o inactiva por
cuenta de cada trabajador. La población inactiva ha aumentado en 2 millones. Es
curioso constatar como entre la población inactiva la categoría estadística
“Otros” agrupa a más de 1 millón 500 mil personas, mayor a la cifra del
desempleo ¿o será que ahí están parte de los desempleados, amigo Eljuri?
Mientras esa carga de inactividad esté sobre los hombros de nuestros
trabajadores, la mayoría con salario mínimo, o se resuelva con subsidios
miserables, nunca dejaremos de ser pobres.
El otro aspecto fundamental se
refiere a los programas o políticas a favor del sector informal del mercado de
trabajo, 6 millones de trabajadores. Querido lector ¿ha oído o leído alguna
propuesta del gobierno durante estos 13 años cuyo objetivo sea mejorar,
regularizar o apoyar el crecimiento del ingreso de este grupo, el cual es el
sector más numeroso de trabajadores (el doble que el empleo público y 2
millones más grandes que el empleo del sector privado formal)?
En síntesis ¿Qué ha hecho el
gobierno para resolver la pobreza? Hacer crecer los inactivos, engañar a los
jóvenes con una oferta de programas educativos mediocres, tapar la boca de las
familias con subsidios, en lugar de tratarlos como ciudadanos y apoyarlos para
que sean independientes y autónomos.
Pero el caso más patético es el
de la vivienda. Hoy cuatro meses antes de las elecciones, están convirtiendo a
Caracas en una ciudad re-ranchificada, azorados por el saldo negativo de su
gestión de gobierno se apoderan de parques, estacionamientos, espacios sin
servicios y construyen sin planificación alguna. Pensarán que para los pobres
cualquier cosa vale. El desastre se verá después. Para construir viviendas
contratan iraníes y chinos, descartan a los venezolanos dizque porque son
estafadores. Estos grupos extranjeros, llegan a nuestro país y… contratan a los
venezolanos, se traen hasta los clavos de sus pueblos y al final cobran jugosos
contratos. Buena manera de crecer ¿no les parece?
El balance, trece 13 años de
retroceso. Ahora veamos ¿qué podrá hacer Capriles? en principio todo lo
contrario, lo elemental, en lugar de destruir y expropiar empresas, fomentar
miles de ellas, nuevas empresas por todas partes, en cada Municipio empresas,
con buenos empleos y oportunidades para la gente. Cambiar la importación del
70% de los alimentos y bienes de consumo por el respaldo a nuestros
productores, manufactura, criadores y pescadores, grandes, medianos y pequeños.
Recuperar medios y vías de comunicación, revivir instituciones como Agroisleña
y mejorarlas. Buenas oportunidades para nuestros graduados, fortalecer nuestros
hospitales y universidades.
El gran objetivo: que la gente
pueda ganarse la vida decentemente, que hayan menos inactivos, menos
improductividad, acabar con la educación sin calidad, menos trabajo basura,
menos informalidad precaria, menos carestía de servicios básicos, apostando más
bien hacia una muy buena educación, formación y créditos para los trabajadores
y emprendedores a todo lo largo y ancho del país, muchísimas empresas y por
ende montones de empleos, muchísimos nuevos emprendedores, seguridad en las
calles y en los hogares, que los ingresos permitan a las familias acceder a
viviendas decentes y, muy importante, aumentar la confianza en nuestras leyes y
jueces comenzando por soltar a todos los que están presos injustamente (los
comisarios, la jueza, los señores de Econoinvest, abrir las puertas a los
exiliados, a nuestros petroleros en diáspora, entre otros).
Creo que está papita para
Enrique, porque la solución no es el Socialismo, mil veces derrotado en todos
los rincones del mundo, es el capitalismo cuando es solidario, humanitario,
capaz de crear riquezas y de prevenir inequidades al mismo tiempo. Solo deja de
ser pobre una sociedad cuando se genera valor, hay paz, seguridad, respeto a la
condición humana y sus amplias mayorías pasan a formar parte de una clase media
en permanente progreso, educación y responsabilización. No hay ninguna
alternativa. Solo desaparece la pobreza material cuando los estratos D y E se
hacen prácticamente invisibles, cuando su existencia pueda ser prevenida,
corregida o resuelta por la voluntad del resto de la sociedad ¿no les parece?
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