Cuántos años llevamos los
venezolanos atrapados en nuestro atraso, atrapados en un círculo vicioso que
impide que este país a pesar de gozar de las aguas del Atlántico, del Mar
Caribe, de las aguas del Macizo Guayanés. Del Lago de Maracaibo, de lagunas y
quebradas, de la inmensidad del llano, de la majestuosidad de los Andes, de los
médanos de Coro, de la Isla paradisíaca de Margarita, del oro y otros
minerales, del petróleo, de genialidades en la pluma, en las artes plásticas,
en el deporte, y un pueblo diverso de negritudes mezcladas, indígenas,
mestizos, zambos, negros, indios, blancos, de inteligencias silvestres, no haya
vislumbrado el camino del desarrollo, porque éste se distorsiona por los
apetitos ávidos que haciendo uso del poder lo han desangrado.
No continuar hablando de
la corrupción que galopa en Venezuela en estos momentos sería desafortunado, puesto que durante trece años el tema es el pan nuestro de cada
día aunque somos distraídos con otros
temas, entre comillas, relevantes en el momento.
Se gasta tiempo peleando contra la oposición,
contra los empresarios, contra, la iglesia, con otros países vecinos y muchos
enemigos creados especialmente para distraernos. Esta práctica no es novedosa
en este gobierno socialista-comunista, los escándalos y los temas acuñados
muchos de ellos por los medios de comunicación no son sino cortinas de humo, y
es así como si se continúa hablando de corrupción, abramos los ojos amigos
lectores y no los mantengamos cerrados.
A mí particularmente no me atraen muchos de los precandidatos de
la oposición que se medirán este domingo en las primarias, y aunque ya se por
quien votaré, gane quien gane tiene mi apoyo en las elecciones presidenciales
del 2012.
Me parece que muchos de
los precandidatos tienen un discurso politiquero, populista y demagógico muy
parecido al del gobierno socialista-comunista, que promete y promete, peroooo….
no cumple.
Sin embargo estoy algo
asombrada, varios de ellos han tocado últimamente un tema que puede ser, si se
afronta, el pilar para acabar con males históricos que en la actualidad van de
la mano y se alimentan de la corrupción; “el
partidismo sin corrupción en el Estado que se diezma y la delincuencia
sin inequidad se queda sin banderas, los dineros sin control como los
producidos por el matraqueo y las contrataciones por amiguismo y compadrazgo
rojo-rojito quedarían sin funcionalidad”
Esto me recuerda la frase
que desde la época de Bolívar se escucha, “crear un país del tamaño de nuestros
sueños”. Que difícil llevar a la práctica este sueño cuando la inteligencia se
convierte en astucia para desangrar, robar, desvalijar, desplumar y atracar un
país como lo han hecho los que se dicen bolivarianos, socialistas-comunistas y
revolucionarios, los cuales metieron la mano en el erario público y los que nos
hacemos de la vista gorda y no abrimos
los ojos cuándo vemos que ellos lo hacen.
Un gran pensador y filósofo español muy admirado por mi, como lo es Fernando
Savater dijo: “La corrupción es inherente al ser humano”, eso no se lo discuto,
los seres humanos somos sagaces, pero para eso un señor filósofo francés
llamado Juan Jacobo Rousseau invento “el contrato social”. Y este último es el
que se ha perdido en Venezuela, ya no hay control social, ahora hay complicidad
social y más en este gran país que se lo devora históricamente. Abramos los
ojos amigos lectores. Lo de la corrupción no es un discurso, sobre ella no se
argumenta. Votemos el domingo por el candidato de nuestra preferencia y no nos
dejemos amedrentar por el discurso oficialista. Basta de amenazas y enseñemos
los dientes al enemigo.
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