¿Se ha vuelto piadoso nuestro presidente
venezolano? Pienso amigos lectores que es todo lo contrario. Esta permanente
campaña política en la que se lo pasa día a día para perpetuarse en el poder,
está más construida sobre emociones que sobre realidades o afirmaciones
racionales. Y quizás educado en una religiosidad poco madura, se le ha ocurrido
manipular con su enfermedad a su favor, los sentimientos de nuestro pueblo
venezolano, profundamente religioso, cristiano y católico
Todas las religiones tienen importantes
connotaciones éticas, y por lo tanto se podría pensar que incluso en una sana
separación entre Iglesia y estado, algunos políticos acudieran a las ideas de
fondo de la religión y las expresaran sin tendencias proselitistas religiosas.
Pero quienes manipulan a los seguidores en cadenas de radio y televisión con
los símbolos o las frases religiosas del cristianismo, lo último que buscan son
contenidos éticos. Quieren manipular emociones y conseguir votos a base de
fingirse cercanos a los sentimientos de muchos ciudadanos como lo fue, llegar
directo de Cuba y que a pagar promesa al Santo Cristo de la Grita y nombrar a
cada rato a Jesucristo como socialista “POR FAVOR QUE SACRILEGIO”.
Si de religión se tratara habría que tocar
la profunda preocupación de Jesucristo por los pobres. Y también la llamada
evangélica a la conversión personal y al abandono de la soberbia y la mentira,
que con tanta frecuencia rodea el ámbito político del Señor Chávez y de sus
altos genuflexos jerarcas. Y ciertamente habría que afrontar los insultos de
quienes no aceptan algunas frases como aquella de la Virgen que ensalzaba a
Dios porque “sacó a los poderosos de sus tronos y puso en su lugar a los
humildes; llenó de bienes a los hambrientos y despidió vacíos a los ricos” (Lc
1, 52-53).
Es cierto que la fe es en parte un
sentimiento recóndito, oculto, secreto, pero también tiene un importante
contenido racional. Y esta segunda parte lleva siempre a actuar con honestidad,
sin manipular a nadie, siendo testigo de la verdad con solidaridad y diálogo.
Cuando los políticos se meten a hablar de
religión generalmente no hacen más que enturbiar algo que es noble y bueno. Y
lo que es peor, crean una profunda confusión sobre la dimensión política de la
religión. Porque efectivamente toda religión tiene su dimensión política
entendida en un sentido amplio. Uno de los grandes principios de la Doctrina
Social de la Iglesia es el “bien común”. Y en un país como Venezuela, en donde
el 70% de la población tiene algún grado de privación económica o social, el
bien común tiene necesariamente que hacer referencia a esa inmensa mayoría a la
que la pobreza o la privación la ronda o la golpea.
Repercusión sociopolítica tiene también
otro de los grandes principios de la doctrina social, inspirado claramente en
la Biblia. Y es principio del “destino universal de los bienes”. Dios hizo el
mundo en que vivimos y nos lo dio a todos los seres humanos en patrimonio. El
que posee bienes en abundancia no es dueño de los bienes, sino administrador de
los mismos, con una enorme responsabilidad social.
Y de este tema, en un país empobrecido
durante 13 años por un socialismo-comunismo mentiroso como el nuestro, no se
habla en las cadenas del sr Chávez. No importa que Venezuela esté plagada y
golpeada, según todos los estudios internacionales e internos, por una profunda
desigualdad económico-social. Desigualdad que no es otra cosa sino la cara que
se quiere ocultar de la enorme irresponsabilidad social de quienes tienen dinero
o poder.
Pero en fin, nadie tira piedras contra su
propio tejado. Y cuando la política se convierte en un camino de
enriquecimiento personal es comprensible, no justificable, que se olviden los
conceptos más básicos del pensamiento cristiano. Lo que no resulta aguantable
es que aún encima de olvidar las dimensiones políticas y sociales del
cristianismo, se manipulen tan burdamente sus imágenes o se utilicen frases que
nada tienen que ver con la conciencia auténtica de lo religioso.
El hecho que las Iglesias salgan siempre en
las encuestas de opinión mucho mejor valoradas que los políticos puede abrirles
el apetito a los tiburones y barracudas de la política. Pero en vez de utilizar
la religión como carnada para unos votantes a los que se pretende engañar con
símbolos religiosos como cebo, bien harían en formarse espiritual y
doctrinalmente un poco mejor los políticos, a los que les interese tener un
poco más de coherencia con su fe porque vemos que no la tienen. Porque el tipo
de manipulación que algunos hacen los está revelando como verdaderos iletrados
de la tradición cristiana que públicamente suelen defender. Incultos religiosos
y mentirosos sin escrúpulos, una mezcla que no augura nada bueno para nuestra
patria. Gracias a Dios no son todos así.
britozenair@gmail.com
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