Tratemos de ver nuestras inéditas primarias, en
tres espacios, que también podrían ser en tres ambientes, uno de experiencia
personal, otro reflexivo y otro de altas esperanzas. Pero vámonos con los del
título.
Lo pequeño. En nuestro Centro de Votación, que
aunque hay más de 5.500 inscritos, la votación en su mejor momento, ligeramente
pasó los 3.000 votos, en estas primarias se realizaron más de 2 mil sufragios.
Las mesas, las cerramos pasadas las 6 de la noche. Por segunda vez veíamos
colas tan grande y con tanto entusiasmo. Antes de las 4pm, el tiempo promedio
en la cola, para los de mediana edad, era de dos horas. Quemados por el sol y
parados, esperaron estoicamente su oportunidad de expresarse. Vimos muchas
caras, que habíamos dejado de ver en votaciones anteriores. Los miembros de
mesas y testigos, absolutamente dispuestos a la colaboración. Los técnicos del
CNE y del Plan República, actuaron como debe de ser, en completa armonía con el
personal de las mesas y con los votantes. Es la democracia que queremos, buscamos
y lograremos más temprano que tarde.
Lo mediano. Ojalá los simpatizantes de PJ no
crean que todos los votos logrados por Capriles, son todos de ellos y caigan en
la peligrosa soberbia que ha perdido a muchos. Unos cuantos candidatos de las
primarias, que fueron en pos de ser abanderados de la unidad, contando con
altas votaciones en procesos anteriores, resultaron con muchos menos votos de
los logrados en aquellos comicios. Hay unos cuantos ejemplos. Los venezolanos
hemos estado votando en dos porciones, una a favor del candidato o partido y
otra en contra de régimen, sea quien sea el candidato. Además, algo asociado a
las votaciones, la llamada “economía del voto”. De allí el hecho cierto por el
cual se han rebasados a las maquinarias y a las propagandas. Lo cierto es que
tenemos un candidato legitimado, tanto por el método de escogencia, como por el
caudal de votos obtenidos.
Lo grande. Según las opiniones de los
entendidos en la materia, la proporción de votantes en nuestras primarias,
jamás se había visto en ningún proceso electoral de este tipo, en el mundo.
Esto es grande. Si bien eso nos puede llenar de un merecido orgullo, hay otro
elemento también digno de considerar, estos tres millones de sufragios, se
emitieron por encima del miedo, por encima de las amenazas, que
desesperadamente trató de infringir el fascistoide gobierno, que tendremos
hasta este año. Esto también es grande. Los resultados emitidos esa misma
noche, derramaron alegrías y razonables esperanzas en todos los amantes del
civilismo y de la paz. Mucha gente, simpatizante o no de la oposición, no
fueron a votar en estas primarias, pero seguramente lo harán por nuestro
candidato en el plebiscito de octubre. Esta alta votación lograda este 12F, les
insuflará valentía y razón de elegir por un gran cambio para mejorar. Pronto
viviremos mejores momentos. Después de esta pesadilla, que aunque terrible,
también ha sido aleccionadora. Si sigue la unidad, seguirán las victorias.
rdasilva2005@gmail.com
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