Denuncia: Que el accidente
ocurrido el pasado 4 de febrero, en el Complejo Jusepín, en el Norte del estado
Monagas, instalación en la cual se realiza el tratamiento y almacenamiento del
petróleo proveniente en su mayor parte del campo El Furrial y que ocasionó un
derrame petrolero de gran magnitud, es producto de la negligencia en el manejo
de de las instalaciones, ya que la ruptura de tuberías o de válvulas se
producen por falta de mantenimiento.
PDVSA actuó luego
de 21 horas de ocurrido el accidente, en lugar de activar inmediatamente un plan de
contingencia para evitar mayores daños ambientales y la pérdida de crudo. Tal
como lo establecen las normas.
Esta negligencia
de la empresa permitió que un gran volumen de petróleo (extraoficialmente se
habla de 60 mil barriles) contaminara el río Guarapiche, el cual alimenta a la
planta de tratamiento que suministra el agua potable a la población de Maturín,
lo que originó el cierre inmediato de la misma, dejando sin agua a
aproximadamente el 60 % de los
habitantes de la capital del estado Monagas y obligando a las autoridades a
suspender las clases por la falta del preciado líquido.
La información
emitida por los organismos del Estado, ha sido contradictoria mostrando una
descoordinación en la implementación de las acciones a seguir, para corregir la
situación. A estas alturas, no se conoce por cuánto tiempo estará cerrada la
planta de tratamiento y como se organizará el plan de suministro de agua
mediante cisternas porque a la fecha es precario y desordenado.
El Ministerio de
Energía y Ministerio del Ambiente no se han pronunciado y los otros entes de gobierno, Gobernación,
Alcaldía de Maturín, Concejo Legislativo, se muestran subordinados a lo que
diga PDVSA.
Este accidente, se
une a los dos (2) ocurridos en lo que va del año en el estado Monagas. El
derrame de petróleo en la zona de La Pica y la explosión del taladro CPV 15,
sin daños humanos que lamentar, pero con un impacto desbastador del ambiente.
Exigimos a las
autoridades y a PDVSA:
· Determinar la responsabilidad
de los involucrados y actuar en consecuencia.
·
Cumplir con los planes preventivos de mantenimiento e inspección de las
instalaciones.
·
Disponer de personal capacitado y experimentado para las actividades
supervisoras.
·
Actualizar los estudios de riesgo de las instalaciones, práctica común
en toda empresa petrolera.
·
Actualizar los planes de emergencia y contingencia. No había personal
para activar los planes ya que estaban
en actividades partidistas, lo que es
público y notorio.
·
Solicitar al Ministerio del Ambiente se pronuncie ante el daño evidente
de este derrame.
·
Informar a los habitantes de Maturín sobre el alcance de la situación
del suministro de agua y los planes que realizará el Ejecutivo Regional para
solventar esta emergencia.
Estas son las
acciones que en un país serio y una empresa responsable de inmediato
acometería.
Por último, nos preguntamos ¿Hasta cuando la directiva y
la gerencia de PDVSA va a seguir actuando con negligencia en materia de
seguridad y ambiente, sin que reciba ninguna sanción por parte del Estado,
demostrando un gran desprecio por la vida de sus trabajadores y de los
habitantes de las comunidades vecinas a sus instalaciones, así como por el
ambiente? Las cifras de accidentes y trabajadores fallecidos desde el 2003 y
que han sido denunciadas en múltiples oportunidades por Gente del Petróleo,
demuestran la manera irresponsable en que esta empresa está siendo manejada.
Caracas
10 de febrero de 2012.
Eddie Ramirez
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