Pablo Pérez. Lo es por su origen popular, por su trayectoria, por su discurso progresista, por su exitosa gestión como gobernante, por su clara oposición al continuismo expresado en su condena a la reelección, por su tajante postura unitaria demostrada en su apoyo a la tarjeta única y por ser el líder del Zulia bastión invencible de la oposición.
El próximo domingo los amantes de la
libertad estamos ante el compromiso histórico de participar en la selección de
los candidatos de la coalición democrática, sobre todo en del candidato a
enfrentarse a Hugo Chávez en octubre, esa elección presidencial es una
encrucijada clave para la sociedad venezolana por cuanto el resultado de la
misma definirá el futuro de la nación por un largo período. O se detiene el
continuismo o Venezuela cancelará por mucho tiempo la oportunidad de construir
un país libre, justo y próspero. Es la disyuntiva dramática ante la cual nos
encontramos.
Además de participar en las primarias
tenemos la obligación de seleccionar con
nuestro voto el precandidato que este en mejores condiciones de medirse
con ese colosal rival que es Chávez. Este es un asunto clave, se trata en otras
palabras de priorizar la competitividad del precandidato sobre otras
consideraciones que si bien son importantes, son en esta hora clave secundarias
ante el supremo y cardinal objetivo de vencer en octubre.
Por supuesto que la persona a seleccionar no
solo debe contar con las credenciales necesarias para competir con éxito y para
gobernar con acierto sino también ser un fiel representante de la Venezuela democrática,
pero estas dos condiciones no bastan por si solas para ganar. Él, debe ser uno
que pueda conectarse y lograr el respaldo de esa porción de compatriotas que si
bien están cada vez mas inconformes con la gestión del gobierno y rechazan la
pretensión del chavismo de convertirnos en una nueva versión de la Cuba Castro-Comunista ,
son sensibles al discurso de la inclusión social y recelan de toda oferta o
figura política asociada a la derecha, al golpismo o a la restauración del
ancien regime. Segmento por lo démas decisivo tanto en términos electorales
como en la gobernabilidad futura.
Muy probablemente uno de los caballitos de
batalla del discurso de Chávez en la campaña y quizás su ultima línea de
defensa sea apelar al resentimiento social, al odio de clase y por supuesto a
presentarse como Paladín de la inclusión social y del empoderamiento del pueblo, rasgos por cierto que nada tienen que
ver con su gestión de gobierno. Estas inconsecuencias deben ser esgrimidas en
el discurso de la oposición y su abanderado.
En nuestra opinión, de todos los
precandidatos democráticos quién esta en mejores condiciones de conectar con
los sectores descontentos del chavismo y con los sectores D y E de la
población, granero por excelencia de los votos de Hugo, y menos susceptible de
ser perjudicado por el discurso del odio social es Pablo Pérez. Lo es por su
origen popular, por su trayectoria, por su discurso progresista, por su exitosa
gestión como gobernante, por su clara oposición al continuismo expresado en su
condena a la reelección, por su tajante postura unitaria demostrada en su apoyo
a la tarjeta única y por ser el líder del Zulia bastión invencible de la
oposición. En esa región el chavecismo
ha recibido las mas contundentes derrotas políticas y electorales.
El 12 de febrero debemos cumplir masivamente
con esa cita con la historia y elegir bien.
espacioabierto44@yahoo.es
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