Para la oposición lo ideal es que, en las próximas elecciones presidenciales haya un candidato único que se enfrente, con grandes probabilidades de éxito, al candidato oficial, sea Chávez o cualquier otro. Sin embargo, ello parece imposible, por lo que deberemos conformarnos con un candidato unitario, y no un candidato único.
Imposible, digo, porque inevitablemente tropezaremos con las ambiciones personales, que muchas veces son ingenuas, pero otras son en verdad interesadas. Entre estas destacan las alentadas por el propio gobierno, capaz hasta de financiar candidaturas que, si bien no necesariamente dividan al electorado antichavista, al menos sí le resten votos al candidato unitario. Y en unas elecciones como las que se avecinan cualquier cantidad de votos a favor o en contra, por pequeña que sea, podría ser decisiva.
En efecto, en unas elecciones normales es posible que los candidatos ingenuos, a los que otros prefieren tildar de folklóricos, puedan ser insignificantes, y a lo sumo llaman la atención por lo pintoresco que de hecho son. Pero no es esa la situación ahora, en unas elecciones en que el candidato ganador puede serlo por una diferencia abrumadora de votos, o por una ínfima. De modo que esos candidatos, en el mejor de los casos ingenuos o espontáneos, pueden resultar muy peligrosos.
A estas alturas es una necedad, inocua o mal intencionada, negar a la MUD lo exitoso de su gestión. El logro de una amplia unidad de fuerzas tan disímiles es una verdadera hazaña y un signo de madurez que nadie puede desconocer. Y parece irreversible el proceso que se ha venido desarrollando hacia la nominación de un candidato unitario. Uno de los signos más resaltantes de esa madurez es que la gran mayoría de la oposición está consciente de que en esta coyuntura, realmente de emergencia, hay que votar por el candidato seleccionado en las primarias, aunque para muchos no sea el de su preferencia, y hasta pueda suscitar su desagrado.
Es muy difícil impedir que haya un tercero o hasta un cuarto candidatos. Ya se ha asomado alguno, que a pesar de lo desconocido y de lo impreciso de su mensaje ha logrado alguna audiencia. Y hasta un hombre tan positivo y consciente de su misión política, como Pablo Medina, cuando vio frustrada su aspiración a participar en las primarias –situación afortunadamente resuelta de manera favorable–, asomó la posibilidad de ir a la candidatura presidencial al margen de la MUD. Y aun cuando esto último no hubiese sido sino una boutade, conocida como es la dilatada trayectoria positiva de Medina, no deja de ser un síntoma inquietante de lo que puede ocurrir cuando ya la carrera electoral entre en su fase decisiva.
Alexis Márquez Rodríguez
grealemar@cantv.net
EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.