Sin duda la reconstrucción de nuestro país física como institucional pasa por la devolución de la confianza. En oportunidades el daño hecho por los gobiernos no es tan evidente, como cuando los servicios públicos no funcionan o la inseguridad es generalizada o la falta de medicinas en los hospitales públicos. Hay otros daños ocultos, no vistos por los ciudadanos como son el número creciente de disputas llevadas a organismos internacionales como el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) institución relacionada con el Banco Mundial, en donde participan 147 países, entre ellos por ahora Venezuela.
Esta institución tiene bajo en su alcance mecanismos previamente conocidos y acordados entre un estado y un nacional de otro estado, para la búsqueda conciliatoria de una disputa, diferencia o discriminación, incluyendo la compensación económica si este fuese el caso. En la última década este mecanismo de acudir al arbitraje por empresas internacionales, las que podríamos definir también como inversión extranjera, viene en aumentando exponencialmente. En la actualidad hay unos 20 casos en el CIADI por disputas generadas con el actual gobierno venezolano. En donde destacan los casos de Exxon-Mobil y Conoco-Phillips,pero además consigo otras empresas relacionadas con el negocio petrolero comoWilliams, Tidewater y empresas de otros sectores desde el cemento, telecomunicaciones, etc.
Si focalizamos las demandas hecha sobre PDVSA y por ende la republica del sector petrolero las estimaciones de compensación, las cuales analistas ubican solo por las asociaciones de la faja en 25.000 mil millones de dólares y considerando la precaria situación financiera de la industria, con un fallo del tribunal adversos, se hará muy complicado cumplir con la decisión del CIADI.
Por lo anterior, y pronosticando la actuación esperada del gobierno venezolano con su retorica antiimperialista es factible se desconozca ese fallo alegando razones de soberanía y Venezuela se salga de este organismo internacional, dándole lo que llaman “una patada a la mesa”. Lo anterior, tiene a su vez fundamento en como activos en el exterior de Venezuela ya están totalmente hipotecados como es el caso de CITGO, así como el movimiento de las reservas operativas hacia países que por cierto no son miembros del CIADI como China, Rusia, Brasil y Cuba.
Este escenario de asilamiento y salida de este organismo del Banco Mundial, el gobierno con su estructura mediática pretenderá hacernos ver como un ejercicio de soberanía. Cuyo resultado real será todo lo contrario, es decir hacernos un país mas dependiente. Por un lado, mas dependiente de los otros imperios como el chino, el ruso que en sus acuerdos con el país tienen previsiones sobre el manejo de las disputas con procedimientos particulares para ser compensados y por otro la opción de inversión extranjera en el país se reduce pues solo dependerá del humor del gobierno y de los especuladores que siempre pescan en rio revuelto.
Si en definitiva el gobierno desconoce las decisiones del CIADI y se sale del ente, el asilamiento de Venezuela será cada vez mayor. Para que nuestro país progrese y la comunidad internacional nos vuelva a mirar como una opción preferida de inversión, el primer trabajo es devolver la confianza de que somos un país con instituciones respetuosas del orden internacional.
@jfernandeznupa. NO MAS PRESOS POLITICOS NI EXILIADOS
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