CANDELITA QUE SE PRENDE… ENRIQUE PEREIRA

Candelita que se prende, candelita que se apaga.

No se sorprenda usted con el despliegue de recursos, fuerzas policiales, velocidad de proceso y desproporcionalidad. Esa candelita del Metro había que apagarla rápido y dejar una muestra de lo que pude hacerte el gobierno si manifiestas tu inconformidad. Más parecido a Cuba imposible. El que se alza va preso. La intención no era procesarlos pero advertirle al que viene atrás de lo que tendrá que afrontar. Así se hace en los gobiernos represivos, que no les gusta que sus debilidades salgan al aire. Celulares y fotografías eran perseguidas durante esa protesta.

En minutos el gobierno hizo responsable a la oposición, al partido Voluntad Popular y a los políticos que están intentando generar un caos en el Metro. Julio Verne en sus “Veinte mil leguas de viaje submarino”, escribió menos ficción que en estas vacías acusaciones.

Treinta y tres o treinta y cinco personas fueron detenidas por un par de dias por demostrar inconformidad en el colapsado Metro de Caracas. Esa era una candelita muy peligrosa, pues el gobierno está clarísimo de la rabia incontenible que está generando un Metro incapaz de transportar a sus pasajeros con un mínimo de confort. Aquí no se puede culpar a la cuarta y débilmente se puede hablar de un aumento de los usuarios. Hasta para el venezolano menos preparado le es fácil entender que si todos los trenes, las escaleras y los aires estuvieran trabajando, el colapso no sería tal. Lo dejaron colapsar por incapacidad o negligencia manifiesta y ahora tomará meses o años nivelar esa situación. Bien afirmaba yo hace algunas semanas que los votos de 2012, se mueven en el Metro.

Al gobierno se le están acabando los argumentos. Está por terminar el show de las viviendas y detrás de ese, tendrán que montar otro show con alta capacidad distractora. Adivinar cuál es el siguiente escándalo es imposible, pues han hecho tanto mal que cualquiera puede salir a flote. Un desastre como el que han montado en todos los órdenes del accionar de gobierno, no tiene otro camino que el de producir problemas que tarde o temprano van apareciendo. La semana pasada una empleada de Agroisleña declaraba que no han hecho nada en un mes. Imagínense lo que viene por detrás. Cuando explote, dirán que fue culpa de sus antiguos propietarios que desangraron a la compañía.

He leído muchas crónicas de la vida cubana. Soy amante de su música y hay algo en el pueblo cubano que me produce simpatía. Mi bisabuelo era cubano y mi abuelo vivió una parte de su vida en Cuba. El evento represivo del Metro me recuerda mucho –para mi gusto- lo que sucede en Cuba cada día. Cubanos persiguiendo a sus hermanos para apagar las candelitas que se prenden.

La sociedad cubana se ha acostumbrado a la represión de sus ideas, de su voz, de su protesta y de su libertad. Lo único que le pido a cada venezolano es que por ninguna razón permitamos que nuestro espíritu se doblegue ante los esbirros de este incipiente régimen. Bolivar nunca nos perdonaría esa debilidad.

@pereiralibre
Enrique Pereira
vienegrande@yahoo.es

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