La estrategia de convertir a los venezolanos en maleantes y mendigos es tan monstruosa que reclamará el deshonor de la historia. Mejor salirnos antes de que nos expulsen por indignos de la OEA y de la ONU y de todas las comisiones internacionales de defensa de los derechos humanos y de los tribunales de justicia y centros de arbitraje internacionales. Un país de mendigos y maleantes no es digno de sentarse entre las naciones del mundo civilizado.
Lo único que tiene el mandatario es la chequera. A nosotros queda mantener y/o rescatar nuestra dignidad humana. La única resistencia a esa estrategia denigrante es mantener el esfuerzo laboral, el empeño individual, el espíritu de empresa, la inventiva y la creación. Trabajar cuando el Mandatario ordena vacaciones. ¿Acaso vendrá la Guardia Nacional o el Ejército a sancionarnos por trabajar, a obligarnos al ocio?
Si los primeros colaboradores del régimen son los indigentes, los segundos y quizá más importantes somos aquellos que sin estar con el régimen e incluso oponiéndonos al mismo, colaboramos con esa estrategia diabólica para dominarnos, haciéndonos eco de la misma, imitando al mandatario. Todos colaboramos cuando reproducimos la grosería oficial, aun más cuando dejamos que emociones negativas surjan como respuesta; cuando somos iguales de arbitrarios e irrespetuosos de las normas; cuando nos sale la picardía y recurrimos al pillaje del erario público como forma de sobrevivir.
De esa estrategia gubernamental se desprende un enorme desprecio por los venezolanos. Nos somete a la miseria y mendicidad, castra nuestra capacidad de agencia, nos reduce a niveles infrahumanos de dependencia; nos vuelve parásitos del Estado y deudores de una sola mano que provee.
La verdadera resistencia comienza levantando nuestra faz humana a través del trabajo. Que no nos quiten nuestro derecho a trabajar. El más revolucionario será aquel que logre mantener la honestidad y la libertad laboral.
ruthcapriles@yahoo.com
EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, MOVIMIENTO REPUBLICANO MR, REPUBLICANO, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES ASAMBLEA NACIONAL, UNIDAD ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA
Lo único que tiene el mandatario es la chequera. A nosotros queda mantener y/o rescatar nuestra dignidad humana. La única resistencia a esa estrategia denigrante es mantener el esfuerzo laboral, el empeño individual, el espíritu de empresa, la inventiva y la creación. Trabajar cuando el Mandatario ordena vacaciones. ¿Acaso vendrá la Guardia Nacional o el Ejército a sancionarnos por trabajar, a obligarnos al ocio?
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De esa estrategia gubernamental se desprende un enorme desprecio por los venezolanos. Nos somete a la miseria y mendicidad, castra nuestra capacidad de agencia, nos reduce a niveles infrahumanos de dependencia; nos vuelve parásitos del Estado y deudores de una sola mano que provee.
La verdadera resistencia comienza levantando nuestra faz humana a través del trabajo. Que no nos quiten nuestro derecho a trabajar. El más revolucionario será aquel que logre mantener la honestidad y la libertad laboral.
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