12.05.09.- Es evidente que las mentiras, el saqueo público, las improvisaciones, la ausencia de conocimiento gerenciar y administrativo de los jerarcas del proceso robolucionario, nos trajeron a donde nunca jamás se pudo llegar con todas las perversiones de la IV Republica. Cada información que procesamos o recibimos nos constata una muerte “quiebra” anunciada, y que en el desespero por aferrarse al poder del “sute de Sabaneta” incurre en formulas equivocadas y nefastas, que aceleran el punto de quiebra de la economía y el sistema social imperante en Venezuela. Al mandamás se le oculta y maquilla información, incluso se le confunde deliberadamente y hasta por táctica de supervivencia de los más cercanos (han optado por decir mentiras agradables al oído del lidere mesiánico del SSXXI) y de los asesores internacionales (coberos y caga tinta mercenarios) que fabrican estupideces con visos intelectuales e ideológicos.
Para ilustrar mejor lo que sucede haré uso de un escrito que me llego por los caminos verdes del Internet. Mucho me temo que esta crisis que nos reventara (esperada) en pocas semanas o días no es como las demás: esta es diferente. Me informan que PDVSA no sabe cómo hacer para garantizar el suministro interno de gasolina, gas doméstico, etc., mucho menos el cumplimiento de los contratos de exportación de crudo y menos se podía pagar los 80.000 mil millones de dólares ($) que les deben a las contratistas y a los trabajadores petroleros de nuestro pueblo. Nadie le quiere decir a Chávez lo mal que estamos, pero vamos a intentarlo. Las plantas de refinación requieren un constante mantenimiento que, de hecho, es tan caro y costoso, que muchos economistas han calculado que es mas barato cada diez años abandonar una refinería y construir una nueva, en vez de reparar la vieja. Pues bien, las plantas de refinación de PDVSA están casi acabadas, y pronto habrá que pararlas para mantenimiento mayor, que de hecho las deja fuera de juego por unos meses. El problema es que se requiere de muchos millones de dólares para el "revamping" de una refinería, y PDVSA ni tiene los reales, no tiene crédito (y en la empobrecida y robada Venezuela no hay reales), y las contratistas que podían hacer el trabajo mayor, como la Fluor, Bechtel o quizá Sade, ni de casualidad van a venir a trabajar sin pago por anticipado, ya que todo el mundo sabe que PDVSA no paga una factura desde hace muchos meses. Dudamos que las empresas de ingeniería criollas como Tecnoconsult, y otras del mismo rango, tengan cómo afrontar esos proyectos sin ayuda externa. Es decir, léanlo de nuevo: no habrá plantas de refinación funcionando porque PDVSA ni tiene real ni tiene crédito para repararlas. Como se dice en inglés: "a perfect storm".
Pero esto es solo el comienzo de una catástrofe roja rojita. El país tendrá que importar gasolina y gastar las reservas (las que quedan) de dólares para quemarlas comprando la gasolina más barata del mundo, en vez de conservar esos dólares para comprar comida, ya que es más importante comer que manejar, así que ni habrá comida ni habrá gasolina. Si alguien le dice a Chávez que es imperativo multiplicar por cuatro el precio de la gasolina para asegurar su uso más racional, éste no quiere escuchar nada, porque sabe que ahí se hunde de insofacto su ¿revolución? Así que no habrá gasolina porque los vendedores internacionales van a pedir ‘un giro’ de los reales por adelantado, no el usual "te pago en 30 días" que se le otorga a compañías solventes, y las garantías y papeles de los chulos de América “no sirven” y nadie los quiere. Los términos que se le otorgan a PDVSA son estricto contado, ya que el mundo entero sabe que no pagan, y sus bonos se cotizan a 50% de su valor nominal, es decir, la confianza en la capacidad de pago de PDVSA a largo plazo está seriamente en duda, o descartada.
¿Todo esto por qué? ¿Qué nos sucedió? Nos agarró una revolución bizarra, de resentidos sociales o de vivos que venían con la escuela del ladrón mayor –Fidel Castro- , contaminados y trasmisores de la misma peste comunista que arrasa a Cuba, a Nicaragua y Bolivia; como le está cayendo encima al Ecuador, etc. Una vez que entra el comunismo "mental", todo se derrumba, porque la ideología sustituye a la realidad y la productividad. El comunismo es un problema psicológico que afecta más a los menos informados, antes de que se vuelva un problema político a consecuencia de los pelones y metidas de pata o mano. El afectado por el virus cree, con seriedad, que se puede repartir pan sin producirlo, arroz sin sembrarlo, vender gasolina sin tener refinerías, o refinar petróleo sin ingenieros, solo con "comisarios políticos" y educar sin estar educado. Esa mentira (nube mental) es lo que acabó con la URSS, lo que tiene postrada a Cuba, lo que tiene contra la pared al Ecuador y sembró de cementerios de pobres al mundo del siglo XIX.
Es la peste roja que le cayó a Venezuela, y que ahora, impulsada por la recesión económica mundial, nos afectará más duro y antes de lo esperado. El país “CNE” votó por Chávez, es verdad, hubo más fraude continuado y agravado con el uso descarado de los dineros públicos (robados al pueblo necesitado) para apuntalar la campaña del tirano, pero fundamentalmente, Chávez vendió una idea: es posible vivir sin trabajar, subir en la vida sin estudiar, sin esforzarse, etc. (este cuento no lo siguió el, si se hubiese quedado en Sabaneta ¿Cómo hubiese sido golpista y ahora rico?). El señor que nos mal gobierna vendió la idea imposible de que el estado puede mantener a la población en estado de dependencia de subsidios, misiones, etc., en vez de hacer lo que tiene que hacer: apoyar a la empresa privada (y a los emprendedores de riqueza sea social o mercantil) y garantizar los servicios públicos eficientes y baratos.
En vez de eso, le expropia, confisca y persigue a los que producen. Resultado: crecieron los delincuentes, mafiosos, asesinos, secuestradores y policías ladrones y atracadores. Vemos como en Caracas (y en todo el país) asesinan a una persona por hora, mucho más que en Bagdad, en Kabul o en Gaza, y por cada 20 minutos en Venezuela se roban o secuestran (por policías y cómplices delincuentes) a mano armada los carros y las personas, a los cuales (y a los familiares) en la hora siguiente, le piden rescates millonarios, así que el más importante de los servicios públicos no se presta: la seguridad. Todo viene de lo mismo: la falta de seguridad y la quiebra de PDVSA son causadas por el mismo virus cerebral, llamado "socialismo bolivariano". El culpable es Chávez, nadie más, y Fidel Castro, quien ha pervertido al alto gobierno al igual que al gobierno de sapratas de la isla.
Lo que esta por aflorar es escalofriante y dantesco. Como es costumbre de la raza caribe y cumanagota (que aporto valor a los libertadores) producirá “una respuesta democrática” dentro del 350 constitucional o no, siempre buscando libertad y paz. Los pueblos como el nuestro no perdonan y menos son ingenuos.
Seria muy útil que surgiera una oposición unificada, con tácticas innovadoras, con líderes nuevos y responsables. Estamos a tiempo de aprovechar la crisis y la quiebra de PDVESA para construir una sociedad de valores y principios morales. Aun se puede sembrar con el petróleo y las riquezas que están en la tierra venezolana, agreguémosles el conocimiento de nuestros campesinos y del pueblo trabajador que aun tenemos. Dios le dará a Venezuela una nueva oportunidad.
Juan de Dios Rivas Velásquez
rvjuandedios@gmail.com
Para ilustrar mejor lo que sucede haré uso de un escrito que me llego por los caminos verdes del Internet. Mucho me temo que esta crisis que nos reventara (esperada) en pocas semanas o días no es como las demás: esta es diferente. Me informan que PDVSA no sabe cómo hacer para garantizar el suministro interno de gasolina, gas doméstico, etc., mucho menos el cumplimiento de los contratos de exportación de crudo y menos se podía pagar los 80.000 mil millones de dólares ($) que les deben a las contratistas y a los trabajadores petroleros de nuestro pueblo. Nadie le quiere decir a Chávez lo mal que estamos, pero vamos a intentarlo. Las plantas de refinación requieren un constante mantenimiento que, de hecho, es tan caro y costoso, que muchos economistas han calculado que es mas barato cada diez años abandonar una refinería y construir una nueva, en vez de reparar la vieja. Pues bien, las plantas de refinación de PDVSA están casi acabadas, y pronto habrá que pararlas para mantenimiento mayor, que de hecho las deja fuera de juego por unos meses. El problema es que se requiere de muchos millones de dólares para el "revamping" de una refinería, y PDVSA ni tiene los reales, no tiene crédito (y en la empobrecida y robada Venezuela no hay reales), y las contratistas que podían hacer el trabajo mayor, como la Fluor, Bechtel o quizá Sade, ni de casualidad van a venir a trabajar sin pago por anticipado, ya que todo el mundo sabe que PDVSA no paga una factura desde hace muchos meses. Dudamos que las empresas de ingeniería criollas como Tecnoconsult, y otras del mismo rango, tengan cómo afrontar esos proyectos sin ayuda externa. Es decir, léanlo de nuevo: no habrá plantas de refinación funcionando porque PDVSA ni tiene real ni tiene crédito para repararlas. Como se dice en inglés: "a perfect storm".
Pero esto es solo el comienzo de una catástrofe roja rojita. El país tendrá que importar gasolina y gastar las reservas (las que quedan) de dólares para quemarlas comprando la gasolina más barata del mundo, en vez de conservar esos dólares para comprar comida, ya que es más importante comer que manejar, así que ni habrá comida ni habrá gasolina. Si alguien le dice a Chávez que es imperativo multiplicar por cuatro el precio de la gasolina para asegurar su uso más racional, éste no quiere escuchar nada, porque sabe que ahí se hunde de insofacto su ¿revolución? Así que no habrá gasolina porque los vendedores internacionales van a pedir ‘un giro’ de los reales por adelantado, no el usual "te pago en 30 días" que se le otorga a compañías solventes, y las garantías y papeles de los chulos de América “no sirven” y nadie los quiere. Los términos que se le otorgan a PDVSA son estricto contado, ya que el mundo entero sabe que no pagan, y sus bonos se cotizan a 50% de su valor nominal, es decir, la confianza en la capacidad de pago de PDVSA a largo plazo está seriamente en duda, o descartada.
¿Todo esto por qué? ¿Qué nos sucedió? Nos agarró una revolución bizarra, de resentidos sociales o de vivos que venían con la escuela del ladrón mayor –Fidel Castro- , contaminados y trasmisores de la misma peste comunista que arrasa a Cuba, a Nicaragua y Bolivia; como le está cayendo encima al Ecuador, etc. Una vez que entra el comunismo "mental", todo se derrumba, porque la ideología sustituye a la realidad y la productividad. El comunismo es un problema psicológico que afecta más a los menos informados, antes de que se vuelva un problema político a consecuencia de los pelones y metidas de pata o mano. El afectado por el virus cree, con seriedad, que se puede repartir pan sin producirlo, arroz sin sembrarlo, vender gasolina sin tener refinerías, o refinar petróleo sin ingenieros, solo con "comisarios políticos" y educar sin estar educado. Esa mentira (nube mental) es lo que acabó con la URSS, lo que tiene postrada a Cuba, lo que tiene contra la pared al Ecuador y sembró de cementerios de pobres al mundo del siglo XIX.
Es la peste roja que le cayó a Venezuela, y que ahora, impulsada por la recesión económica mundial, nos afectará más duro y antes de lo esperado. El país “CNE” votó por Chávez, es verdad, hubo más fraude continuado y agravado con el uso descarado de los dineros públicos (robados al pueblo necesitado) para apuntalar la campaña del tirano, pero fundamentalmente, Chávez vendió una idea: es posible vivir sin trabajar, subir en la vida sin estudiar, sin esforzarse, etc. (este cuento no lo siguió el, si se hubiese quedado en Sabaneta ¿Cómo hubiese sido golpista y ahora rico?). El señor que nos mal gobierna vendió la idea imposible de que el estado puede mantener a la población en estado de dependencia de subsidios, misiones, etc., en vez de hacer lo que tiene que hacer: apoyar a la empresa privada (y a los emprendedores de riqueza sea social o mercantil) y garantizar los servicios públicos eficientes y baratos.
En vez de eso, le expropia, confisca y persigue a los que producen. Resultado: crecieron los delincuentes, mafiosos, asesinos, secuestradores y policías ladrones y atracadores. Vemos como en Caracas (y en todo el país) asesinan a una persona por hora, mucho más que en Bagdad, en Kabul o en Gaza, y por cada 20 minutos en Venezuela se roban o secuestran (por policías y cómplices delincuentes) a mano armada los carros y las personas, a los cuales (y a los familiares) en la hora siguiente, le piden rescates millonarios, así que el más importante de los servicios públicos no se presta: la seguridad. Todo viene de lo mismo: la falta de seguridad y la quiebra de PDVSA son causadas por el mismo virus cerebral, llamado "socialismo bolivariano". El culpable es Chávez, nadie más, y Fidel Castro, quien ha pervertido al alto gobierno al igual que al gobierno de sapratas de la isla.
Lo que esta por aflorar es escalofriante y dantesco. Como es costumbre de la raza caribe y cumanagota (que aporto valor a los libertadores) producirá “una respuesta democrática” dentro del 350 constitucional o no, siempre buscando libertad y paz. Los pueblos como el nuestro no perdonan y menos son ingenuos.
Seria muy útil que surgiera una oposición unificada, con tácticas innovadoras, con líderes nuevos y responsables. Estamos a tiempo de aprovechar la crisis y la quiebra de PDVESA para construir una sociedad de valores y principios morales. Aun se puede sembrar con el petróleo y las riquezas que están en la tierra venezolana, agreguémosles el conocimiento de nuestros campesinos y del pueblo trabajador que aun tenemos. Dios le dará a Venezuela una nueva oportunidad.
Juan de Dios Rivas Velásquez
rvjuandedios@gmail.com
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