*JUAN DE DIOS RIVAS V. ESCRIBIÓ ES SUS LÓGICAS Y UTOPÍAS: “LOS VICIOS DE LA IV Y V REPÚBLICAS ¿PUEDEN CONTROLARSE?”
En las administraciones absolutas no se reconocen límites en el ejercicio de las facultades gubernativas... SIMÓN BOLÍVAR, 06/09/1815. Libertador, su visón fue de largo alcance, es indiscutible que su pupila y genio se proyectó a épocas del SSXXI, donde los “absolutos” se encanallarón, en su nombre, para confundir y engañar a un pueblo, que lo tiene a Ud. como su padre inmortal y eterno. Ese pueblo “no perdonara” el haber enlodado su nombre en este “arroz con mango” robolucionario y empobrecedores de multitudes.
Un ‘spicologo político’ me reflexionaba con ‘cierta sorna’, de la siguiente manera: la tragedia que trajo a los “patarucos” rojitos, es insistente, contumaz y porfiada, es el arma de todo bicho malo que se reproduce cada cierto tiempo en el pantano de la corrupción. ¿Cómo es posible que gente honesta y responsable ‘crea’ en que viciados cambien? ¿Hay en Uds. la convicción de que las cosas van a cambiar? ¿Sin caer en lo peor de la IV republica y en lo aberrante de la V republica? ¿Uds. no saben que están detrás de una ‘idea delirante’?. Y los delirios solo en el Chimborazo, son buenos.
Se le respondió –al psicólogo político-, más o menos así: la tragedia de la IV republica tubo su causas en una generación de político que se apartaron de los valores morales, de los principios ideológicos que le daban sustento a sus doctrinas sociopolíticas. Ellos abrazaron unos comportamientos éticos inesperados ¿cuál fue la causa? Indudablemente que el ego, la ambición desmedida y una “logia de vagabundos” (conocida como los 12 apóstoles) que se encompincharon con empresas transnacionales y fraguaron un plan maquiavélico, para apoderarse de políticos (surgidos del clientelismo y la mediocridad partidista), a los cuales le dieron masaje de ego, dinero (sobornos) y viajes ostentosos. Se dedicaron a hacerles creer que fin del poder era el cogollo y el grupo “de bandoleros” que decidían el contrato y las trácalarías negociadas. Su juego se fundamentaba en herramientas subliminales que penetraban fácilmente a congeneres que no aguantaban ‘dos pedidas’ o coimas sustanciosas. El resultado fue que se “contaminó” a la sociedad, las instituciones y a la educación de familia, esto dejó sin protección los sentimientos, las conductas y los orgullos de la honestidad -que tenia el venezolano- de principio de siglo pasado, el cual ‘preferia decir’ soy pobre más no ladrón.
La historia ya la conocemos. El ser político se devaluó y se desprestigio… pera también los ciudadanos asumieron actitudes poco felices y unos mal comportamiento, ‘no iban a votar’, ‘no protestaban’, ‘no se organizaban’. Esto hacia que los pervertidos y demagogos, no jugaran (andaban a sus anchas) limpio. ¿Qué paso? Se organizó una logia golpista maxista–militarista y penetró a nuestra fuerzas armadas (institucionalista), y se aprovecharon de la esperanza popular “de algo mejor”, la ingenuidad, las necesidades de la gente; fue el caldo de cultivo. Se les ofreció de todo y una vida mejor… era una trampa caza bobos, y caímos los unos y los otros. El resultado un país enfermo, robado, desmembrado, sin buena comida, malos sueldos, pocos trabajos y corriendo todos los peligros y riesgos de un desastre en puerta. Hay una oportunidad en la salida electoral. ¿Pero? No se han hecho los casos bien, ni por la oposición y tampoco por los que se están separando del chavismo (que son muchos). Hace falta que los abstencionistas se atrevan a votar y elijan a personas ‘independientes con valores’, no hay que tener dudas, “los malos de la IV y V republicas se terminan”, si ponemos a gobernar a gente de trabajo, de fe, de principios y valores morales y conductas éticas. Si seguimos votando por el que más aparece en cuñas, no habrá cambio y menos evolución. Los nuevos gobernantes deben ser diferentes en todo, y el elector debe se mas responsable a la hora de elegir, hay que averiguar, preguntar a los vecinos que conocen al candidato –si es persona sana y sincera-, como es su comportamiento y su pasado.
Solo votando se avanza, el voto es el arma que Dios da los pueblos para superar sus desgracias y miserias, un pueblo armado en votos jamás será vencido.
Juan de Dios Rivas Velásquez
En las administraciones absolutas no se reconocen límites en el ejercicio de las facultades gubernativas... SIMÓN BOLÍVAR, 06/09/1815. Libertador, su visón fue de largo alcance, es indiscutible que su pupila y genio se proyectó a épocas del SSXXI, donde los “absolutos” se encanallarón, en su nombre, para confundir y engañar a un pueblo, que lo tiene a Ud. como su padre inmortal y eterno. Ese pueblo “no perdonara” el haber enlodado su nombre en este “arroz con mango” robolucionario y empobrecedores de multitudes.
Un ‘spicologo político’ me reflexionaba con ‘cierta sorna’, de la siguiente manera: la tragedia que trajo a los “patarucos” rojitos, es insistente, contumaz y porfiada, es el arma de todo bicho malo que se reproduce cada cierto tiempo en el pantano de la corrupción. ¿Cómo es posible que gente honesta y responsable ‘crea’ en que viciados cambien? ¿Hay en Uds. la convicción de que las cosas van a cambiar? ¿Sin caer en lo peor de la IV republica y en lo aberrante de la V republica? ¿Uds. no saben que están detrás de una ‘idea delirante’?. Y los delirios solo en el Chimborazo, son buenos.
Se le respondió –al psicólogo político-, más o menos así: la tragedia de la IV republica tubo su causas en una generación de político que se apartaron de los valores morales, de los principios ideológicos que le daban sustento a sus doctrinas sociopolíticas. Ellos abrazaron unos comportamientos éticos inesperados ¿cuál fue la causa? Indudablemente que el ego, la ambición desmedida y una “logia de vagabundos” (conocida como los 12 apóstoles) que se encompincharon con empresas transnacionales y fraguaron un plan maquiavélico, para apoderarse de políticos (surgidos del clientelismo y la mediocridad partidista), a los cuales le dieron masaje de ego, dinero (sobornos) y viajes ostentosos. Se dedicaron a hacerles creer que fin del poder era el cogollo y el grupo “de bandoleros” que decidían el contrato y las trácalarías negociadas. Su juego se fundamentaba en herramientas subliminales que penetraban fácilmente a congeneres que no aguantaban ‘dos pedidas’ o coimas sustanciosas. El resultado fue que se “contaminó” a la sociedad, las instituciones y a la educación de familia, esto dejó sin protección los sentimientos, las conductas y los orgullos de la honestidad -que tenia el venezolano- de principio de siglo pasado, el cual ‘preferia decir’ soy pobre más no ladrón.
La historia ya la conocemos. El ser político se devaluó y se desprestigio… pera también los ciudadanos asumieron actitudes poco felices y unos mal comportamiento, ‘no iban a votar’, ‘no protestaban’, ‘no se organizaban’. Esto hacia que los pervertidos y demagogos, no jugaran (andaban a sus anchas) limpio. ¿Qué paso? Se organizó una logia golpista maxista–militarista y penetró a nuestra fuerzas armadas (institucionalista), y se aprovecharon de la esperanza popular “de algo mejor”, la ingenuidad, las necesidades de la gente; fue el caldo de cultivo. Se les ofreció de todo y una vida mejor… era una trampa caza bobos, y caímos los unos y los otros. El resultado un país enfermo, robado, desmembrado, sin buena comida, malos sueldos, pocos trabajos y corriendo todos los peligros y riesgos de un desastre en puerta. Hay una oportunidad en la salida electoral. ¿Pero? No se han hecho los casos bien, ni por la oposición y tampoco por los que se están separando del chavismo (que son muchos). Hace falta que los abstencionistas se atrevan a votar y elijan a personas ‘independientes con valores’, no hay que tener dudas, “los malos de la IV y V republicas se terminan”, si ponemos a gobernar a gente de trabajo, de fe, de principios y valores morales y conductas éticas. Si seguimos votando por el que más aparece en cuñas, no habrá cambio y menos evolución. Los nuevos gobernantes deben ser diferentes en todo, y el elector debe se mas responsable a la hora de elegir, hay que averiguar, preguntar a los vecinos que conocen al candidato –si es persona sana y sincera-, como es su comportamiento y su pasado.
Solo votando se avanza, el voto es el arma que Dios da los pueblos para superar sus desgracias y miserias, un pueblo armado en votos jamás será vencido.
Juan de Dios Rivas Velásquez
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