“La propaganda no engaña a la gente, sino que simplemente les ayuda a engañarse a sí mismos” Eric Hoffer (1902 – 1983), Escritor estadounidense.
El gobierno
buscó, se empeñó y logró colocar a su favor los medios de comunicación social.
Los que no son oficialistas, están domesticados o autocensurados. La Ley
RESORTE, es una espada de Damocles que pende sobre la espalda de los dueños,
directores y periodistas que se salgan de la línea oficial. No hay dólares, no
hay papel, insumos y menos publicidad del régimen para los sospechosos de
independencia editorial y los que sobreviven es porque se mantienen en el
borderline. El que pestañee pasa a mejor vida. No es dictadura, pero…es lo más
parecido.
En ese escenario
dominado por el latifundio mediático del régimen, hay una pavorosa realidad,
que no puede ocultar la monumental, imponente y abrumadora propaganda oficial.
El venezolano vive angustiado, estresado y al límite de la desesperación por la
falta de alimentos básicos, la hiperinflación, los niveles de violencia
criminal y robos de todo tipo del que permanentemente son víctimas. La gente
perdió la noción de autoridad. No hay gobierno y vivimos a la buena de Dios. Es
una especie de sálvese quien pueda.
Tampoco, el
latifundio mediático, logra convencer a ningún venezolano de que, estamos ante
un permanente acoso del imperio, ataque de la oligarquía y menos que somos
víctimas de una guerra económica. El resultado de la propaganda oficial es
catastrófico. La gente cada día se convence más de que el responsable de la
tragedia que vivimos es la ineptitud, incapacidad y la salvaje corrupción
instalada en todos los niveles de la estructura del régimen. Por más que se
tongoneen, se les ve el bojote.
Hay quienes
piensan, no sin razón, de que las fabulosas sumas de dinero, que el régimen
malgasta en propaganda inútil, debería darle un uso más útil y eficiente, como
por ejemplo, dotar a los hospitales públicos de insumos, dónde los pacientes se
mueren de mengua. En mantenimiento, desinfección y asepsia de áreas
hospitalarias, dónde fallecen bebés por contaminaciones bacteriológicas (En el
Razzeti de Barcelona, reporta la prensa, perecieron 17 bebés) y también, para
mejorar las instituciones educativas. La mejor publicidad es mostrando hechos
concretos, no palabras. No continúen botando dinero en propaganda bufa, pues.
La realidad
supera el país de ficción que nos pretende vender la propaganda oficial, los
noticieros de la patria y la información alejada de la realidad que vive el
venezolano para sobrevivir. Miles de millones de bolívares despilfarrados en propaganda oficial, no
cambiarán la matriz de opinión, que ya está consolidada en el ideario popular.
Esta mal llamada revolución, nos saqueó, arruinó, fracasó y nos lleva por el
camino de la desgracia y hay que cambiarla. Las encuestas son fiel reflejo de
esa realidad. El que sabe leer, las lee.
El 6 de
diciembre, el pueblo venezolano con su voto, que es el arma de los demócratas,
le propinará una paliza de tronío al régimen y quedará demostrado para la
historia, la catástrofe del latifundio mediático del régimen. Los hechos son
tercos, decía el camarada Lenin, se sacan por la puerta y se meten por la
ventana. El régimen se engaña a sí mismo. No hay propaganda que valga. El
pueblo sabe más que corocoro frito.
José “Cheo” Salazar
sjose307@gmail.com
@Cheotigre
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