RICARDO RIERA, VENEZUELA PERDIÓ LOS AÑOS DE LAS VACAS GORDAS

Se dice que la Sagrada Biblia contiene mucha sabiduría. Ésta puede abordarse desde muchas perspectivas, y la economía es una de ellas. Por ejemplo, veámos el capítulo 41 del Génesis. Ahí está la interpretación de José del sueño del Faraón sobre las 7 vacas gordas y las 7 vacas flacas que salían del rio Nilo. Esa es una ley universal que se aplica a todas las economías del mundo, y es una teoría ya estudiada y desarrollada por la ciencia: La teoría de los ciclos económicos. A diferencia del Faraón, que sí tomó todas las medidas necesarias para enfrentar los años difíciles, en Venezuela se hizo caso omiso a algo que ya los antiguos sabían.

Sin prestar atención en el porvenir, se mantuvieron políticas de corto plazo con el objetivo oculto de mantener a la población sumergida en un estado ilusorio de bienestar. Estas, llevadas a cabo principalmente por un elevado e ineficiente gasto público en cuenta corriente y subsidios. Esto fue posible gracias a la alta renta extraída del petróleo, a un continuo endeudamiento público y a la monetización de la deuda.

Viendo crecer el déficit público como porcentaje del PIB (reconocidos economistas* consideran que se elevó a 15.6% en 2012, 16,3% en 2013 y estiman un 19% en 2014) José se habría percatado de que estas políticas no se podrían sostener en el tiempo y habría aconsejado como lo hizo con el faraón, hacer un uso racional de los recursos para enfrentar periodos de recesión económica. Es decir, crear fondos de estabilización macroeconómica, aumentar el gasto en cuenta de capital y no en cuenta corriente, apoyar y fomentar una industria competitiva que sobreviva a los años de las vacas flacas, entre algunas medidas.

Sin embargo, parece ser que el actual homólogo venezolano del antiguo Faraón egipcio dejó en la cárcel al contemporáneo de José y no lo escuchó porque continuó con las políticas populistas y el despilfarro de nuestros valiosos recursos. Y es ahora cuando las vacas flacas comienzan a comerse a las gordas: caída del PIB, aumento de la inflación, acrecimiento de la escasez de bienes básicos, de lujo y divisas, incertidumbre política, alto riesgo país. Todos estos son indicios del fin de la Belle Époque venezolana. Y esto evidentemente comienza a agudizarse aún más por el comportamiento del precio del petróleo: en 2012 el promedio fue de 103,42 $/barril, en 2013 un promedio de 98,08 $/barril, 2014 el promedio fue 91,17 $/barril, pero muchos economistas* estiman que en el año 2015 este promedio caiga a 46 $/barril, y acuerdan que se recaudará a través de las exportaciones petroleras 35.000 millones de dólares. Es decir que ya no dispondremos de aquellos 71.500 millones, 85.603 millones y hasta 93.569 millones de dólares que se llegaron a recaudar en 2014, 2013 y 2012 respectivamente por este concepto. ¿Qué podrán hacer con los 20.000 millones de dólares de reservas internacionales? ¿O con los 2.000 millones de dólares del FEM?

Seguramente tildarían al moderno José como a un capitalista salvaje. Pero el antiguo José no hablaría sino de sentido común. Habría dicho que los mercados tienen un comportamiento natural: los agentes económicos buscarán maximizar su bienestar individualmente, llámese consumidor, llámese productor. Estos interactúan e intentarán obtener el mayor beneficio posible. Así se llega a un acuerdo o equilibrio de mercado. Sin embargo, es cierto que a veces un agente puede tener mayor fuerza que otro, lo que puede generar ciertas tensiones; justificando así la intervención del Estado. No obstante, esa intervención debe buscar corregir el desequilibrio, ha de buscar la armonía entre los agentes. No agredir a unos y favorecer descaradamente a otros porque de esta forma sólo se profundizarán las distorsiones del mercado.

En este conflicto, entre gobierno y productores, se pasaron los buenos años de vacas gordas en  Venezuela. Y ahora cabe preguntarse ¿cómo se hará frente a los años de las vacas flacas? ¿Mantendrán el conflicto o tenderán la mano a los productores? ¿Regalarán el pescado o enseñaran a pescar?

Sólo nos queda aconsejar una cosa: debemos atender las señales del mercado y la de los sueños también.

* 60 Economistas se pronuncian sobre la crisis económica en Venezuela. [Disponible en la Web]: http://prodavinci.com/2015/01/22/actualidad/60-economistas-se-pronuncian-sobre-la-crisis-economica-en-venezuela-monitorprodavinci/

Ricardo Luis Riera Oropeza

ricardoriera_0787@hotmail.com

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