LENIN VALERO |
Es conveniente aclarar que la conjetura es un juicio que se forma
de un hecho por indicios y observaciones. Es una afirmación que al no haber
sido probada pero tampoco refutada, se considera como cierta; o incierta, en
caso de que se demuestre lo contrario. Asimismo, debemos aclarar que la verdad
y la objetividad periodística no hace uso de estos supuestos, de hipótesis,
pero sí de los serios indicios que llevan a conjeturas y que en el caso de
Venezuela se hace necesario formar un juicio, no por supuestos, sino para
lograr entender las interrogantes sin respuesta que tienden a convertir el 2015
en el “año negro”, así como Luis Herrera Campins convirtió el 18 de febrero de
1983 en el trágico “viernes negro”.Pareciera que estuviésemos en el mismo día y
en las mismas horas y hasta con los mismos actores.
Venezuela no murió en aquel entonces y tampoco va a morir ahora.
Los que manejan las ciencias económicas, al hacer sus cálculos y pronósticos,
consideran que Venezuela sufrirá mucho más de lo que sufrió en el 2014 y
estiman que decrecerá entre un -3 ó -4 %. Será un colapso económico, habrá más
hambre y más miseria, más desempleo, más inflación, más escasez de los
productos básicos para la dieta diaria, porque la baja en los precios del
petróleo agravará la escasez de divisas, disminuirá las reservas
internacionales y nuestra seguridad alimentaria se pondrá en peligro no sólo
porque dejamos de producir, sino porque los inventarios para el consumo no
podrán cubrir la demanda, como desde ya se observa. Los que tengan dinero para
comprar no encontrarán productos para consumir. Y una gran mayoría no tendrá ni
lo uno ni lo otro. Esta desgracia es necesario evitarla.
Entonces entramos en materia política. El gobierno no supo
gobernar, su modelo económico fracasó y eso lo ha entendido el propio
Presidente de la República. Para el momento de escribir este artículo, se
anunciaba que el Presidente ofrecería un mensaje al país. Decidí escucharlo
antes de continuar, pero realmente no dijo nada nuevo. La realidad es que el proyecto
político del gobierno está atado al proyecto económico y el fracaso de uno,
afecta al otro. Cambiar el esquema económico es cambiar la “revolución”, porque
están en juego los medios de producción y los modos de producción. El gobierno,
asumiendo el Estado para él, quiere hacerlo todo y dueño de todo, mientras el
sistema social capitalista ofrece libertad económica, social y política. La
libertad es un don sagrado para el hombre y, las dictaduras, sean de donde
sean, vengan de donde vinieren, le cercena, le mutila al hombre sus sueños, sus
deseos de superación y de permitirse una vida digna como ser humano. Por eso,
no habrá cambio económico sino hay cambio político.
El cambio político se va a dar en Venezuela en este 2015. El
gobierno nacional va a tener que acostumbrarse a gobernar con la oposición,
porque en las elecciones parlamentarias de este año perderá el control de la
Asamblea Nacional. El voto a favor de la oposición será abrumador, y el
oficialismo no tendrá oportunidad para la maniobra. Tanto el oficialismo como
la oposición tienen problemas partidistas y cada uno a su manera buscará
resolver sus desavenencias y sus intrigas, pero según las conjeturas que hace
la opinión pública nacional, algunas basadas en encuestas, otras en comentarios
de cola y otras por declaraciones de los mismos involucrados, el gobierno está atrapado y sin salida.
Lenin Valero Gelvez
leninvalero1@hotmail.com
@leninvalero2
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