Nos
dirigimos con carácter de urgencia a la comunidad internacional para denunciar
la represión criminal a la que el régimen de Nicolás Maduro está sometiendo al
pueblo de Venezuela y para advertir sobre la escalada de agresión y violencia
que se incrementa con el paso de las horas.
El
gobierno de Maduro ha abandonando las apariencias democráticas, asumiendo su
talante dictatorial. Vivimos una represión feroz, no solamente por parte de los
cuerpos de seguridad del Estado, sino por parte de los colectivos del terror,
grupos paramilitares armados promovidos y protegidos por el oficialismo.
Anoche
Nicolás Maduro asumió la defensa de esos grupos y dio garantía de su “carácter
pacífico”. Cientos de videos y las propias declaraciones de los jefes de estos
grupos desmienten de manera inequívoca al gobierno. Desde el pasado 12 de
febrero, se han registrado oficialmente 6 personas fallecidas, decenas de
heridos, centenares de detenidos y un número indeterminado de desaparecidos.
Además, las fuerzas públicas están cometiendo actos de barbarie en contra de
jóvenes estudiantes desarmados: torturas, amenazas de muerte, vejaciones
sexuales y robo de sus pertenencias. Hay órdenes de aprensión sin fórmula de
juicio, allanamientos sin mandato judicial, y uso de armas de guerra y químicos
prohibidos internacionalmente, que el régimen usa para reprimir con crueldad.
El
Gobierno compara con frecuencia la situación venezolana con la que vive el
pueblo sirio, justificando la represión en ese país, lo que nos permite
advertir que en el caso venezolano estamos ante el riesgo inminente de una
catástrofe humanitaria.
Ante
la violación reiterada y criminal de los derechos humanos, le exigimos al
gobierno y a los tribunales el acatamiento a los artículos 44 y 46 de la Constitución
que dicen:
“Toda
persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral,
en consecuencia:
1.
Ninguna persona puede ser sometida a penas, torturas o tratos crueles,
inhumanos o degradantes. Toda persona privada de libertad será tratada con el
respeto debido a la dignidad inherente al ser humano.
2.
Todo funcionario público o funcionaria pública que, en razón de su cargo,
infiera maltratos o sufrimientos físicos o mentales a cualquier persona, o que
instigue o tolere este tipo de tratos, será sancionado o sancionada de acuerdo.
3.
Ninguna persona puede ser arrestada o detenida sino en virtud de una orden
judicial, a menos que sea sorprendida in fraganti.
4.
Toda persona detenida tiene derecho a comunicarse de inmediato con sus
familiares, abogado o abogada o persona de su confianza, y éstos o éstas, a su
vez, tienen el derecho a ser informados o informadas sobre el lugar donde se
encuentra la persona detenida, a ser notificados o notificadas inmediatamente
de los motivos de la detención y a que dejen constancia escrita en el
expediente sobre el estado físico y psíquico de la persona detenida, ya sea por
sí mismos o por sí mismas, o con el auxilio de especialistas.
La
población civil está en manos de un “gobierno” que se comporta como enemigo del
pueblo venezolano y de unas fuerzas represivas que actúan como ejército de
ocupación extranjero, pero sin, ni siquiera respetar las leyes de la guerra.
Nicolás Maduro ha dicho, actuando como se lo indican sus jefes cubanos, que
“está dispuesto a cualquier cosa”. Toda indica que está cumpliendo esa amenaza.
Denunciamos
igualmente la pretensión de Nicolás Maduro de engañar a los venezolanos y al
mundo con frecuentes llamados al diálogo. Se trata de un “diálogo” en el cual
el Gobierno pretende designar a los interlocutores y establecer unilateralmente
la agenda. Nunca ha habido un llamado sincero al diálogo. Nosotros estamos
absolutamente dispuestos a ello, pero un diálogo que no signifique engaño,
obsecuencia, sometimiento y acatamiento.
La
gran mayoría de los medios de comunicación venezolanos, especialmente las
televisoras, no muestran la realidad, sino que pretenden encubrirla con
programas de entretenimiento. Esto se debe al cierre o compra de medios, a la
censura, a la autocensura, y al ambiente de terror y de amenaza que se respira
en nuestro país. Para enterarnos de lo que sucede, los venezolanos debemos
recurrir a los medios alternativos o a los canales extranjeros, con la
desventaja de que son muchos los que no tienen acceso a estas tecnologías.
Los
organismos multilaterales y la mayoría de los gobiernos latinoamericanos
guardan un silencio cómplice y temeroso. Hacemos un llamado a los sectores
democráticos de América, y del mundo, a no permanecer indiferentes, y a
denunciar por todos los medios posibles los delitos de lesa humanidad que está
cometiendo el gobierno venezolano. Si la comunidad internacional eleva su voz
con firmeza, al gobierno de Nicolás Maduro se le hará más difícil mantener la
represión brutal en contra de nuestro pueblo.
En
estas horas difíciles, nos encomendamos a Dios, y confiamos en que los
principios y valores democráticos prevalecerán, por encima de la barbarie y de
la irracionalidad.
www.ventevenezuela.org
http://eju.tv/2014/02/mensaje-de-mara-corina-machado-a-la-comunidad-internacional/
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Es una impudicia y una escandalosa deschatatéz, la forma en que nuestros gobiernos del Mercosur -en el que Venezuela bien o mal es un socio más- se desentienden del problema de los habitantes de la Nación Venezolana. Como explicar a nuestros hijos; Como hacer entender a nuestros alumnos que nuestos dirigentes sin pudor alguno, han adoptado dos medidas: Para los surgidos del útero de fidel, una; Para los que aman la libertad, otra? Como mantener nuestras enseñanzas basadas en los preceptos democráticos de que el derecho a la vida, a la integridad física, a la libertad, al honor y demás inherentes a la persona humana son irrenunciables y no pueden ser objeto de cuestionamientos ni de cesión, por su propia naturaleza y elevada virtud inmanente en una sociedad que se dice civilizada?
ResponderEliminarQue los pueblos más temprano o más tarde juzguen a sus dirigentes, no solo es lícito, sino una vieja costumbre enraizada en la moral de las Sociedades latinoamericanas, y que costó ya mucha sangre derramada y muchas vivas segadas, como fruto de la ambición de sus gobernantes de turno; Pero en el caso de Venezuela, esto llegará demasiado tarde, y será consecuencia de la absoluta intolerancia e incapacidad de convivir en disenso de su gobierno -la de unos pocos privilegiados- Una solución de fondo, basada en la tolerancia y con las herramientas que nos otorgan nuestro propio Sistema democrático, basado antes en la iplomácia que en la sórdida aplicación de la fuerza bruta debería surgir de os propios gobiernos del Mercosur, por que es eso lo que sus habitantes desean; y a partir de ahí, que el ejemplo cunda hacia todas las otras Naciones del continente Americano, por una cuestión antes ética que de conveniencia política de sus gobiernos.
Carlos Emilio González - mail.carloseg2@gmail.com
Es una impudicia y una escandalosa deschatatéz, la forma en que nuestros gobiernos del Mercosur -en el que Venezuela bien o mal es un socio más- se desentienden del problema de los habitantes de la Nación Venezolana. Como explicar a nuestros hijos; Como hacer entender a nuestros alumnos que nuestos dirigentes sin pudor alguno, han adoptado dos medidas: Para los surgidos del útero de fidel, una; Para los que aman la libertad, otra? Como mantener nuestras enseñanzas basadas en los preceptos democráticos de que el derecho a la vida, a la integridad física, a la libertad, al honor y demás inherentes a la persona humana son irrenunciables y no pueden ser objeto de cuestionamientos ni de cesión, por su propia naturaleza y elevada virtud inmanente en una sociedad que se dice civilizada?
ResponderEliminarQue los pueblos más temprano o más tarde juzguen a sus dirigentes, no solo es lícito, sino una vieja costumbre enraizada en la moral de las Sociedades latinoamericanas, y que costó ya mucha sangre derramada y muchas vivas segadas, como fruto de la ambición de sus gobernantes de turno; Pero en el caso de Venezuela, esto llegará demasiado tarde, y será consecuencia de la absoluta intolerancia e incapacidad de convivir en disenso de su gobierno -la de unos pocos privilegiados- Una solución de fondo, basada en la tolerancia y con las herramientas que nos otorgan nuestro propio Sistema democrático, basado antes en la iplomácia que en la sórdida aplicación de la fuerza bruta debería surgir de os propios gobiernos del Mercosur, por que es eso lo que sus habitantes desean; y a partir de ahí, que el ejemplo cunda hacia todas las otras Naciones del continente Americano, por una cuestión antes ética que de conveniencia política de sus gobiernos.
Carlos Emilio González - mail.carloseg2@gmail.com
Es una impudicia y una escandalosa deschatatéz, la forma en que nuestros gobiernos del Mercosur -en el que Venezuela bien o mal es un socio más- se desentienden del problema de los habitantes de la Nación Venezolana. Como explicar a nuestros hijos; Como hacer entender a nuestros alumnos que nuestos dirigentes sin pudor alguno, han adoptado dos medidas: Para los surgidos del útero de fidel, una; Para los que aman la libertad, otra? Como mantener nuestras enseñanzas basadas en los preceptos democráticos de que el derecho a la vida, a la integridad física, a la libertad, al honor y demás inherentes a la persona humana son irrenunciables y no pueden ser objeto de cuestionamientos ni de cesión, por su propia naturaleza y elevada virtud inmanente en una sociedad que se dice civilizada?
ResponderEliminarQue los pueblos más temprano o más tarde juzguen a sus dirigentes, no solo es lícito, sino una vieja costumbre enraizada en la moral de las Sociedades latinoamericanas, y que costó ya mucha sangre derramada y muchas vivas segadas, como fruto de la ambición de sus gobernantes de turno; Pero en el caso de Venezuela, esto llegará demasiado tarde, y será consecuencia de la absoluta intolerancia e incapacidad de convivir en disenso de su gobierno -la de unos pocos privilegiados- Una solución de fondo, basada en la tolerancia y con las herramientas que nos otorgan nuestro propio Sistema democrático, basado antes en la iplomácia que en la sórdida aplicación de la fuerza bruta debería surgir de os propios gobiernos del Mercosur, por que es eso lo que sus habitantes desean; y a partir de ahí, que el ejemplo cunda hacia todas las otras Naciones del continente Americano, por una cuestión antes ética que de conveniencia política de sus gobiernos.
Carlos Emilio González - mail.carloseg2@gmail.com