Cada pueblo tiene el gobierno que se merece,
es un decir que en Venezuela no podemos aceptar. Estamos sometidos a régimen sostenido por la ambición de una
fuerza armada que reactualiza el concepto: a los militares darle mujeres, wisky
y dinero. La revolución castrista groseramente
la simbolizan con la Brigada Sharmuta
(mala expresión árabe), escoltada por malandros motocilistas . Para mayor
descaro en el que era histórico desfile del Campo Carabobo, aparecieron
semidesnudas, tetas al aire, unas
jóvenes en quienes la mordacidad
quiso representar a Bolívar y
Páez.
Esos castrenses antes formados académicamente
son hoy igualados a milicianos, ni
siquiera adiestrados para compararse a los que en Cuba y Nicaragua reemplazaron
a Ejércitos corrompidos.
Régimen autodefinido antimperialista, es
sostenido por Estados Unidos, que le tiene como primer cliente en compra del
hidrocarburo y que le suministra la gasolina que ya aquí no se produce. Las
importaciones de allá en general registraron récord el pasado año: se
incrementaron en 42.84%, equivalente a US$ 17.631 millones.
Jimmy Carter le encaminó en la conducción de los medios de
comunicación. En la peor crisis
afrontada por el régimen, la de abril del 2002, en la cual el alto mando
militar impuso la renuncia del comandante presidente “la cual aceptó”, hizo de negociador con Venevisión y llevó a
su dueño a “entenderse” con el régimen.
Haciendo de Fidel Castro ante el guerrillero
Cienfuegos: ¿“voy bien, Camilo”?, ese Carter definió al sistema electoral como
el mejor del mundo.
Los revolucionarios-socialistas- comunistas
acusan a más de la mitad de la voluntad popular expresada en votos, de
pitiyanquis; pero ellos hacen de lacayos del Imperio. Tanto que han conmovido
al Presidente Obama que estudia
reconocer legitimidad del miliciano
Nicolás Maduro.
Nada importa que no disipe la duda en cuanto
a su nacionalidad que con varios contundentes indicios se la atribuye a
Colombia.
Para el Imperio Yanky, al igual que el chino
y los gobernantes chulos del Alba, lo que importa es el estiércol del diablo,
es decir el petróleo.
En el bochornoso cuadro resalta la arremetida
a las universidades autónomas, en especial contra nuestra Primera Casa de
Estudios. El deslegitimado Presidente, personaliza su política contra la
Rectora, a quien burlonamente emplaza a postularse como diputada.
Actúan así los arribistas de la política que
desgobiernan, bajo la batuta del “paisano” Maduro, que nos hace invocar el
pensamiento de Bertolt Brecht: "El peor analfabeto es el analfabeto
político…es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia
la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor
abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto,
mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales”
Este no es el gobierno que Venezuela merece,
como tampoco cierta oposición que no es capaz de combatirlo.
NOTA AL MARGEN: La política electoral es un
claro objetivo, pero no debe distraer a la lucha por defensa del pueblo ante
los desaciertos del corrupto régimen
albertojordanhernandez@yahoo.es
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