Nota 2. Ese partido liberal debe
pensar en nuevas formas de liderazgo, nuevas formas de cultura organizacional,
nuevas dinámicas y reglas institucionales, esto es, en reformar aquellas
prácticas que configuran nuestras costumbres y modelos cotidianos.
Por último, hay una tarea que los
liberales tienen con la política latinoamericana, y es fijar sus límites.
Resulta evidente que hoy en día el ejercicio de la política en América Latina
proviene de la desilusión y el desencanto, una situación en la que nos encontramos
desde hace mucho y que se evidencia, por ejemplo, en los capitalismos populares
e informales de nuestros países, como en la escasa participación en la cosa
pública de nuestros compatriotas. En tal sentido, la libertad constituye un
viento fresco de esperanza en tiempos marcados en gran parte por la desilusión
y la desconfianza.
Así las cosas, la misión política de
los liberales en nuestros países puede resumirse en la cuestión planteada por
Karl Popper en La sociedad abierta y sus enemigos. Cuando Popper examinó en su
obra la pregunta formulada por Platón: ¿quién debe gobernar?, la condenó por
peligrosa.
Para Popper, “Platón puso a la filosofía de la política, como pregunta
fundamental de la política, una interrogación que sigue vigente incluso hoy
día, a saber: ‘¿quién debe gobernar?’. Y las respuestas a esta pregunta, las
respuestas tradicionales, son: los más sabios, los mejores, los insobornables, eventualmente
los mejores racionalmente o respuestas parecidas. También me parece equivocada
la respuesta ‘el pueblo debe gobernar’, porque es precisamente la pregunta la
que está equivocada”.
Y continúa: “En La sociedad abierta propuse remplazar la pregunta platónica
acerca de ‘quién debe gobernar’ por otra radicalmente diferente: ‘¿qué podemos
hacer para configurar nuestras instituciones políticas de modo que los
dominadores malos e incapaces, que naturalmente intentamos evitar, pero que, no
obstante, no resulta excesivamente fácil hacerlo, ocasionen los menores daños
posibles y de modo que podamos deshacernos de los dominadores incapaces sin
derramamiento de sangre?’.
Esta cuestión pone el acento no en el modo de elección de un gobierno, sino
en la posibilidad de derrocarlo”.
Para Popper, esa pregunta es la
fundamental de toda la política, sobre la que se puede edificar una teoría de
la democracia. Para él, entonces, cómo se debe gobernar y cómo se debe
estructurar la sociedad eran asuntos reales, no menos apropiados como objeto de
atención de la mirada del filósofo que la inducción o el concepto de infinitud.
Ciertamente, por motivos obvios, aquellos asuntos resultaban aún más
apremiantes.
En resumen, no se trata de quién
debe gobernar, sino de cómo podemos controlar a los que gobiernan.
Tal es la pregunta, paradigmática, que
se plantean algunos hombres conscientes de su propia falibilidad y de la de los
demás, y que están dispuestos a construir y proteger reglas que permitan la
convivencia de gente con ideas e ideales distintos y tal vez opuestos. Esa debería
ser la pregunta que debemos plantearnos.
Responderla, si nuestra intención es
vivir en países prósperos y viables, significa establecer un cuestionamiento
creativo en relación con el poder. Si el poder corrompe, como enseñó Lord
Acton, esto requiere una mirada minuciosa por quienes estén fuera de su órbita.
Aun si llegaran al gobierno personas de reputación acrisolada, que coincidan con
nuestras ideas, que tengan un plan brillante, así como probadas y magníficas intenciones,
llegaran al gobierno, ello no significa que éstas no requieran contralorías y
sujeciones continuas.
Como defensores de la libertad, los liberales
debemos liberarnos de nuestros complejos, y no disimular nuestra verdadera identidad
y nuestro discurso. Nadie que sienta complejo por expresar su identidad, nadie
que tenga que presentarse ante la sociedad con otro nombre para disimular su
personalidad, nadie que haga del complejo un rasgo vital de su idiosincrasia, puede
aceptarse como algo cabal. Liberales habían sido los partidos del progreso, del
cambio y la esperanza en el mundo y en nuestros países.
Cuando se abandonaron esos valores,
se rompieron los lazos que los unían con las masas y fueron cedidos, sin luchar
por ellos, a nuestros adversarios, quienes los dilapidaron y pervirtieron.
Hoy, que nos encontramos en un
laberinto con muy poca luz, hay que hallar una salida, que “conduzca a una vigorización cívica, sin que ella implique el retorno a
la etapa convulsiva que esterilizó tantas vidas y dejó tantas empresas
urgentes, a medio hacer o sin iniciarse”. Esa es nuestra misión hoy.
Realicémosla para ser verdaderamente libres.-
Tips:
·
A nivel de los Estados,
cada pueblo, debería revocarle el mandato a los diputados que no cumplen con el
ciudadano que los eligió. ¿Cuánto cuesta un gobierno Municipal y uno Estadal
durante un mes, un a;o? ¿Cuánto cuestan las juntas comunales en un Estado,
Distrito, Municipio durante un mes, un a;o?
·
¿Cómo reclaman y ejercen
6,5 millones de electores sus derechos cotidianamente?
·
¿Qué paso con la predica
durante 40 a ;os
contra la dictadura, el militarismo, el paternalismo, la dependencia, el
perezjimenismo, las cárceles tipo Guasina? ¿Qué ha cambiado, que dejo? ¿El
capitalismo de Estado? ¿Pranes? ¿Amiguismo, carnet, carta de recomendación,
relación filial, ascensos, el amigo y/o pariente y/o vecino bien ubicado:
problema resuelto, peor que antes?
·
¿Ahora? ¿Orden de arriba
y/o muchas, pero muchas lechugas? No vale constitución, ni ley, ni relaciones,
vale el uso y el abuso. ¿Qué paso con la conducta tolerante, democrática,
cristiana, de la ciudadanía? ¿Cuál la predica de hoy? ¿El lenguaje? ¿La
solidaridad? ¿Están bien identificados?
·
Los profesionales que
desde el 60 hasta el 2000, incluso, con sacrificios personales, trataron de
construir patria parece que no dejaron escuela y/o, una buena cantidad de ellos,
tomo la vía fácil de arrimarse a los rojos para sobrevivir, no para vivir en
libertad.
·
Habrá (alguien debe
tomar la iniciativa) que iniciar, otra vez, una actividad febril, de inmediato,
de reagrupación, reordenación, de aquellos quienes si pueden y quieren vivir en
medio de ciudadanos libres, responsables, en convivencia constructiva y no
esclavizante ante un pensamiento único.
·
¿Le conviene a la
ciudadanía que desaparezca la MUD? ¿Remplazar a la MUD con que? Ni perfecta ni
eterna, transitoria. ¿A quien beneficia la desaparición de la MUD? A la
ciudadanía no le convendría, por ahora, la desaparición de la MUD; pero hay que
ajustarla, reordenarla, reorganizarla, cambiar de estrategia, líderes, etc., y
colocarla a tono con la nueva etapa de lucha política y más cerca de los
requerimientos populares y de interés general. Si es necesario convertirla en
una nueva modalidad, actual y moderna, de Junta Patriótica, habría que hacerlo.
Los únicos beneficiarios de la desaparición de la MUD son los hermanos castro,
su comisario aquí y los verdugos voluntarios.
·
¿Por qué, por ejemplo,
la MUD no decreta, se acoge y hace un llamamiento general para que la ciudadanía,
el pueblo, haga efectivo el articulo 350 de la CN en algunas materias, leyes,
reglamentos, directrices, etc., que esta promulgando y sobre las que esta
actuando este ejecutivo y que no comparte buena parte del pueblo?
·
¿Qué paso con el
nombramiento del Contralor?
“Un
gobierno suficientemente grande para darte todo lo que quieres es también suficientemente
grande para quitártelo todo”, Barry M.
Goldwater.-
nelsonmaica@gmail.com
12/11/2012.-EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,
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