Chávez tiene listo su monstruo de
Frankestein, un ministerio para centralizar espionaje político e inteligencia,
montado por cubanos conforme el diseño con que los hermanos Castro aterrorizan
a sus compatriotas.
Frankestein Cubanoide |
Todo Estado democrático tiene el deber de
vigilar para brindarle a la población un adecuado grado de protección y
seguridad, pero sin limitar sus derechos. Es dañino, ilegal e ilegítimo todo
exceso de control movido por razones políticas. Al igual que es ilegal tratar
de acallar o detener opositores que ejercen pacíficamente su derecho a
expresarse y a diferir del gobierno.
El exceso de seguridad, más allá de lo
necesario y adecuado en el cuerpo social, es tan malsano como la
sobre-medicación aplicada sobre un cuerpo humano. En los seres humanos un
exceso de medicinas produce enfermedad y muerte. En un Estado la sobre
vigilancia genera pérdida de libertad y es dictadura.
Un Estado que ejerce exceso de control y
aplica represión para constreñir la actividad política de sus ciudadanos es un
Estado Policial. Venezuela bajo el presidente Hugo Chávez Frías se está
moviendo inexorablemente en esa dirección. Los venezolanos decentes estamos en
la obligación de detener este monstruoso intento de coartar nuestros derechos
imponiendo una dictadura guarecida dentro de un Estado policial.
Por otra parte es grotesco que mientras se
agiganta el Estado Policial en nuestra patria, se incrementa la inseguridad en
las calles dominadas por los malandros. Este resultado es de esperar, porque
Chávez no está movido por su deber de proporcionar seguridad a los ciudadanos,
sino por su paranoica y enfermiza sensación de inseguridad.
Se considera que un Estado es policial cuanto
mantiene un inflexible dominio sobre la sociedad mediante el empleo de una
poderosa fuerza de seguridad política secreta e invierte en ella grandes
cantidades de dinero para dotarla de mecanismos de vigilancia cada vez más
sofisticados. Un Estado policial es necesariamente antidemocrático, porque
dirige su esfuerzo a asfixiar a sus opositores políticos. Desde hace años el
Gobierno ha tomado ese tortuoso camino con el fin de establecer una férrea
dictadura comunista. El último paso que el presidente Chávez piensa dar en esa
dirección es la creación del Ministerio de la Inteligencia.
Esta nueva organización que viene a aumentar
la burocracia estadal no tiene nada que ver con el ingenuo e inofensivo
ministerio de la inteligencia creado hace veinte años por Luis Herrera,
siguiendo los poco prácticos consejos de Luis Alberto Machado.
La flamante estructura policial ha sido
diseñada siguiendo las directrices del siniestro Estado policial cubano. En
medio siglo, Fidel, combinando el asesoramiento inicial de la KGB y la Stasi
con sus propias ideas sobre la materia, ha logrado desarrollar un sistema de
persecución política basado en la falsedad y el terror, para abrumar y destruir
a los disidentes. Esta funesta organización le ha permitido al sátrapa tropical
mantenerse en el poder por medio siglo castrando la voluntad libertaria de su
población con el bisturí de la intimidación.
Venezuela ha vivido estas situaciones antes.
La padecimos con el tosco y letal manejo de los disidentes encarcelados y
asesinados en la época de Juan Vicente Gómez. Luego lo revisitamos con la
aviesa y malévola Seguridad Nacional con los esbirros de Pérez Jiménez. Ahora
con el asesoramiento de Ramiro Valdez, el ex ministro del interior de Fidel,
experto en inteligencia y coacción, pronto se nos implantará el modelo cubano
de vigilancia ciudadana y represión política. El "hermano mayor"
chavista está a punto de ser creado.
El sistema de inteligencia cubano es en
teoría controlado por el Ministerio del Interior (MININT). Esta adscripción es
una cobertura. En realidad, la Dirección General de Inteligencia (DGI) es una
organización autónoma de carácter secreto llamada "Dirección de
Inteligencia" (DI), es la agencia encargada de las funciones de espionaje
e inteligencia interna y externa.
La DI actúa en forma autónoma reportando
directamente a Fidel y Raúl Castro. La inteligencia y contrainteligencia
interna que enfoca sobre los disidentes y opositores es manejada por el
"Departamento de Seguridad del Estado". El creador del DI fue Manuel
(Barba roja) Piñeiro, quien fue el segundo de Ramiro Valdés en el G2. Su viuda,
Marta Haernecker, es una de las principales asesoras de Hugo Chávez. El jefe
actual de la DGI es el general Eduardo Delgado. La organización cuenta con 15
mil agentes secretos. Muchos de ellos están operando en Venezuela y asesoran a
Chávez para la creación del nuevo Ministerio de Inteligencia o Ministerio de
Seguridad del Estado.
El diseño del nuevo organismo está listo y
sólo falta que Chávez autorice el inicio de su funcionamiento. La estructura
del futuro Ministerio de Inteligencia venezolano ha sido diseñada por Ramiro
Valdés y Ramón Uzcátegui. El ministro será el general Hugo Carvajal Barrios, ex
jefe del SEBIM (inteligencia militar), quien tendrá bajo su mando a la DISIP y
al SEBIM. El SEBIM será dirigido por el general Ornelas Ferreira, actual Jefe
de la Casa Militar.
La inteligencia producida por estos cuerpos
fluirá en tiempo real hacia la Sala de Contingencia en Miraflores. La
centralización de la inteligencia va a impedir que el presidente reciba
reportes divergentes y tenga acceso a diferentes puntos de vista. Con el nuevo
ministerio Chávez será alimentado exclusivamente por Carvajal, con la
inteligencia filtrada y masajeada según la conveniencia de los cubanos. El
Presidente estará más desinformado y desorientado de lo que está hoy en día.
Será totalmente dependiente y manejado.
Cuando Chávez dé la orden de activar su nuevo
Frankestein, los venezolanos bajaremos un escalón enorme hacia el control
absoluto bajo un Estado policial. Este año en octubre evitaremos que esa
catástrofe ocurra y enviaremos a los comunistas cubanos que nos espían de
regreso a su isla, de donde no han debido salir.
EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA